El ministro de econom¨ªa brit¨¢nico liga un crimen al abuso de las ayudas sociales

El ministro de Econom¨ªa brit¨¢nico, George Osborne, ha suscitado una oleada de cr¨ªticas al utilizar un tr¨¢gico suceso en el que murieron seis ni?os como justificaci¨®n para la reforma del Estado del bienestar que est¨¢ acometiendo el Gobierno liderado por el conservador David Cameron. Horas antes de sus pol¨¦micas declaraciones, Michael Philpott, un ciudadano de 56 a?os, hab¨ªa sido condenado a cadena perpetua. En el incendio que provoc¨® en su vivienda social con el objetivo de percibir mayores subsidios p¨²blicos acabaron pereciendo por asfixia sus propios hijos.

El proceso contra Philpott y sus dos c¨®mplices ¡ªsu actual compa?era sentimental y un amigo¡ª en el tribunal de lo penal de Nottingham ha acaparado la atenci¨®n nacional a lo largo de las ¨²ltimas ocho semanas. No solo han llamado la atenci¨®n las terribles consecuencias de sus actos, sino tambi¨¦n su sistem¨¢tico y escandaloso abuso de las ayudas sociales, algo que convirti¨® en un estilo de vida.

Padre de 17 hijos, que tuvo con diferentes mujeres, viv¨ªa con once de ellos, con su esposa y con su amante en una casa de protecci¨®n oficial. Recib¨ªa anualmente 8.000 libras (unos 9.420 euros) del Estado en ayudas por hijo. La suma de los subsidios percibidos por los diferentes miembros de la familia podr¨ªan superar las 54.000 libras (m¨¢s de 63.500 euros) al a?o. Por si fuera poco, Philpott plane¨® el incendio y el posterior rescate de los ni?os (con edades comprendidas entre los 5 y los 10 a?os) a trav¨¦s de la ventana para acusar a su amante y retener as¨ª la custodia de los peque?os. Pero se le fue de las manos.

Preguntado por el caso durante una visita oficial a Derby, el ministro Osborne sugiri¨® que ¨¦ste supone un cuestionamiento del Estado del bienestar, e invit¨® a la sociedad a plantearse ¡°si debe ser el contribuyente quien financie estilos de vida¡± como el de Philpott, un desempleado de 56 a?os a quien nunca se le ha conocido un trabajo. Tanto la oposici¨®n laborista como los propios socios liberaldem¨®cratas en la coalici¨®n de Gobierno han censurado al ministro por intentar extraer r¨¦ditos pol¨ªticos de un espantoso crimen. Si el n¨²mero dos del Tesoro, el liberaldem¨®crata Danny Alexander, se distanci¨® de su jefe subrayando que una tragedia individual no debe condicionar el debate sobre las ayudas sociales, los laboristas acusaron directamente a Osborne de ¡°traspasar los l¨ªmites de la decencia¡±.

A pesar del esc¨¢ndalo, el primer ministro David Cameron ha confirmado el completo respaldo a las consideraciones de Osborne, acogidas muy favorablemente por la prensa m¨¢s conservadora y un sector de los parlamentarios tories. Esa noci¨®n sin matices de que el Estado del bienestar perpet¨²a una cultura dependiente del subsidio, y permite vivir sin trabajar a quienes podr¨ªan hacerlo, contrasta con una realidad en la que los dr¨¢sticos recortes reci¨¦n implementados por el Gobierno se ceban en los m¨¢s desfavorecidos. Michael Philpott y su obsesi¨®n por seguir procreando para acumular beneficios sociales encarna un caso extremo de explotaci¨®n del sistema. Seg¨²n las cifras del Departamento de Trabajo y Pensiones, en el Reino Unido solo hay 180 familias con m¨¢s de diez hijos que recurren a ese tipo de ayudas.