?Habr¨ªa ganado Maduro en una democracia plena?
La pregunta es si lo que quiere hoy la mayor¨ªa es la continuaci¨®n del chavismo a cualquier coste
A lo mejor s¨ª. Pero la pregunta se impone: si Venezuela gozase de una democracia plena, como por ejemplo Brasil, ?hubiese ganado las elecciones, Nicol¨¢s Maduro, indicado a dedo por Ch¨¢vez antes de morir, con todo lo que ese gesto comport¨® de simbolismo emocional?
Nadie afirma que las elecciones venezolanas se hayan desarrollado con imposiciones dictatoriales abiertas. Nadie fue obligado a votar con violencia pero tampoco es posible afirmar que se celebraron con todos los crismas de una moderna y completa democracia. Por todo ello ser¨¢ dif¨ªcil saber si el resultado de las urnas hubiese sido o no diferente en el caso de haberse celebrado de forma ¡°normal¡±.
Por ejemplo, si Ch¨¢vez, antes de morir, hubiese pedido a los venezolanos que votasen a su sucesor en total libertad, mirando el bien mayor del futuro del pa¨ªs, sin haber dado indicaciones personales. O que el opositor Henrique Capriles hubiese gozado de los mismos instrumentos de propaganda y libertad en su campa?a que la de su contrincante, Nicol¨¢s Maduro, que hasta ha tenido el privilegio casi sobrenatural de una aparici¨®n de Ch¨¢vez en forma de p¨¢jaro, cuya fuerza simb¨®lica bien explic¨® en este diario Miguel ?ngel Bastenier.
La pregunta es si lo que quiere hoy la mayor¨ªa de los venezolanos es la continuaci¨®n del chavismo a cualquier coste o un pa¨ªs pacificado, pr¨®spero, que sepa usar sus riquezas naturales para el bien com¨²n y no como anta?o para el enriquecimiento de unos pocos a costa de la miseria de la mayor¨ªa. Si el chavismo es exigido desde abajo o impuesto desde arriba.
Ha habido, por ejemplo, en la historia de las dictaduras europeas, casos en que ha sido el pueblo el que ha provocado el perpetuarse de esos autoritarismos. En otros casos puede que sea al rev¨¦s, que el autoritarismo de un l¨ªder acabe forzando una forma autoritaria con cu?o de eternidad.
Un autoritarismo, que sin las cadenas de una democracia controlada y vigilada, quiz¨¢s no hubiese resistido. ?Ser¨¢ el caso de Venezuela?
Por todos los an¨¢lisis que estamos leyendo, lo que los venezolanos desean es vivir mejor, sin la losa de una inflaci¨®n que aplasta siempre a los m¨¢s pobres, sin tanta violencia en las calles y con sus riquezas usadas para su bienestar y no para pagar fidelidades ideol¨®gicas fuera de las fronteras nacionales. Y con la informaci¨®n sin mordazas.
Si a pesar de la conmoci¨®n de la muerte del l¨ªder carism¨¢tico y del uso y abuso que de ese duelo se ha hecho en estas elecciones, Capriles ha conseguido conquistar casi la mitad de los votos, ser¨ªa dif¨ªcil afirmar que es el pueblo venezolano como un todo el que ratifica la continuaci¨®n del chavismo sin Ch¨¢vez.
El comentarista pol¨ªtico, Reinaldo Azevedo, de la revista Veja hizo ayer, con los ojos puestos en las elecciones venezolanas, un agudo comentario en su blog : ¡°Las modernas dictaduras prescinden de los tanques de guerra. Prefieren a veces las urnas que las legitime¡±, escribi¨®.
Un peligro que, seg¨²n algunos comentaristas pol¨ªticos, comienza a serpentear en esa zona oscura de algunos populismos de Am¨¦rica Latina, que son capaces de aparecer como democracias cuando en realidad se trata de artima?as para perpetuarse en el poder.
Las urnas, ellas solas, sin los dem¨¢s instrumentos de una democracia completa que las hagan transparentes, pueden acabar legitimando decisiones que m¨¢s que hijas de la libertad de los ciudadanos y de verdaderos ideales revolucionarios, acaban siendo los sue?os de poder de quienes directa o indirectamente las manipulan.
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