El fin de un idilio y el derrumbe de una estrategia
Unas pocas palabras bastaron para destrozar en segundos la excelente relaci¨®n pol¨ªtica entre Mujica y Cristina Fern¨¢ndez
Unas pocas palabras bastaron para destrozar en segundos el idilio pol¨ªtico que hab¨ªan exhibido en los ¨²ltimos a?os el presidente de Uruguay, Jos¨¦ Mujica y su colega argentina, Cristina Fern¨¢ndez; y volvieron a tensar las relaciones entre los gobiernos del R¨ªo de la Plata, luego de tres a?os de una distensi¨®n que en realidad ocultaba m¨²ltiples problemas sin resolver en las relaciones bilaterales.
¡°La vieja es peor que el tuerto¡±. La lapidaria frase de Mujica estaba siendo tomada por un micr¨®fono abierto, sin que Mujica lo supiera, y refer¨ªa a la mandataria argentina y a su difunto esposo, el ex presidente N¨¦stor Kirchner (2003-2007). El incendio demor¨® muy poco: los medios tomaron la frase de inmediato, los portales se ocuparon de potenciarla y las redes sociales ardieron. Miles de mensajes de los lectores en los portales de los principales diarios argentinos mostraban el impacto que hab¨ªan tenido las expresiones del presidente uruguayo, que se ha vuelto muy popular en la vecina orilla.
En realidad los dichos de Mujica hab¨ªan sido un poco m¨¢s extensos: tambi¨¦n dijo que Cristina Fern¨¢ndez no sabe lo que hace y que es m¨¢s ¡°terca¡± que Kirchner y se burl¨® de la conversaci¨®n que la presidenta mantuvo con el papa Francisco cuando le regal¨® un mate argentino. ¡°A un papa argentino que vive 77 a?os, ?le va a explicar lo que es un mate y un termo?".
Mujica intent¨® una explicaci¨®n que no convenci¨® a nadie, asegurando que p¨²blicamente no hab¨ªa hablado del tema. Pero no pudo negar sus dichos y la Canciller¨ªa argentina reaccion¨® con gran dureza.
Mujica fue traicionado por un micr¨®fono abierto, pero tambi¨¦n por dos elementos fundamentales de su propia forma de actuar: una incontenible verborragia que lo hace hablar todos los d¨ªas de los m¨¢s diversos temas, a veces contradici¨¦ndose consigo mismo; y un estilo recargado de expresiones que no pocas veces caen en el agravio.
En realidad, este inesperado hecho, no hizo m¨¢s que dejar el descubierto la verdadera situaci¨®n de las relaciones bilaterales, con m¨²ltiples temas pendientes por falta de aprobaci¨®n del gobierno argentino.
Al desnudo
El gobierno uruguayo qued¨® completamente descolocado y el presidente Mujica al desnudo. Los medios de comunicaci¨®n actuales ¨CInternet mediante- no perdonan y la velocidad con la que se propag¨® la informaci¨®n dej¨® al presidente uruguayo sin margen de maniobra. Su frase derrumb¨® en instantes la paciente estrategia de acercamiento a la Casa Rosada que Mujica teji¨® desde la Presidencia, intentando dejar atr¨¢s el complicado per¨ªodo los gobiernos de N¨¦stor Kirchner en Argentina y el socialista Tabar¨¦ V¨¢zquez (2005-2010) en Uruguay, caracterizado por una confrontaci¨®n permanente. La llegada simult¨¢nea al gobierno de Kirchner y V¨¢zquez, hizo pensar en su momento en la apertura de un per¨ªodo fruct¨ªfero en las relaciones de los dos pa¨ªses, bajo su presunta identidad ideol¨®gica. Sin embargo ocurri¨® lo contrario.
El principal motivo de aquel enfrentamiento, fue la oposici¨®n del gobierno argentino a la construcci¨®n de una planta de celulosa en la lim¨ªtrofe ciudad de Fray Bentos sobre el r¨ªo Uruguay y la consecuente decisi¨®n de un grupo de ciudadanos ¨Ccon claro apoyo del gobierno nacional- de cortar un puente que une en ese lugar a los dos pa¨ªses. En represalia, V¨¢zquez vet¨® a Kirchner como presidente de la UNASUR, encendiendo la furia del gobierno argentino. Incluso mas recientemente ¨Cen octubre de 2011-volvi¨® la pol¨¦mica, cuando V¨¢zquez admiti¨® en una charla con un grupo de estudiantes, que hab¨ªa solicitado apoyo al entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush y su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, en el conflicto con Argentina; y les pidi¨® que hicieran p¨²blico que Estados Unidos era amigo y socio de Uruguay.
Etapa nueva, problemas viejos
Argentina llev¨® el tema de la plana de celulosa a la Corte Internacional de La Haya pero el fallo le fue adverso, lo que dej¨® en una situaci¨®n inc¨®moda al gobierno de ese pa¨ªs. El final de la gesti¨®n de V¨¢zquez y la llegada de Mujica al gobierno, abrieron las puertas a una nueva etapa que dejara atr¨¢s los resentimientos. As¨ª, desde la propia asunci¨®n de Mujica, abundaron los gestos de cercan¨ªa entre el mandatario uruguayo y Cristina Fern¨¢ndez destinados muchas veces a marcar el contraste con lo que hab¨ªa ocurrido con Tabar¨¦ V¨¢zquez.
Sin embargo persistieron problemas de todo tipo: la permanente postergaci¨®n de la profundizaci¨®n del canal Mart¨ªn Garc¨ªa en el R¨ªo de la Plata (fundamental para los puertos uruguayos), denuncias de intento de coima a un diplom¨¢tico uruguayo para favorecer a una empresa en el mantenimiento del mismo canal, falta de un permiso por parte de Buenos Aires para construir nuevos muelles en un puerto uruguayo, dificultades crecientes en el comercio bilateral, trabas al turismo argentino (muy importante para la econom¨ªa uruguaya) y la demora en construir juntos una planta ¡°regasificadora¡±, entre otros temas, siguieron complicando las relaciones.
La persistencia de las dificultades pese a los reiterados gestos de buena voluntad de Mujica, le provocaron duras cr¨ªticas de la oposici¨®n y generaron dudas en filas oficialistas. El presidente Mujica lleg¨® a aceptar por presi¨®n argentina que el actual embajador uruguayo en Madrid, y ex embajador en Buenos Aires, Francisco Bustillo, fuera retirado de la Comisi¨®n Administradora del R¨ªo de la Plata, un escenario de reiterados choques en los ¨²ltimos a?os entre los dos pa¨ªses. Buenos Aires ve¨ªa en Bustillo ¨Cun hombre de confianza de Tabar¨¦ V¨¢zquez y del actual canciller Luis Almagro- un obst¨¢culo por sus duras posturas en las negociaciones.
El conjunto de las dificultades, fue haciendo perder la paciencia a Mujica, quien en los ¨²ltimos meses hab¨ªa emitido m¨¢s de una se?al de disconformidad sintetizada en otra frase contundente: las relaciones con Argentina, se?al¨®, son una ¡°misi¨®n imposible¡±.
Este nuevo episodio protagonizado por Mujica trasciende por mucho la an¨¦cdota y cala hondo en las relaciones bilaterales, y sin duda impacta en el MERCOSUR y los v¨ªnculos entre los gobiernos ¡°progresistas¡± o de izquierda de la regi¨®n.
Los dichos de Mujica tambi¨¦n pueden dar a la presidenta argentina un motivo, ahora s¨ª, para justificar muchas de las trabas que ya existen en las relaciones bilaterales.
Pasado y futuro
Este episodio hace recordar a otro similar que ocurri¨® durante la Presidencia del colorado Jorge Batlle quien en 2002 ante una c¨¢mara que cre¨ªa apagada, dijo que los argentinos eran unos ¡°ladrones, del primero al ¨²ltimo¡±. Entonces Batlle debi¨® concurrir a Buenos Aires a pedir perd¨®n al presidente argentino Eduardo Duhalde, en una conferencia de prensa en la que lleg¨® a derramar l¨¢grimas. Tal vez por eso, precisamente, Mujica dijo ahora que no iba a andar pidiendo perd¨®n.
El padre de Jorge Batlle, Luis Batlle, tambi¨¦n fue presidente entre 1947 y 1951 y durante su gobierno se vivi¨® uno de los peores momentos en las relaciones bilaterales de los dos pa¨ªses, cuando los enemigos de Juan Domingo Per¨®n se refugiaban en Uruguay.
Cuando Jorge Batlle calific¨® de ¡°ladrones¡± a los argentinos, Mujica era diputado y opin¨® que lo grave no era lo que el presidente pensaba, sino que lo hubiera dicho, a¨²n creyendo que la c¨¢mara estaba apagada. Ahora le toc¨® el turno al propio Mujica que al menos sincer¨® la situaci¨®n y dej¨® en claro su verdadero pensamiento sobre su colega argentina y su fallecido esposo. Lo que casi todo el mundo se pregunta, es c¨®mo habr¨¢n de evolucionar las cosas ahora. Y la respuesta no parece para nada clara.
Alfonso Lessa es periodista uruguayo, escritor, mag¨ªster en Ciencia Pol¨ªtica y Dr. en Diplomacia.
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