Objetivo: 15 millones de firmas ¡®rebeldes¡¯ contra Morsi en Egipto
El movimiento Tamarrud se ha propuesto forzar al presidente islamista a celebrar unas elecciones presidenciales anticipadas
Media docena de j¨®venes asaltan a los usuarios del metro en los pasillos de la c¨¦ntrica parada de Sadat, bajo la plaza Tahrir, en busca de una firma. Pertenecen al movimiento Tamarrud ¡ª¡°rebeli¨®n¡± en ¨¢rabe¡ª, una asociaci¨®n reci¨¦n formada que se ha propuesto forzar al presidente islamista Mohamed Morsi a celebrar unas elecciones presidenciales anticipadas. Su misi¨®n es alcanzar 15 millones de firmas en un pa¨ªs de unos 85 millones de almas.
¡°Los Hermanos Musulmanes han traicionado la revoluci¨®n. Sin embargo, se escudan en los 13 millones de personas que votaron por ellos en las presidenciales. Por eso, queremos recoger m¨¢s firmas que votos, y demostrar que Morsi ha perdido la legitimidad¡±, declara Nadia, una periodista que ejerce de portavoz del grupo. Lanzada el pasado 1 de mayo, la campa?a recab¨® dos millones de firmas durante los primeros diez d¨ªas. Seg¨²n Nadia, ahora ya se acercan a los 4 millones. ¡°Estoy convencida que conseguiremos la cifra que nos hemos marcado¡±, asegura.
Los fundadores de Tamarrud son j¨®venes pertenecientes a peque?as organizaciones revolucionarias. No obstante, tras el ¨¦xito inicial, se han sumado a la iniciativa grupos c¨ªvicos m¨¢s conocidos, como el Movimiento 6 de Abril o Kifaya, as¨ª como varias formaciones pol¨ªticas laicas, como el Partido de la Constituci¨®n, de Mohamed el Baradei.
¡°Yo soy independiente, no pertenezco a ning¨²n partido pol¨ªtico. Pero he participado en muchas manifestaciones y otras movilizaciones desde la revoluci¨®n¡±, comenta Ehab Hassan, un parado de 29 a?os ataviado con una zamarra de Fernando Torres que se dirige a los ciudadanos con una sonrisa y un bol¨ªgrafo.
El pasado viernes, en la plaza Tahrir, la en¨¦sima concentraci¨®n contra el gobierno de Morsi apenas reuni¨® a unos pocos millares de personas. Convertidas en una simple liturgia, desprovistas ya de ¨¦pica, las manifestaciones contra la Hermandad se han contra¨ªdo progresivamente desde el pasado mes de diciembre. Entonces, decenas de miles ocuparon las calles para protestar contra la declaraci¨®n constitucional emitida por el presidente, y por la que se arrogaba temporalmente poderes absolutos.
La tozudez del?ra?s en no acceder a las demandas de la oposici¨®n parece haber sido m¨¢s fuerte y duradera que la pulsi¨®n opositora. Ahora bien, ello no significa que el rechazo a su Gobierno haya menguado, sino m¨¢s bien lo contrario. De acuerdo con una reciente encuesta, solo un 30% de los ciudadanos lo reelegir¨ªa si las elecciones fueran ma?ana. Morsi est¨¢ cada vez m¨¢s solo. De los 17 asesores presidenciales que nombr¨® tras su investidura, en julio del a?o pasado, ya han dimitido 11. Incluso Nur, el principal partido salafista, coquetea con los partidos laicos para formar un frente com¨²n en algunos asuntos.
Los Hermanos Musulmanes han reaccionado con cierto nerviosismo ante el ¨¦xito de Tamarrud, y han reiterado que las urnas son la ¨²nica fuente de legitimidad. ¡°Secuestrar la legitimidad pol¨ªtica democr¨¢tica constituye una violaci¨®n de la ley¡±, declar¨® Abdel-Maksud, el abogado de la Hermandad. En algunas provincias, los activistas rebeldes han denunciado que miembros de la Hermandad les han agredido mientras recog¨ªan firmas. La presidencia, por su parte, se ha limitado a subrayar su respeto al ejercicio de los derechos pol¨ªticos por parte de la ciudadan¨ªa.
La campa?a de recogida de firmas muestra una sofisticaci¨®n por parte de los activistas en su estrategia contra la Hermandad, a la vez que un reconocimiento de que no basta con esgrimir su legitimidad revolucionaria en Tahrir para derrocar un presidente electo. La flamante irrupci¨®n de Tamarrud contrasta con el ocaso del Black Block, los enmascarados que apuestan por la acci¨®n directa contra el gobierno. Varios de sus miembros han sido arrestados, y su capacidad operativa se ha visto en buena parte neutralizada.
En caso de conseguir su misi¨®n, los responsables de Tamarrud entregar¨¢n los 15 millones de firmas al Tribunal Constitucional el 30 junio, primer aniversario de la investidura de Morsi, acto que pretenden acompa?ar con una manifestaci¨®n?millonaria. Su objetivo ¨²ltimo, la celebraci¨®n de elecciones anticipadas, ser¨¢ harto m¨¢s dif¨ªcil. La Constituci¨®n no recoge ning¨²n mecanismo para revocar el mandato presidencial de cuatro a?os. As¨ª pues, tras varios meses de relativa calma en las calles, a finales del pr¨®ximo mes Egipto puede asistir a un nuevo pulso de voluntades, el en¨¦simo de un agrio periodo posrevolucionario.
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