Destituido el ministro salvadore?o que promovi¨® la tregua con las maras
El Constitucional salvadore?o ordena la remoci¨®n de dos exmilitares porque los Acuerdos de Paz de 1992 lo proh¨ªben
La pol¨ªtica contra el crimen de El Salvador, impulsada por el presidente Mauricio Funes, recibi¨® el viernes un demoledor golpe tras considerar la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) inconstitucionales los nombramientos del ministro de Seguridad, David Mungu¨ªa Pay¨¦s y del director de la Polic¨ªa Nacional Civil (PNC), Francisco Salinas, y orden¨® su remoci¨®n inmediata por tratarse de militares ocupando puestos civiles en la seguridad p¨²blica.
Los exgenerales Mungu¨ªa Pay¨¦s y Salinas fueron los encargados de llevar a cabo una estrategia que contempl¨® una pol¨¦mica tregua entre las pandillas m¨¢s criminales: la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18. Nunca quisieron aceptar que el Gobierno estaba detr¨¢s de la tregua, ¨²nicamente explicaban que el Ejecutivo hab¨ªa ¡°sido facilitador de un proceso que ha sido el ¨²nico que ha logrado bajar los homicidios de 15 a 5 en la actualidad¡±.
Sin embargo, la Sala de lo Constitucional no evalu¨® el ¨¦xito o no de la tregua entre las maras, sino la inconstitucionalidad de los nombramientos de las m¨¢s altas autoridades de la seguridad p¨²blica en este violento pa¨ªs y determin¨® que Mungu¨ªa Pay¨¦s y Salinas, ambos generales en condiciones de retiro, transgredieron la Constituci¨®n al despojarse de la investidura militar para tomar en sus manos las principales funciones en seguridad p¨²blica, cuando existen disposiciones legales para una separaci¨®n tajante de las funciones de Defensa y de Seguridad, que tienen origen en los Acuerdos de Paz de 1992, los mismos que pusieron fin a una guerra civil de 12 a?os de duraci¨®n y que caus¨® 72.000 muertos.
¡°Fui uno de los que llev¨® a la Sala de lo Constitucional la referida demanda. Estoy satisfecho con el fallo porque creo que las instituciones comienzan a funcionar como se debe en una democracia. Ahora se puede decir que si el presidente viola una ley, hay posibilidad de demandarlo y la justicia restituye el Estado de Derecho¡±, dijo a EL PA?S Benjam¨ªn Cuellar, director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (UCA)..
Por su parte, el Secretario de Comunicaciones de la Presidencia, David Rivas, afirm¨® que el presidente Mauricio Funes acat¨® el fallo del tribunal y nombr¨® al viceministro de Seguridad y Justicia, Douglas Moreno, como ministro interino encargado del despacho.
El ascenso de Mungu¨ªa Pay¨¦s en la cartera de Seguridad, en noviembre de 2011, y de Salinas como director de la Polic¨ªa Nacional Civil (PNC), en enero de 2012, caus¨® conmoci¨®n pol¨ªtica y una ola de protestas en sectores sociales de izquierda, que criticaban a Funes por ¡°militarizar la seguridad p¨²blica¡±, en contra de la Constituci¨®n y los Acuerdos de Paz. Tambi¨¦n hubo malestar en el seno del partido de Gobierno, la ex guerrilla del Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN), dado que implic¨® la destituci¨®n de altos funcionarios que proced¨ªan desus filas, como Manuel Melgar, a cargo del ministerio; Carlos Ascencio, director de la PNC y Eduardo Linares, jefe de la Organizaci¨®n de Inteligencia del Estado (OIE).
El Salvador es uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos del mundo a causa de las pandillas, un fen¨®meno que dura ya casi dos d¨¦cadas. Durante esta guerra el promedio diario de muertes era de 17; las maras eran responsables de 14 y 15 asesinatos diarios antes de la tregua, asevera Ra¨²l Mijango, uno de los mediadores de que califica como ¡°proceso de pacificaci¨®n actual¡±.
El ahora exministro Mungu¨ªa Pay¨¦s, en un desayuno con corresponsales de la prensa internacional este mismo viernes antes de ser destituido, explicaba que aproximadamente medio mill¨®n de personas estar¨ªan involucrados directa e indirectamente en las pandillas, si se toma en cuenta a los familiares y a las comunidades donde residen las ¡°maras¡±. El Salvador es un pa¨ªs de 6 millones de habitantes.
El exministro en ocasiones dejaba asomar su frustraci¨®n por la aseveraci¨®n de ciertos sectores, incluida la prensa local, que han despotricado contra la ¡°tregua entre las pandillas¡± y han hecho creer que ha sido un fracaso. Iniciada en marzo del a?o pasado la tregua tiene su mejor cara en el descenso de los homicidios, dado que lo pactado fue el cese de los asesinatos entre s¨ª por rivalidades territoriales, as¨ª como el fin de los homicidios hacia terceros. Desde entonces, seg¨²n Mungu¨ªa Pay¨¦s, los homicidios se redujeron en un 52%.
¡°La gran duda ahora es si la tregua se va a mantener. Celebramos la baja de los homicidios, pero consideramos que la tregua no es un proceso integral¡±, afirm¨® Benjam¨ªn Cu¨¦llar, quien a?adi¨® que en su instituto se est¨¢n recibiendo cada vez m¨¢s denuncias de personas extorsionadas y amenazadas por los pandilleros, que hasta p¨²blicamente no se comprometen con dejar de cobrar ¡°la renta¡± ¨Cextorsi¨®n-, porque no se les ha procurado otra forma de bienestar ni cuentan con otras formas para mantener a sus numerosas y pobres familiares, en un pa¨ªs azotado por el desempleo.
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