Se enquista el conflicto de la UNAM
Tras la toma de la rector¨ªa de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico las autoridades siguen sin dar pasos para el desalojo
Han pasado ya m¨¢s de diez d¨ªas desde que un grupo de quince encapuchados irrumpi¨® en la rector¨ªa de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico haciendo estallar los cristales con martillos y machetes y decidi¨® que no saldr¨ªa de all¨ª hasta que readmitieran a cinco alumnos del CCH Naucalpan ¨Cun plantel de bachillerato adscrito a la UNAM- expulsados tras agredir a trabajadores del centro. La torre ocupada, que exhibe en sus exteriores pinturas del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y los actos vand¨¢licos de aquel viernes 19 de abril fueron denunciados ante las autoridades federales. Desde entonces, nada se ha movido, salvo un par de tiendas de campa?a que aparecieron instaladas junto a la torre y los restos de las fogatas nocturnas de los protestantes.
La postura del rector Jos¨¦ Narro¨Cno habr¨¢ di¨¢logo si el grupo impone condiciones previas al desalojo y se agotar¨¢n todas las v¨ªas antes de recurrir al uso de la fuerza- ha sido avalada por numerosos organismos y centros de estudio. El ¨²ltimo, este lunes. A trav¨¦s de un comunicado 45 rectores de instituciones de educaci¨®n superior de M¨¦xico y el resto de la zona latinoamericana, agrupadas en la Uni¨®n de Universidades de Am¨¦rica Latina y el Caribe (UDUAL), as¨ª como 12 redes y organismos de cooperaci¨®n y estudio de la regi¨®n, externaron su respaldo a la UNAM en la b¨²squeda de una soluci¨®n pac¨ªfica. El documento firmado por Gustavo Garc¨ªa de Paredes, presidente de la UDUAL, y rector de la Universidad de Panam¨¢, manifiesta su apoyo decidido en la b¨²squeda de ¡°soluciones sensatas y racionales que, en la persona de su rector, la UNAM ha procurado¡±.
¡°El rector ya dio su postura, ha habido numerosos comunicados de apoyo, se levantaron denuncias penales, y estamos a la espera de que la Procuradur¨ªa decida, ella es la que tiene que ordenar una intervenci¨®n¡±, asegura el departamento de comunicaci¨®n de la Universidad, que insiste: ¡°No es que no se est¨¦ haciendo nada, pero no todo lo que se hace es p¨²blico¡±.
Tambi¨¦n este lunes, el comisionado nacional para la Seguridad, Manuel Mondrag¨®n, asegur¨® que pese a no tener ning¨²n operativo previsto, ellos est¨¢n preparados para actuar cuando la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica lo solicite. Al ser preguntado sobre una posible intervenci¨®n en la UNAM, la oficina de prensa de la PGR, a trav¨¦s de un portavoz, asegur¨® ¡°que no tienen ninguna informaci¨®n al respecto¡±.
En opini¨®n del profesor e investigador del Centro de Estudios Sociol¨®gicos del Colegio de M¨¦xico, Manuel Gil Ant¨®n, lo que las autoridades creen es que este grupo busca la confrontaci¨®n para mostrar que el Estado es represor. ¡°Si los desalojan, consiguen lo que ellos quieren¡±. Para el profesor se trata de un movimiento aislado del estudiantil, ¡°m¨¢s en la l¨®gica de una corriente presente ahora en M¨¦xico y otras partes que estima que los movimientos estudiantiles cl¨¢sicos al generarse consiguen algunos de sus prop¨®sitos y eso desactiva su esp¨ªritu combativo. Ellos extreman las posibilidades de violencia para que la represi¨®n muestre la intransigencia de la autoridad¡±.
Pese a ser por ahora un grupo minoritario, el profesor del Colegio de M¨¦xico afirma que la intervenci¨®n de las autoridades puede extender el problema: ¡°Si los muchachos logran su objetivo -que los echen por la fuerza- y se convierten en m¨¢rtires, el movimiento se expande a toda la universidad¡±.
Gil Ant¨®n explica: ¡°Aqu¨ª hay un precedente, que es el del 68. Fue de tal magnitud y estupidez la matanza de Tlatelolco ¨Cel asesinato masivo de estudiantes que se manifestaban en una plaza del Distrito Federal- que en vez de distinguir cu¨¢ndo la fuerza p¨²blica debe aplicarse para salvaguardar la integridad fisca de la Universidad, los mexicanos creemos que todo acto de ejercicio leg¨ªtimo de la fuerza se considera muy peligroso, porque recuerda a aquel uso de la fuerza asesina en la matanza. Es una especie de s¨ªndrome, que nos incapacita para diferenciar una intervenci¨®n l¨®gica de la represi¨®n¡±.
El ¨²ltimo precedente de uso de las fuerzas de seguridad para desalojar a estudiantes en la UNAM ocurri¨® en el a?o 2000, cuando tras diez meses los federales entraron en la instituci¨®n para echar a los paristas. ¡°En aquel caso la soluci¨®n vino ya por desgaste¡±, recuerda el profesor Gil, quien reconoce que la posici¨®n del rector Narro es complicada. ¡°Se juega su permanencia: no puede permitir que la rector¨ªa permanezca tomada durante meses, pero tampoco puede sentarse a dialogar con personas que est¨¢n fuera del movimiento estudiantil¡±.
Sobre las similitudes de la protesta con la de los maestros y el apoyo expl¨ªcito que han hecho algunos manifestantes a las reivindicaciones contra la reforma educativa -este 1 de mayo marchan con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n- Manuel Gil considera que m¨¢s que una vinculaci¨®n org¨¢nica, lo que hay es una confluencia en las formas de expresar su rechazo a la norma.
Sobre si una decisi¨®n r¨¢pida hubiese sido mejor para la Universidad, el profesor duda. ¡°Puede ser que hubiera quedado en un incidente menor o que un joven hubiese lanzado un c¨®ctel molotov, pero s¨ª creo que en su momento el Gobierno federal no quiso asumir su responsabilidad. La universidad no tiene una fuerza p¨²blica¡±. Esto ¨²ltimo se encargan de repetirlo desde la Instituci¨®n, que no establece una fecha para poner fin al conflicto. A lo largo de este a?o la UNAM ya ha sufrido seis ataques.
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