EE UU vive una nueva semana negra en aniversarios de matanzas

Los atentados de Boston, la alarma por el env¨ªo de cartas envenenadas a m¨¢ximos dirigentes del pa¨ªs y la explosi¨®n de una planta industrial en Waco (Texas) han sumido a Estados Unidos en una "semana negra" al cumplirse los aniversarios de las matanzas que m¨¢s han conmocionado al pa¨ªs.

Y es que cinco d¨ªas de abril, los que van del 16 al 20, coinciden con las fechas de las peores matanzas de los ¨²ltimos 15 a?os en EE UU, si se except¨²a la m¨¢s grave de ellas, los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington.

El pa¨ªs vive estos d¨ªas un estado de psicosis comparable al que se gener¨® tras los atentados del 11 de septiembre, al evidenciarse de nuevo que Estados Unidos es un pa¨ªs vulnerable a los ataques, a pesar de no haberse confirmado a¨²n ni las causas ni a los responsables de estos ¨²ltimos sucesos.

La ciudad de Boston, en el noreste de Estados Unidos, precisamente de la que sali¨® uno de los aviones que derribaron las Torres Gemelas de Nueva York, se convirti¨® en el centro de la atenci¨®n internacional el domingo tras las explosiones que mataron a tres personas e hirieron a m¨¢s de cien durante su tradicional marat¨®n.

Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el FBI asegur¨® que ha identificado a un sospechoso de estos ataques, pero a¨²n no ha sido detenido e ignora sus prop¨®sitos.

La posibilidad de que grupos terroristas ¨¢rabes est¨¦n detr¨¢s de esta matanza, aunque no descartada del todo, parece perder fuerza.

En medio del caos generado por estos sucesos, en la polic¨ªa federal estadounidense saltaban todas las alarmas al descubrir el env¨ªo de varias cartas, aparentemente impregnadas de una sustancia venenosa, que fueron enviadas al presidente Barack Obama y al senador republicano Roger Wicker.

Tras detener a un sospechoso, el FBI descart¨® que la carta dirigida a Obama estuviera relacionada con las explosiones de Boston, con lo que pareci¨® neutralizar las sospechas difundidas en algunos medios estadounidenses de que el pa¨ªs era de nuevo v¨ªctima de un ataque de grupos organizados.

A estos sucesos se a?adi¨® anoche la grave explosi¨®n de una f¨¢brica de fertilizantes en West, en el estado de Texas, muy cerca de la ciudad de Waco, tristemente c¨¦lebre por ser el lugar donde murieron 81 personas que hab¨ªan puesto sus vidas en manos de su l¨ªder, David Koresh, dirigente de la secta de los davidianos.

Precisamente un 19 de abril, pero de 1992, las fuerzas de seguridad estadounidenses decidieron lanzar gases lacrim¨®genos contra el rancho de Monte Carmelo, la sede de la secta en Waco para poner fin al "sitio" que hab¨ªa comenzado el 28 de febrero en busca del l¨ªder del grupo. Entre los 81 muertos hab¨ªa 17 ni?os menores de diez a?os.

El 16 de abril de 2007, un estudiante surcoreano Cho Seung Hui, de 23 a?os y un historial de problemas mentales, mat¨® a 32 personas en las aulas de la Universidad Polit¨¦cnica de Virginia antes de suicidarse.

En una especie de testamento que Cho dej¨® grabado, el autor de la matanza rend¨ªa homenaje a Eric Harris y Dylan Kiebold, los estudiantes que casi exactamente ocho a?os antes que ¨¦l hab¨ªan abierto fuego tambi¨¦n contra sus compa?eros en un instituto de Columbine, en Colorado.

Harris y Kiebold mataron a doce alumnos y un profesor el 20 de abril de 1999, en un suceso que se considera una de las peores pesadillas en el mundo educativo estadounidense.

Pero estas tragedias no son las ¨²nicas que cumplen su aniversario en esta luctuosa semana de abril.

Otro 19 de abril, dos a?os despu¨¦s de los sucesos de Waco, un cami¨®n bomba destruy¨® el edificio federal Alfred Murray de la ciudad de Oklahoma, donde se encontraba la sede de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) cuyos agentes participaron en la operaci¨®n contra los davidianos.

El autor del atentado, que mat¨® a 168 personas, fue Timoty McVeigh, un exsoldado condecorado en la guerra del Golfo y vinculado a grupos paramilitares de extrema derecha. Las autoridades determinaron que McVeigh, que ser¨ªa ejecutado seis a?os despu¨¦s, quiso vengar con su ataque contra el Gobierno de EE UU la muerte de los davidianos.

Azar, casualidad o, para los que creen en las teor¨ªas conspirativas, abril se ha convertido en un mes tr¨¢gico que muchos estadounidenses querr¨ªan borrar del calendario.