Am¨¦rica para los americanos
Lo que va a hacer viable el futuro inmediato en el continente es la lucha contra la brecha social
Y Obama tom¨® el poder. Y lo tom¨® desde las minor¨ªas; la mayor¨ªa de ellas hablan espa?ol.
Tras la muerte de Ch¨¢vez y la reelecci¨®n de Obama, cuando hasta los senadores republicanos han entendido que la ¨²nica manera de volver a la presidencia es que les ocurra como a Brooklyn, que se integr¨® en Nueva York facilitando as¨ª que los dem¨®cratas ganaran las elecciones, habr¨¢ ley de migraci¨®n.
Hemos vivido, desde aquella ma?ana despejada del 11-S, una ¨¦poca en la que Am¨¦rica no fue para los americanos, en el sentido de la hegemon¨ªa estadounidense. Am¨¦rica fue para los otros americanos: para los monos que bajaron de los ranchos, para los comandantes muertos por los c¨¢nceres de huesos, para un Fidel Castro que nunca pens¨® que ver¨ªa su triunfo.
Fracas¨® el mundo del desarrollo y del ¨¦xito: aqu¨¦l que necesitaba quemar en un d¨ªa las mismas kilocalor¨ªas que un habitante de un pa¨ªs pobre durante dos semanas. El reino de Estados Unidos ha desaparecido. Y, ahora, en este nuevo orden, un presidente afroamericano tiene que desarrollar sus nuevas fronteras. M¨¦xico, EE UU y Canad¨¢ son lo mismo: siempre fueron Norteam¨¦rica. La diferencia es que ahora el muro ya no estar¨¢ en Tijuana ni en Nogales: el muro estar¨¢ en Tapachula.
A partir de aqu¨ª, la ley de migraci¨®n har¨¢ que el pr¨®ximo presidente tenga que decir ¡°buenas noches, amigo¡± y ¡°hasta la vista, amigo¡± porque es la ¨²nica manera de evitar que se cierna sobre Am¨¦rica la hegemon¨ªa china.
Y es que, aunque parezca mentira, el mundo post-todo en el que vivimos, tiene algunos ejes claros y, por uno de esos designios del destino, a M¨¦xico le ha tocado un papel fundamental.
Ojal¨¢ cuando Obama y Pe?a Nieto se encuentren en mayo, acierten a delinear qu¨¦ van a hacer.
Mientras tanto, desde Maduro hasta Castro, desde Pe?a Nieto hasta Dilma, Am¨¦rica vuelve a ser para los americanos. En el bien entendido de que lo ¨²nico que esto quiere decir es que se est¨¢ construyendo un nuevo eje del poder en el continente.
EE UU sigue siendo la potencia dominante del mundo y, por tanto, tambi¨¦n de Am¨¦rica. Lo que ha cambiado de manera sustancial es: uno, todo el continente es una democracia; dos, su problema es la desigualdad social; tres, sigue existiendo el bono demogr¨¢fico en gran parte de los pa¨ªses que no son Estados Unidos como, por ejemplo, M¨¦xico; cuatro, los nuevos equilibrios del poder son directamente los que tienen que ver con el nuevo mapa defensivo, con el primer c¨ªrculo de intereses nacionales de los pa¨ªses.
En ese sentido, Centroam¨¦rica ha quedado colgada y a expensas del nuevo t¨²nel. Es decir, el Canal de Panam¨¢, insuficiente para dirigir y digerir tant¨ªsimo tr¨¢fico que necesita conectar con los dos oc¨¦anos, abre el paso al Canal de Nicaragua y ah¨ª, de nuevo, la batalla entre Oriente y Occidente. China ha hecho una oferta para financiar al cien por cien un nuevo canal alternativo, que ahorre miles de kil¨®metros en su recorrido y permita a los grandes buques actuales navegar por ¨¦l. Pero Pek¨ªn ha puesto otra condici¨®n, adem¨¢s de la financiera. Pide a Nicaragua la posibilidad de desplazar de 30.000 a 50.000 chinos al pa¨ªs, lo que supondr¨ªa, ya no la amenaza amarilla, sino la configuraci¨®n de por d¨®nde van a ir las luchas de verdad en el continente. Esa Am¨¦rica para los americanos significa abandonar el enfrentamiento con los pa¨ªses del ALBA para pasar a construir una nueva relaci¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica y social tras el castrismo.
Estados Unidos tiene las manos atadas cuando se trata de hacer pol¨ªtica con Cuba. El 90% de sus acciones hacia la isla son leyes, lo que quiere decir que solo cambiar¨¢ cambiando esas leyes. Es mucho m¨¢s f¨¢cil ponerse de acuerdo con los cubanos sobre los pa¨ªses del ALBA, incluyendo a Venezuela, que ponerse de acuerdo sobre la propia Cuba pero, La Habana, sin esos pa¨ªses, no es viable. Esa es otra de las claves fundamentales del nuevo orden pol¨ªtico.
Los c¨¢rteles y las guerrillas forman parte de lo que hay que reordenar y, en ese sentido, el di¨¢logo con las FARC o la lucha iniciada y fracasada por Felipe Calder¨®n contra el narcotr¨¢fico se?alan los nuevos ejes geopol¨ªticos y militares del continente.
En cualquier caso, lo que va a hacer viable el futuro inmediato es la lucha contra la brecha social. Si la Am¨¦rica que no es Estados Unidos ¨Cincluido M¨¦xico- no resuelve ese problema, dar¨¢ igual cu¨¢l sea el reordenamiento o el desplazamiento de las fronteras. Volver¨¢n a incrementarse los problemas de seguridad, la inestabilidad social y la falta de legitimidad de los reg¨ªmenes.
Por eso es muy importante que en la nueva definici¨®n el modelo econ¨®mico pase, primero, por la no confrontaci¨®n; segundo, por un plan intensivo de inversiones en la zona; tercero, por un programa de rearme fiscal que permita un desarrollo similar al Brasil de Lula: crecer y crecer y sacar de la pobreza extrema a millones de ciudadanos.
Y, por ¨²ltimo, abrir un espacio a los orgullos y a la nacionalidades que eviten que los Ch¨¢vez y los Castro tengan sentido en la Am¨¦rica del siglo XXI.
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