El nuevo rostro de la ¡®yihad¡¯
Despu¨¦s del terrorismo de Estado y de las organizaciones terroristas surgen los "lobos solitarios". Los j¨®venes que se autoradicalizan son muy dif¨ªciles de detectar por los servicios de seguridad.
Tamerlan Tsarnaev, de 26 a?os, el principal protagonista de los atentados de Boston, que causaron tres muertos y 264 heridos, pertenec¨ªa a una familia musulmana originaria de Chechenia. En 2002 emigr¨® a Estados Unidos, pero diez a?os despu¨¦s pas¨® seis meses en el norte del Caucaso, una regi¨®n musulmana. All¨ª se sospecha que empez¨® a radicalizarse. A su regreso a Massachusetts su fe integrista sigui¨® creciendo, a trav¨¦s de Internet. Fue abatido el 19 de abril.
Mohamed Merah, de 23 a?os, que asesin¨® a siete personas ¨Cincluidos tres ni?os jud¨ªos- en el sur de Francia, era franc¨¦s pero nacido en una familia argelina. Meses antes de disparar a bocajarro en la puerta de un colegio jud¨ªo de Toulouse viaj¨® a varios pa¨ªses musulmanes incluidos Irak, Afganist¨¢n y Pakist¨¢n en busca de ¡°hermanos¡±. Tambi¨¦n all¨ª se impregn¨® de ideolog¨ªa radical. Fue abatido el 22 de marzo del a?o pasado.
Tamerlan y Mohamed son ejemplos de una integraci¨®n fracasada en sus pa¨ªses de acogida. ¡°Si gano muchas peleas podr¨ªa ser nacionalizado estadunidense y competir para EE UU antes que para Rusia¡±, declar¨® Tamerlan a un periodista en Boston, pero no consigui¨® ese preciado pasaporte. Sigui¨® siendo un ruso residente en EE UU. Mohamed era franc¨¦s, pero no logro ingresar en el Ej¨¦rcito de Tierra ni m¨¢s tarde en la Legi¨®n Extranjera. ¡°El desarraigo hace que estos j¨®venes est¨¦n m¨¢s f¨¢cilmente tentados por los discursos radicales¡±, escribe Bayram Balci, del think-tank Carnegie.
Sus viajes, su inadaptaci¨®n, llevaron a Tamerlan y Mohamed a buscar causas pol¨ªtico-religiosas con las que solidarizarse. ¡°Mi objetivo con estos atentados era matar ante todo a militares porque est¨¢n involucrados en Afganist¨¢n¡±, confes¨® el franco-argelino a la polic¨ªa poco antes de que diese el asalto al piso donde se hab¨ªa refugiado. En la cama del hospital de Boston donde respondi¨® a las primeras preguntas, Dzhokhar, de 19 a?os, el hermano peque?o de Tamerlan, describi¨® las explosiones en la meta de la marat¨®n como una r¨¦plica a las guerras de EE UU en Irak y Afganist¨¢n.
Los lazos familiares juegan un papel en el nuevo terrorismo. Dzhokhar ten¨ªa un hermano que le adoctrin¨® y le arrastr¨® por la senda de la violencia pese a que fumaba marihuana y le gustaba bailar el rap como muestra un v¨ªdeo. Mohamed tambi¨¦n cont¨® con el primog¨¦nito de su familia, Abdelkader, de 30 a?os, para ense?arle el salafismo yihadista con el que redimirse por su pasado de adolescente delincuencial. Abdelkader est¨¢ en prisi¨®n preventiva imputado como c¨®mplice de los asesinatos que perpetr¨® su hermano peque?o.
Hay otros muchos casos recientes, pero los hermanos Tsarnaev en EEUU y los Merah en Francia, con todas las similitudes de sus trayectorias, son el mejor ejemplo del nuevo terrorismo, de los que se ¡°autoradicalizan¡±, una expresi¨®n cuya paternidad se atribuye al ex juez antiterrorista franc¨¦s Jean-Louis Brugui¨¨re que dirigi¨® la investigaci¨®n sobre los Merah. Simplificando un poco se convierten en extremistas a solas, delante de un ordenador, navegando por webs yihadistas en las que aprenden como fabricar una bomba casera. De ah¨ª que se les describa como ¡°lobos solitarios¡±.
Adem¨¢s de su itinerario los Tsarnaev y los Merah tienen otro punto en com¨²n. Su viaje al extremismo es casi imposible de detectar. Prueba de ello es que el FBI interrog¨®, en 2011, al mayor de los Tsarnev a petici¨®n de ¡°un Gobierno extranjero¡±, es decir de Rusia, que le consideraba ¡°adepto de un Islam radical¡±. La polic¨ªa federal no encontr¨® rastro de actividad terrorista y dej¨® de vigilarle.
Mohamed Merah estaba fichado como malhechor desde 2006 y cinco a?os despu¨¦s, tras su periplo por Asia Central, fue tambi¨¦n interrogado por la Direcci¨®n Central de la Investigaci¨®n Interior francesa (DCRI) que, tras escucharle, dej¨® de seguirle la pista. Faltaban solo tres meses para que pasase al ataque.
Ahora el FBI y, en su d¨ªa, la DCRI han sido criticados por esos fallos. Philip Mudd, ex responsable del antiterrorismo en la CIA y despu¨¦s en el FBI, justificaba, el mi¨¦rcoles, la actuaci¨®n policial en una conferencia en la Brookings Institution. ¡°Son demasiado numerosos para vigilarlos a todos¡±, recalcaba. ¡°(¡) desde un punto de vista pr¨¢ctico no se puede investigar a todos los extremistas en este pa¨ªs¡±.
Son numerosos los extremistas, pero no muchos dan el paso que les convierte en terroristas ni siquiera en los dos pa¨ªses occidentales se?alados como los principales blancos por las proclamas integristas que circulan por la red: EE UU, el ¡°agresor¡± de Irak y Agfanist¨¢n, y Francia, que a ojos de muchos radicales sigue siendo la ¡°imp¨ªa potencia colonial¡± de buena parte de ?frica empezando por Mal¨ª.
Desde los atentados que destruyeron, en 2001, las Torres Gemelas y parte del Pent¨¢gono, la mayor matanza fue perpetrada en EE UU por Nidal Malik Hasan, un m¨¦dico militar de origen jordano, que abati¨® en 2009 a 13 personas en la base texana de Fort Hood. Pero, afortunadamente, muchos de estos ¡°lobos solitarios¡± fracasan porque carecen de preparaci¨®n y de pericia como el nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab que intent¨® volar, en 2009, un avi¨®n de la Northest Airlines que enlazaba Amsterdam con Detroit.
Aunque hicieron mucho da?o y lograron un gran impacto medi¨¢tico, los hermanos Tsarnaev resultaron ser unos aficionados. No se disfrazaron, por ejemplo, para disimular su rostro ante las c¨¢maras de seguridad, caminaron juntos con sus mochilas, no ten¨ªan prevista su huida, ni dinero para sobrevivir unos d¨ªas y por eso atracaron a un chino oblig¨¢ndole a sacar 800 d¨®lares del cajero autom¨¢tico. Brian Michael Jenkins, investigador de la Rand Corporation en California, ha recopilado 104 intentos terroristas en EE UU desde el 11-S, hace casi 12 a?os, de los que casi ninguno ha prosperado.
A los ¡°lobos solitarios¡± las guerras del norte de Mal¨ª y, sobre todo, la de Siria, les brindan una alternativa a recurrir a la violencia all¨ª donde residen. ¡°Cientos¡± de j¨®venes residentes en la Uni¨®n Europea han viajado a Siria, seg¨²n declar¨®, el jueves, Gilles de Kerchove, coordinador de la UE para para la lucha antiterrorista. Un organismo dependiente del King¡¯s College de Londres calcul¨® que pod¨ªan ser hasta 600 los que se hab¨ªan marchado a Siria, en su mayor¨ªa del Reino Unido, Benelux y Francia.
¡°Si no les matan all¨ª representar¨¢n una amenaza seria para nuestra seguridad cuando regresen¡±, advert¨ªa De Kerchove. Habr¨¢n adquirido experiencia y pueden hasta querer ponerla en pr¨¢ctica. Aun as¨ª ser¨¢n mucho menos peligrosos que lo que fueron, en su apogeo, Al Qaeda o los salafistas argelinos. Estos eran, a su vez, menos temibles que los movimientos terroristas que, en los a?os setenta y ochenta, estuvieron respaldados por Estados como Siria, Irak, Libia etc¨¦tera. Aunque subsiste, la amenaza terrorista decrece.
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