El papa Francisco busca colaboradores para agitar la Iglesia
Francisco celebra estos d¨ªas reuniones para perfilar su equipo de gobierno
Nada m¨¢s asomarse al balc¨®n aquella noche lluviosa del 13 de marzo, el papa Francisco empez¨® a aprobar con buena nota la primera asignatura de su pontificado, la complicidad con los fieles. Pero a¨²n tiene por delante la prueba m¨¢s dif¨ªcil: escoger con mano segura, sin posibilidad de error, a sus m¨¢s cercanos ayudantes y, en especial, al nuevo secretario de Estado vaticano.
Aunque sus primeros 15 d¨ªas de papado lo han obligado a una exposici¨®n p¨²blica continua, acrecentada por las celebraciones de la Semana Santa, Jorge Mario Bergoglio se est¨¢ reuniendo estos d¨ªas con cardenales, jefes de dicasterios (los ministerios del Vaticano) y representantes de comunidades religiosas ¡ªjesuitas, salesianos, Opus Dei¡ª para perfilar su equipo de gobierno, aquel que de manera inequ¨ªvoca, sin peleas palaciegas ni egocentrismos heredados, lo ayude a llevar a la Iglesia hacia ¡°las periferias¡± del mundo.
Es una expresi¨®n recurrente en los discursos del Papa. ¡°Tenemos que salir hacia las periferias¡±, volvi¨® a advertir este jueves a los sacerdotes durante la Misa Crismal en la bas¨ªlica de San Pedro, ¡°se nos necesita all¨ª donde hay sufrimiento, sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos patrones¡±. Pero no tiene que resultar f¨¢cil aplicar un golpe de tim¨®n de tal magnitud a una nave tan dif¨ªcil de gobernar como el Vaticano. De hecho, la decisi¨®n de Francisco de quedarse en la residencia de Santa Marta y no ocupar por el momento el lujoso apartamento pontificio ¡ªsituado en la tercera planta del Palacio Apost¨®lico¡ª va mucho m¨¢s all¨¢ de otro gesto de sencillez. En Santa Marta, Bergoglio tiene la posibilidad de compartir misa, almuerzos y convivencias con miembros de la curia y cl¨¦rigos de todo el mundo que recalan en Roma, mientras que en las dependencias destinadas a los papas le resultar¨ªa mucho m¨¢s dif¨ªcil saber qu¨¦ se cuece verdaderamente en un Vaticano conmocionado por la fuerza de su llegada.
Durante sus ¨²ltimos a?os, Benedicto XVI vivi¨® pr¨¢cticamente aislado, dedicado a la escritura y a la oraci¨®n, blindado por sus secretarios, sometido ¡ªseg¨²n se supo a trav¨¦s de los documentos filtrados por el caso Vatileaks¡ª a continuas desautorizaciones por parte de sus otrora m¨¢s estrechos colaboradores.
Si eso le sucedi¨® a Joseph Ratzinger, que antes de Papa fue durante 24 a?os prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, qu¨¦ no le puede pasar a Bergoglio, quien durante su etapa de cardenal visit¨® Roma lo justo y necesario, huy¨® de participar en cenas y concili¨¢bulos y prefiri¨® la compa?¨ªa de amigos que de personajes ilustres.
Por si fuera poco, homil¨ªas como las de ayer dirigidas a los sacerdotes no pueden sino escocer a los pr¨ªncipes m¨¢s comodones de la curia. Vaya alg¨²n ejemplo: ¡°El sacerdote que sale poco de s¨ª se va convirtiendo en intermediario, en gestor. Todos conocemos la diferencia: el intermediario y el gestor ya tienen su paga, y puesto que no ponen en juego la propia piel ni el coraz¨®n, tampoco reciben un agradecimiento afectuoso que nace del coraz¨®n. De aqu¨ª proviene precisamente la insatisfacci¨®n de algunos, que terminan tristes y convertidos en una especie de coleccionistas de antig¨¹edades o bien de novedades, en vez de ser pastores con olor a oveja, pastores en medio de su reba?o, y pescadores de hombres¡±. El papa Francisco tendr¨¢, en consecuencia, que elegir sus colaboradores en funci¨®n de sus discursos, de sus homil¨ªas. No ¡°gestores¡± ni ¡°administradores¡±, sino instigadores, agitadores, curas dispuestos a cambiar el confortable centro hist¨®rico por los suburbios: ¡°All¨ª donde nuestro pueblo fiel m¨¢s lo espera y lo valora¡±.
?Queda alguien en la Iglesia con ese perfil? ?Ser¨¢ capaz Bergoglio de encontrarlo? ?Se lo permitir¨¢ el Vaticano?
Las preguntas son muchas y apasionantes, pero habr¨¢ que esperar las respuestas. Ya hay quinielas sobre qui¨¦n ser¨¢, por ejemplo, el pr¨®ximo secretario de Estado, pero, visto el ¨¦xito de las apuestas sobre el Papa, mejor aguardar. Mientras, Francisco contin¨²a mezcl¨¢ndose con la gente, buscando el calor que ni busc¨® ni recibi¨® Benedicto XVI. Este jueves, acudi¨® a una c¨¢rcel de menores de Roma para celebrar la Misa de la Cena del Se?or en vez de hacerlo, como es tradici¨®n, en la bas¨ªlica de San Juan de Letr¨¢n. Lav¨® los pies de 12 presos ¡ªentre ellos, una mujer musulmana¡ª como hizo Jes¨²s con los ap¨®stoles. Y les dijo: ¡°No se trata de que nos tengamos que lavar los pies todos los d¨ªas, sino de ayudarnos los unos a los otros. Os traigo una caricia de parte de Jes¨²s¡±.
El encuentro del papa Francisco con los j¨®venes detenidos ¡ªdel que no se emitieron im¨¢genes en directo, para preservar su anonimato¡ª concluy¨® con un mensaje de ¨¢nimo: ¡°Gracias por la acogida. ?Adelante! ?No os dej¨¦is robar la esperanza! ?No os dej¨¦is robar la esperanza! ?Entendido?¡±.
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