¡°Si violamos nosotros los derechos humanos, crearemos venganza¡±
El coordinador de la lucha antiterrorista en la UE cree que hay que intervenir en el Sahel en contra del radicalismo para evitar problemas mayores en el futuro.


Con su apariencia menuda y su voz calmada, Gilles de Kerchove (Bruselas, 1956) desgrana una a una las amenazas que afronta Europa por las turbulencias africanas, principalmente del Sahel. Como jefe de la lucha antiterrorista de la Uni¨®n Europea, Kerchove recorre el mundo buscando esa amenaza e intentando modernizar unas pol¨ªticas que se han revelado insuficientes. Espa?a se juega mucho en esas pesquisas. ¡°No es un secreto que la amenaza del norte de ?frica y del Sahel preocupa seriamente a Francia y a Espa?a¡±, explica el coordinador comunitario desde su sobrio despacho en la sede del Consejo Europeo.
El ¨²ltimo episodio que conmocion¨® al mundo fue el ataque terrorista a una planta de gas en Argelia a principios de a?o, con el resultado de casi 70 muertos, algunos europeos. ¡°No me sorprender¨ªa si en un futuro hubiera ataques otra vez. El temor m¨¢s obvio es por los franceses, por la intervenci¨®n de Mal¨ª, pero tambi¨¦n por otros pa¨ªses que los apoyan¡±, alerta. Ese peligro se concreta as¨ª: ¡°Lo que nos dicen los servicios de seguridad es que un lobo solitario inspirado en lo que ocurri¨® en Argelia puede decidir atacar un objetivo f¨¢cil¡±. ?En Europa? ¡°No contemplamos un episodio de este tipo en Europa, pero cuando ocurren acontecimientos as¨ª, como m¨ªnimo hay que revisar las pol¨ªticas y eso es lo que hemos empezado a hacer¡±, admite de manera cr¨ªtica.
Una de las principales preocupaciones para Kerchove es el creciente n¨²mero de radicales que abandonan Europa y se entregan a la lucha armada en ?frica. Son los que el lenguaje comunitario denomina ¡°combatientes extranjeros¡±, que recalan ahora principalmente en Siria, pero tambi¨¦n en Libia, Afganist¨¢n o Pakist¨¢n. El coordinador antiterrorista estima que hay ¡°unos pocos cientos¡± de europeos que han emprendido ese viaje. Si se suman los procedentes del norte de ?frica o los Balcanes, la cifra asciende a varios miles, cifras ¡°nada despreciables¡± que el responsable antiterrorista reh¨²sa concretar m¨¢s. El efecto arrastre es devastador: ¡°Muchos van atra¨ªdos por ideas falsas de lo que significa ser yihadista y la mayor¨ªa morir¨¢n. Pero los que vuelvan, m¨¢s entrenados y radicalizados, pueden querer atacar en Europa o en el norte de ?frica¡±.
Para combatir ese fen¨®meno, la Uni¨®n Europea necesita cooperar m¨¢s con Turqu¨ªa ¡°porque para ir a Siria hay que pasar por all¨ª¡± y reforzar el sistema de recogida de datos de viajeros, una medida que despierta muchos recelos en Europa. Sin querer pronunciarse directamente sobre el embargo de armas a la oposici¨®n siria, que Francia y Reino Unido piden levantar para frenar la masacre del r¨¦gimen, Kerchove aboga por acelerar el fin del conflicto: ¡°Personalmente comparto el an¨¢lisis del ministro franc¨¦s de Exteriores: cuanto m¨¢s dure, m¨¢s se refuerzan los extremistas, los grupos pr¨®ximos a Al Qaeda¡±.
La Uni¨®n Europea necesita cooperar m¨¢s con Turqu¨ªa ¡°porque para ir a Siria hay que pasar por all¨ª"
Aunque las urgencias econ¨®micas desplazan casi todo a un segundo plano, los pa¨ªses no pueden permitirse desatender la regi¨®n africana. ¡°Si no afrontamos la cuesti¨®n del Sahel, m¨¢s tarde podemos tener un problema serio. Cuando la gente se pregunta si fue inteligente intervenir en Mal¨ª, la respuesta es s¨ª: para evitar la consolidaci¨®n de un refugio seguro por la puerta de atr¨¢s de Europa. No podemos dejar que se desarrolle porque el pr¨®ximo paso ser¨¢ un movimiento mucho m¨¢s fuerte¡±, alerta el experto belga.
Frente a los medios tradicionales de las fuerzas policiales, el radicalismo corre como la p¨®lvora por Internet, una herramienta eficaz para captar y adiestrar combatientes. ¡°Tenemos que hacer mucho m¨¢s ah¨ª, especialmente en las redes sociales¡±, admite el jefe antiterrorista, en el cargo desde que fue nombrado por Javier Solana en 2007. Detectar esos mensajes requiere rastrear la web y para eso se necesita la cooperaci¨®n de los proveedores, que hasta ahora ¡°han mostrado reservas¡±. Se trata, en todo caso, de una lucha compleja entre la libertad de expresi¨®n y el control del radicalismo. ¡°No queremos establecer un gran hermano¡±, precisa.
M¨¢s all¨¢ del peligro terrorista, Gilles de Kerchove est¨¢ preocupado por ¡°la creciente xenofobia que vive Europa a ra¨ªz de la crisis, especialmente hacia los musulmanes¡±. Eso le hace recurrir a la per¨ªfrasis cada vez que habla del terrorismo de ra¨ªz isl¨¢mica. ¡°Nunca uso la palabra isl¨¢mico. Prefiero hablar de terrorismo inspirado o ligado a Al Qaeda¡±, explica, consciente de que la menci¨®n a Al Qaeda es demasiado difusa.
Ante todo, Kerchove cree que la lucha antiterrorista debe respetar los derechos humanos. ¡°Por eso Obama decidi¨® anular los vuelos secretos de la CIA, los campos de detenci¨®n, las torturas¡¡±. Adem¨¢s de una atrocidad, violar los derechos humanos es, en opini¨®n de este alto cargo europeo, una amenaza para los soldados: ¡°Si violas los derechos humanos, pones a todos tus compa?eros en peligro porque se genera sensaci¨®n de venganza¡±.
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