El Congreso argentino aprueba la reforma judicial kirchnerista
El Gobierno logra tras 17 horas de debate y protestas sacar adelante una legislaci¨®n que la oposici¨®n ve como el zarpazo final del Ejecutivo a la independencia judicial
Despu¨¦s de 20 horas de debate entre gritos y argumentos, la C¨¢mara de Diputados de Argentina convirti¨® este jueves en ley dos de los seis proyectos de reforma judicial que plante¨® la presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Tambi¨¦n aprob¨® con modificaciones otro proyecto que deber¨¢ volver al Senado. La reforma ha sido planteada por el kirchnerismo como un paso hacia la ¡°democratizaci¨®n¡± de la justicia en un pa¨ªs donde muchos delitos quedan impunes y las desigualdades sociales tambi¨¦n se manifiestan en los tribunales, pero la fragmentada oposici¨®n se ha unido para denunciar el presunto intento del Gobierno de acabar con la ¡°independencia judicial¡±.
Con la mayor¨ªa de la oposici¨®n fuera del recinto en se?al de protesta por el m¨¦todo apresurado de la votaci¨®n, la C¨¢mara de Diputados sancion¨® por 126 votos contra diez una ley que limita a seis meses las medidas cautelares de jueces contra normas del Estado, de modo que se deban expedir r¨¢pido sobre la cuesti¨®n de fondo de las causas. La norma solo except¨²a de esta restricci¨®n temporaria a los litigios que afectan a ¡°sectores sociales vulnerables¡±, la ¡°vida digna¡± o cuando se trate de conflictos laborales.
Sin embargo, distintas voces criticaron esta iniciativa, como el Nobel de la Paz Adolfo P¨¦rez Esquivel, que record¨® el pasado domingo que las medidas cautelares son ¡°necesarias para la defensa de la ciudadan¨ªa y los derechos humanos frente al Estado¡±. P¨¦rez Esquivel coincidi¨® con Fern¨¢ndez en la necesidad de una reforma que termine con la ¡°corporaci¨®n judicial imperante que hace tanto da?o al pueblo¡±, pero disinti¨® con el contenido de algunos proyectos oficiales.
Por 126 votos contra ocho se convirti¨® en ley la iniciativa que crea tres tribunales de tercera instancia en los fueros laboral, contencioso administrativo (los litigios que involucran al Estado) y civil y comercial. De este modo, quien apele fallos de segunda instancia en esos fueros no podr¨¢ recurrir directamente a la Corte Suprema.
Por 130 votos a favor y 123 en contra, la C¨¢mara de Diputados aprob¨® el proyecto que establece que los jueces, abogados y acad¨¦micos que integran el Consejo de la Magistratura (¨®rgano de selecci¨®n y destituci¨®n de magistrados) sean elegidos por el pueblo a trav¨¦s de candidaturas por los partidos pol¨ªticos. Los opositores han criticado que los jueces tengan que alinearse con partidos y que la mayor¨ªa gobernante pueda acabar dominando los tres poderes del Estado. El exjuez espa?ol Baltasar Garz¨®n, actual asesor de la C¨¢mara de Diputados de Argentina, apoy¨® los proyectos de reforma judicial, pero sugiri¨® que los candidatos al consejo pudiesen postularse tambi¨¦n por fuera de los partidos.
Por petici¨®n de la Corte Suprema, esta iniciativa fue modificada por los diputados kirchneristas para que el m¨¢ximo tribunal mantuviera el control presupuestario de la justicia y no se lo transfiera al Consejo de la Magistratura, como hab¨ªa votado el Senado. Por lo tanto, el proyecto volver¨¢ a ser debatido por la c¨¢mara alta. Otros tres proyectos de la reforma judicial, menos pol¨¦micos y que apuntan a transparentar el ingreso a la carrera judicial y a difundir las sentencias y los patrimonios de los funcionarios, se convertir¨¢n en ley el 8 de mayo, cuando sean discutidos por el Senado, donde el kirchnerismo y sus aliados tambi¨¦n cuentan con la mayor¨ªa absoluta.?
El jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina, dijo que la reforma traer¨¢ una ¡°justicia m¨¢s cercana a la gente, que se ponga en el lugar de los humildes¡±. En cambio, un diputado de la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR, segunda fuerza parlamentaria) que en 1985 fue uno de los jueces que conden¨® a los m¨¢ximos jerarcas de la ¨²ltima dictadura militar (1976-1983), Ricardo Gil Lavedra, calific¨® los tres proyectos que se discut¨ªan este mi¨¦rcoles como ¡°el mayor retroceso desde la restauraci¨®n democr¨¢tica¡±. El diputado Felipe Sol¨¢, peronista disidente (tercera fuerza), consider¨® ¡°triste que el Gobierno haya ca¨ªdo en esa actitud de que la justicia es para los otros, para los giles (tontos)¡±. Su par Victoria Donda, del Frente Amplio Progresista (FAP), la cuarta fuerza aunque en v¨ªas de extinci¨®n por sus peleas internas, advirti¨® de que ¡°este proyecto democratiza la injusticia¡±. La diputada Laura Alonso, de la conservadora Propuesta Republicana (PRO, quinto grupo en n¨²mero), lo calific¨® de ¡°inconstitucional¡±. La oposici¨®n recurirr¨¢ a la Corte Suprema para solicitar que declare la inconstitucionalidad de las leyes de la reforma, una vez que sean sancionadas.
El debate de los tres proyectos de ley comenz¨® el mi¨¦rcoles al mediod¨ªa de Buenos Aires y diputados anticipaban que podr¨ªa extenderse hasta las 9 de la ma?ana del jueves. Mientras comenzaba la discusi¨®n, gracias a que el peronismo kirchnerista consigui¨® 20 aliados para reunir el qu¨®rum necesario, dos de las cinco centrales sindicales protestaron afuera del Congreso contra la reforma judicial. El l¨ªder de una de las tres facciones de la peronista Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), el exkirchnerista Hugo Moyano, desliz¨® sospechas de compra de votos en la C¨¢mara de Diputados para aprobar las leyes.
M¨¢s tarde, partidos pol¨ªticos opositores convocaron a otra manifestaci¨®n contra las iniciativas del Gobierno, pero no consiguieron tanto ¨¦xito como la protesta organizada por ciudadanos desconocidos en las redes sociales hace una semana. O los partidos carecen de capacidad de movilizaci¨®n o la poblaci¨®n no sale a la calle por una cuesti¨®n institucional como la justicia. El pasado jueves cientos de miles de argentinos se hab¨ªan quejado ya de la reforma judicial, pero tambi¨¦n de la corrupci¨®n, la inseguridad, la concentraci¨®n de poder o la inflaci¨®n. Esta vez alcanzaban los 10.000, seg¨²n el peri¨®dico La Naci¨®n.
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