Cuarta noche de disturbios en Estocolmo
Los incidentes se reproducen al sur de la capital mientras sigue el debate sobre las causas
Los disturbios no cesan en la periferia de Estocolmo. La quema de coches y los enfrentamientos a pedradas con la polic¨ªa han vuelto a ser protagonistas en los suburbios en la madrugada del jueves, desafiando los llamamientos a la calma de las autoridades. La situaci¨®n se ha tranquilizado en los distritos al noroeste de la capital sueca como Husby ¡ªdonde comenz¨® la ola de violencia la noche del domingo¡ª, pero nuevos grupos de j¨®venes han causado destrozos en otras ¨¢reas al sur de la ciudad, como Hags?tra, Skog?s o R?gsved.
¡°El inter¨¦s de los medios puede ayudar a que m¨¢s gente quiera llamar la atenci¨®n¡± apunta Kjell Lindgren, portavoz de la polic¨ªa sueca. Lindgren explica que en lugares como Husby ¡ª en los que se hab¨ªa reforzado la presencia policial¡ª los incidentes han sido ¡°menores¡± en la cuarta noche consecutiva de violencia, pero que ha habido otros nuevos focos. Todas las zonas afectadas cumplen con el denominador com¨²n de ser suburbios con un gran porcentaje de poblaci¨®n inmigrante o descendiente de inmigrantes y bajo nivel econ¨®mico.
En Skog?s un grupo de j¨®venes ha quemado un restaurante en un centro comercial, mientras en R?gsved los alborotadores han intentado prender fuego a una comisar¨ªa de polic¨ªa, aunque solo han conseguido romper algunas puertas y ventanas. Un agente de polic¨ªa tuvo que ser hospitalizado tras recibir un golpe en la cabeza aunque ya ha sido dado de alta. Los bomberos tuvieron que atender m¨¢s de 70 fuegos y en muchos casos sufrieron la ira de los alborotadores, que tambi¨¦n les apedreaban a ellos cuando intentaban extinguir los incendios.
Varios medios suecos han publicado hoy informaciones asegurando que algunos de los detenidos el mi¨¦rcoles eran vecinos de otras localidades, que se habr¨ªan desplazado hasta los lugares de los disturbios para participar en ellos. Lindgren, el portavoz policial, dice no poder confirmar este punto. Tampoco est¨¢ de acuerdo con que los grupos de j¨®venes act¨²en ¡°con t¨¢cticas de guerrilla¡±, como se ha publicado. ¡°En ocasiones nos atacan con piedras cuando tratamos de proteger la actuaci¨®n de los bomberos, pero yo no lo llamar¨ªa de esa manera¡±.
Mientras, el debate sobre las causas que subyacen a estas revueltas en la periferia de la capital sueca contin¨²a. El primer ministro, el conservador Fredrik Reinfeldt, ha sido fuertemente criticado en el Parlamento por el socialdem¨®crata Stefan L?fven, l¨ªder de la oposici¨®n. L?fven ha atacado a Reinfeldt por sus declaraciones del mi¨¦rcoles en rueda de prensa. Cuando le preguntaron por las medidas que iba a tomar a corto plazo para atajar la situaci¨®n, el jefe de Gobierno contest¨® que eran los propios habitantes de los suburbios como Husby quienes deb¨ªan demostrar a los alborotadores que su actitud era inaceptable. El l¨ªder socialdem¨®crata ha acusado a Reinfeldt de eludir su responsabilidad para cargarla sobre la mayor¨ªa de habitantes de la periferia que no participa en los disturbios. ¡°Esas personas son v¨ªctimas de la violencia¡±, se?al¨® L?fven. Sin embargo, Reinfeldt se ha reafirmado en su postura en declaraciones al diario sueco Dagens Nyheter, cuando ha apuntado que ¡°quiz¨¢ lo m¨¢s efectivo es que quienes viven all¨ª, digan ¡®este es nuestro barrio, queremos paz y tranquilidad¡±.
Por si acaso, la polic¨ªa sigue manteniendo un dispositivo preparado para evitar nuevos episodios de violencia, aunque es dif¨ªcil controlar un fen¨®meno que se ha extendido ya a 15 barrios distintos. Incluso se ha especulado con que la quema de dos coches en la noche del mi¨¦rcoles en la ciudad de Malm?, al sur del pa¨ªs, estuviera relacionada con estos disturbios. Lindgren no se atreve a establecer la conexi¨®n. ¡°En Suecia tenemos episodios de quema de coches pr¨¢cticamente todas las semanas. Es aventurado decir que lo sucedido en Malm? tiene relaci¨®n con los disturbios que estamos sufriendo en Estocolmo¡±.
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