El Gobierno brit¨¢nico defiende la actuaci¨®n de los servicios de seguridad
La confirmaci¨®n de que los dos atacantes estaban fichados y eran brit¨¢nicos de origen nigeriano ha puesto en tela de juicio la actuaci¨®n del espionaje dom¨¦stico
La actuaci¨®n de los servicios de seguridad e inteligencia brit¨¢nicos est¨¢ en cuesti¨®n despu¨¦s de que se haya sabido que los dos sospechosos por el asesinato del soldado Lee Rigby en plena calle de Londres el pasado d¨ªa 22 hab¨ªan sido vigilados. Pero este viernes Eric Pickles, secretario de Comunidades y Gobierno local del Ejecutivo liderado por David Cameron, ha salido en defensa de los encargados de proteger el pa¨ªs de este tipo de amenazas.
Aunque Pickles ha asegurado que "el Parlamento llevar¨¢ a cabo una investigaci¨®n exhaustiva para ver qu¨¦ sab¨ªan las fuerzas de seguridad", tambi¨¦n ha querido romper una lanza en favor de estas ¨²ltimas. "Es muy dif¨ªcil controlar a todo el mundo en una sociedad libre", ha se?alado en una entrevista en la radio de la BBC.
El propio primer ministro, el conservador David Cameron, ya hab¨ªa anunciado que una comisi¨®n parlamentaria iniciar¨¢ una investigaci¨®n sobre la actuaci¨®n de los servicios de seguridad. El MI5, la inteligencia encargada de la seguridad nacional, hab¨ªa reparado en los dos sospechosos, pero no los consideraba una amenaza, seg¨²n dijo el exjefe de la polic¨ªa londinense Ian Blair.
La pol¨¦mica sobre el papel de los servicios de seguridad surge despu¨¦s de que se confirmara que estos ten¨ªan en su radar a los dos hombres que el mi¨¦rcoles asesinaron a machetazos a plena luz del d¨ªa a un soldado vestido de civil, identificado como Lee Rigby, de 25 a?os, natural de Manchester y padre de un hijo de dos a?os, que ha servido seis meses en Afganist¨¢n con el segundo batall¨®n del Regimiento Real de Fusileros. Los agresores, que se quedaron esperando a la polic¨ªa como si quisieran inmolarse, son ambos brit¨¢nicos de origen nigeriano.
Uno de ellos, Michael Adebolajo, de 28 a?os, era un joven cristiano aparentemente adaptado al modo de vida brit¨¢nico que sol¨ªa vestir con ch¨¢ndal y zapatillas deportivas Nike, jugaba al f¨²tbol, era hincha del Tottenham y se tomaba sus cervezas. En 2003 se convirti¨® a la religi¨®n musulmana y se radicaliz¨®. Esta tarde, la polic¨ªa tambi¨¦n ha informado de la detenci¨®n de un hombre y una mujer, ambos de 29 a?os, sospechosos de ser c¨®mplices de los terroristas.
El primer ministro, David Cameron, no quiso comentar si los autores del primer atentado terrorista en suelo brit¨¢nico desde la muerte de 52 pasajeros y cuatro terroristas suicidas en julio de 2005, eran conocidos de los servicios de seguridad. Pero vino a confirmar que as¨ª es al se?alar que el Comit¨¦ de Inteligencia y Seguridad, formado por parlamentarios designados por el primer ministro, llevar¨¢ a cabo una detallada investigaci¨®n.
Los partidos han decidido no hacer sangre en estos momentos, cuando los servicios de seguridad est¨¢n concentrados en averiguar las posibles conexiones terroristas de los dos agresores y el origen y ramificaciones de su acci¨®n. Pero los servicios de inteligencia se enfrentan a los mismos interrogantes que afrontaron tras saberse que varios de los suicidas del 7 de julio de 2005 ten¨ªan importantes conexiones con movimientos terroristas que hab¨ªan sido detectados por la inteligencia pero luego descartados al concluir que no eran peligrosos.
Varios medios brit¨¢nicos afirman ahora que los dos asesinos del soldado Rigby hab¨ªan entrado en el radar del antiterrorismo y uno de ellos fue incluso interceptado cuando intentaba volar a Somalia para sumarse a las fuerzas de Al Shabab, considerado el brazo de Al Qaeda en ese pa¨ªs, en el que controla grandes pedazos de territorio. Pero los servicios de seguridad concluyeron tambi¨¦n esta vez que no eran peligrosos y no estaban sometidos a vigilancia. Ese hecho, y el factor capital de que utilizaran cuchillos de cocina para cometer su agresi¨®n, hace materialmente imposible que el atentado pudiera ser evitado.
El perfil de Michael Adebolajo presentado por los medios brit¨¢nicos no deja claro hasta qu¨¦ punto pod¨ªa ser considerado peligroso. Nacido en diciembre de 1984 en Lambeth, sur de Londres, en una familia cristiana de origen nigeriano, se crio junto a un hermano menor y una hermana en Romford, un suburbio popular del Este de Londres. Sus compa?eros de la escuela Marshall Parks de Romford, donde estudi¨® hasta 2001, le recuerdan como un tipo alegre y normal. ¡°Era un chaval encantador, siempre sonriente¡±, le recuerda un vecino.
Otros vecinos guardan de ¨¦l una estampa distinta: la de un joven agresivo, que apenas devolv¨ªa un saludo y que un d¨ªa escupi¨® y agredi¨® a una ni?a.
Entre 2001 y 2003 estudi¨® en el Havering Sixth Form College de Hornchurch, en Essex, donde le han descrito como ¡°un estudiante brillante y agudo¡±. Luego estuvo en la universidad de Greenwich, donde comparti¨® un piso de estudiante. Fue hacia esa ¨¦poca cuando Michael se convirti¨® al islamismo y con el tiempo se hizo llamar Mujahid. ¡°Empez¨® a involucrarse con el Islam a los 15 o 16 a?os y por eso sus padres le quisieron apartar de la zona y se mudaron a otro sitio¡±, ha explicado un antiguo amigo al diario Evening Standard.
Su familia se mud¨® en 2004 a Saxilby, en Lincolnshire, un pueblo a 225 kil¨®metros al norte de Londres. All¨ª se present¨® la polic¨ªa el jueves de madrugada. Tambi¨¦n inspeccionaron una vivienda en Greenwich, donde se cree que viven familiares de uno de los dos agresores.
Entre 2006 y 2011 se acerc¨® al grupo fundado por el islamista Omar Bakri Momamed, los Al Muhajiroun, prohibido tras los atentados de 2005 pero que ha seguido presente con distintos nombres. En los ¨²ltimos a?os se le ha visto repartiendo propaganda islamista en Woolwich. Ah¨ª se har¨ªa famoso un fat¨ªdico 22 de mayo, posando ante el m¨®vil de un viandante para lanzar su arenga yihadista con las manos manchadas de la sangre del soldado Rigby. Tuvo tiempo para posar ante las c¨¢maras porque la polic¨ªa tard¨® bastante en llegar. Veinte minutos, dicen los vecinos. Nueve minutos la patrulla y 14 minutos las fuerzas que llevan armas, responden los mandos policiales.
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