Un nuevo y potente t¨®pico se est¨¢ instalando entre nuestras creencias, una idea que se?ala la estupidez generalizada de quienes nos dirigen en abierta oposici¨®n a la soberana inteligencia de las multitudes. Puede aplicarse en todos los ¨¢mbitos, pero es en la acci¨®n pol¨ªtica donde tiene mayor presencia. Cuenta con asideros argumentales en el estado de nuestras instituciones, las dificultades para gobernar la econom¨ªa, el deterioro de los liderazgos o la extensi¨®n de la corrupci¨®n, pero encuentra su epifan¨ªa en el ¨¦xito de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y de la comunicaci¨®n para dar poder a los individuos y a los grupos en detrimento de quienes les ven¨ªan organizando, dirigiendo o representando.
No vale para un pa¨ªs o un continente. Es de aplicaci¨®n global, como la tecnolog¨ªa y la econom¨ªa que la acompa?a. Antoni Guti¨¦rrez Rub¨ª lo desarrollaba ayer en estas mismas p¨¢ginas a prop¨®sito de las ILP (iniciativas legislativas populares) en el art¨ªculo 'Queremos legislar', en el que fundamentaba as¨ª el deseo expresado en el t¨ªtulo: "No solo porque queremos, podemos y debemos, sino porque sabemos. El conocimiento disponible en la sociedad abierta y en red es superior al de sus representantes y expertos. No estamos hablando de masas inertes y amorfas, sino de multitudes activas e inteligentes en la sociedad red, capaces de articular ¡ªo al menos iluminar¡ª soluciones p¨²blicas para problemas complejos si se dispone de entornos abiertos gracias a la tecnolog¨ªa".
"Los medios, tal como los hemos conocido, han cambiado para siempre", escriben los redactores del Daily Barometer, un peque?o diario universitario de Oregon. "Cheque¨¢bamos nuestros tel¨¦fonos, no mir¨¢bamos la CNN. No ¨ªbamos a los portales del Boston Globe o el Boston Herald. Y definitivamente no ¨ªbamos a esperar a la edici¨®n del diario en papel del d¨ªa siguiente para ver el relato de Associated Press. Todos est¨¢bamos en Twitter". "Ha sido el primer gran relato period¨ªstico interactivo", "el primer gran acontecimiento en el que millones de personas se convirtieron en parte del relato ellas mismas", ha se?alado Felix Salmon, de la Columbia Journalism Review.
Las filtraciones de Wikileaks ya proporcionaron una ilusi¨®n similar, la del acceso directo del p¨²blico a documentos secretos revelados por organizaciones de hackers. Las multitudes quieren investigar y esto es una novedad, pero al final quien proporciona la inteligencia para comprobar datos y sacar conclusiones es el FBI en su tarea policial y el periodismo profesional en la suya. Los medios tradicionales que se equivocaron fueron los que siguieron las redes sociales, no los que hicieron bien su trabajo. Tambi¨¦n Obama sac¨® sus conclusiones: "En la era de la informaci¨®n instant¨¢nea hay la tentaci¨®n de aferrarse a cualquier informaci¨®n, a veces para saltar a las conclusiones. Por eso es importante, ante una tragedia como esta en que la seguridad p¨²blica est¨¢ en riesgo y las apuestas son tan altas, que hagamos las cosas bien. Por eso investigamos. Por eso comprobamos los hechos de forma exhaustiva".
Comentarios
Por supuesto que hay idiotas, avivatos y descarados al frente de las instituciones. Pero en general los gobernantes atraviesan la v¨ªa dolorosa de estar siempre all¨ª, en lo alto, respondiendo. Tanto genio epis¨®dico que se asoma a las redes sociales expresa su sabia opini¨®n en 140 caracteres y luego se marcha, a otro t¨®pico y a otra red. El gobernante queda ah¨ª, expuesto a la cr¨ªtica por largos per¨ªodos. Es posible que por un minuto un brillante aficionado lleve con acierto el tim¨®n del buque. El problema es que la labor de conducci¨®n de la nave es 7/24/365: es constante y permanente.
Los representados superan a sus representantes. Lo l¨®gico ser¨ªa, entonces, que los representantes delegaran en los representados. Lo que no puede ser es que los que nos representan sepan menos que sus clientes, menoscabando sus intereses con sus errores de bulto. Pero para corregir esta situaci¨®n debe cambiar todo, la forma de representaci¨®n y los cauces para configurar esa representaci¨®n. Quiz¨¢s cuando nuestros representantes lleven un tiempo a este lado de la relaci¨®n representativa mejoren un poco. Nuestros representantes deben pasar por el taller popular para ser reparados por aquellos a quienes deben defender. M¨¢s Colaus y menos Iturgaices.
Indiscutiblemente Internet ha supuesto un enorme adelanto contribuyendo al desarrollo al permitir acceder a informaci¨®n y conocimiento y comunicarse de forma gratuita, global y casi en tiempo. Los foros abiertos, en extinci¨®n, la posibilidad de comentar noticias, y posteriormente la aparici¨®n de los blogs, me parecieron desde un principio y sigo pensando lo mismo adelantos muy positivos, pero no as¨ª el tema de las redes sociales. El fen¨®meno de las redes sociales est¨¢ muy inflado. Los expertos dicen que un mismo usuario se suele dar de alta en distintas cuentas de una o varias plataformas sociales distorsionando as¨ª el n¨²mero real de usuarios que est¨¢n interactuando. En el mejor de los casos las redes sociales unen a personas entre las que ya exist¨ªa un v¨ªnculo previo, y en el peor a gente cuyo ¨²nico v¨ªnculo es ser fan de un mismo famoso o consumidor de un mismo producto. No me gustan las redes sociales, pues est¨¢n concebidas para obtener la mayor informaci¨®n sobre sus usuarios con fines comerciales acabando con uno de los principales valores de Internet, que era el de poder mantener el anonimato a la hora de interactuar. Soy de la opini¨®n de que las redes sociales solo son ¨²tiles para el marketing comercial.?Sin son muchos, quieren, pueden y saben por qu¨¦ no constituyen un partido pol¨ªtico para as¨ª poder legislar, que es lo l¨®gico en democracia? Seguramente porque no son tantos como dicen y muchos de ellos ya pertenecen a partidos pol¨ªticos. Hay m¨¢s medios de comunicaci¨®n pero no estamos mejor informados ni recibimos m¨¢s informaci¨®n, pues todos los medios suelen informar sobre los mismos temas. Personalmente creo que el periodismo va a evolucionar en dos direcciones. Pasando a ser un departamento m¨¢s de las grandes empresas, a las cuales les interesa convertirse en productores de informaci¨®n, emisores de noticias period¨ªsticas, como instrumento para atraer seguidores, usuarios de sus redes sociales potenciales consumidores, a los que estudiar sus necesidades y gustos con fines comerciales y bombardear con su publicidad. Y el periodismo de siempre, unos pocos medios cuyos contenidos se caractericen por el rigor, la relevancia, el inter¨¦s, as¨ª como art¨ªculos de opini¨®n de personas de reconocido prestigio o que la posibilidad de acceso, por ejemplo a centros de poder, de valor al contenido de sus opiniones.Que los dos terroristas de Boston hayan actuado por iniciativa propia no es cre¨ªble. Por iniciativa propia alguien puede atentar contra el jefe que le ha despedido, contra la polic¨ªa u otro tipo de combatientes, contra el profesor que lo ha suspendido, contra la novia que lo ha dejado, contra¡. , cosas as¨ª, pero detr¨¢s de un atentado de este tipo indiscriminado siempre hay planificaci¨®n colectiva, alguien que da la orden y un fin. ?Ha llegado la hora de Chechenia?. Vivimos en la ¨¦poca de lo que se conoce como fuentes abiertas. A lo mejor el FBI no pero los servicios secretos americanos tienen que saber ya con todo tipo de detalle que paso.
La sensaci¨®n de "poder" y de "participar en" que provocan las nuevas tecnolog¨ªas es proporcional a la p¨¦rdida de intimidad que entregan los usuarios. No es lo mismo leer una noticia en un medio digital y poder escribir un comentario, e incluso, interacturar con otros lectores que simplemente leer la noticia en la prensa tradicional y no poder comentar nada al respecto: la atracci¨®n por los nuevos medios es irresistible.Las redes sociales nos informan - casi al segundo - de lo que ocurre, muchas veces, much¨ªsimas. sin comprobar la veracidad de lo difundido. Una foto, un video - a veces de lo m¨¢s tonto - se convierten en trending topics y si no lo has visto "no est¨¢s en el mundo". Una foto env¨ªada - como en el caso de las bombas de Boston - te hace creer que formas parte de algo o que eres importate. Pues bien - aunque a veces c¨®mo en este caso se ayude a la investigaci¨®n policial - todo eso s¨®lo proporciona un empobrecimiento individual en favor de la masa que s¨®lo beneficia a los creadores de esas redes o p¨¢ginas y que en el caso de los m¨¢s j¨®venes puede suponer un enpobrecimiento a¨²n mayor. Las nuevas tecnolog¨ªas y medios de difusi¨®n nos est¨¢n desbordando y haci¨¦ndonos creer en un mundo que solamente existe en la pantalla de un portatil, una tablet o en un tel¨¦fono m¨®vil, la realidad es otra cosa
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Escribe en EL PA?S columnas y an¨¢lisis sobre pol¨ªtica, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ¡®El a?o de la Revoluci¨®n' (Taurus), sobre las revueltas ¨¢rabes, ¡®La gran verg¨¹enza. Ascenso y ca¨ªda del mito de Jordi Pujol¡¯ (Pen¨ªnsula) y un dietario pand¨¦mico y confinado con el t¨ªtulo de ¡®Les ciutats interiors¡¯ (Galaxia Gutemberg).