Apagado aniversario en Argentina
El d¨¦cimo aniversario del la hegemon¨ªa kirchnerista en Argentina (2003-2013) no ha tenido el fulgor que hubiera deseado la presidenta Cristina Fern¨¢ndez, viuda del N¨¦stor Kirchner, fundador de una dinast¨ªa matrimonial que evit¨® la impunidad de los militares genocidas, facilit¨® el despegue econ¨®mico de un pa¨ªs que boqueaba y acaudill¨® el peronismo de matraca y dogma, pero equipar¨® gobernanza con autoritarismo y despreci¨® la separaci¨®n de poderes propia de las democracias modernas.
Los ¨²ltimos esc¨¢ndalos aguaron las celebraciones oficiales de una efem¨¦rides que la presidenta recibi¨® a contrapelo, denunciando la corrupci¨®n ajena y negando la propia, y consciente de que los frente abiertos son muchos y de incierta conclusi¨®n. El s¨²bito y sospechoso enriquecimiento del v¨¦rtice gubernamental, la identificaci¨®n de supuestos testaferros de la familia presidencial, y el hostigamiento al fiscal encargado de indagar las imputaciones, instalaron la sombra de la duda sobre el comportamiento de una administraci¨®n acusada de cobrar comisiones y diezmos. La probidad nunca se sinti¨® c¨®moda en los despachos ministeriales argentinos.
A caballo de las falanges juveniles del justicialismo y de su mayor¨ªa en el Congreso, el gobierno de Cristina Fern¨¢ndez, investida en el 2007, promueve reformas del sistema judicial valiosas en algunos aspectos pero obviamente encaminadas, en lo fundamental, a la captura de los tribunales de ¨²ltima instancia por operadores amigos. Algunas de las iniciativas oficiales emparejan Argentina con la Venezuela chavista, entre ellas el intento de neutralizar con f¨²tbol el programa de televisi¨®n que semanalmente ventila la corrupci¨®n oficial. Las empresas asociadas con la administraci¨®n que se anuncien en los medios de comunicaci¨®n opositores corren el riesgo de perder concesiones.
Durante el primer tramo de su d¨¦cada al mando, el fallecido presidente Kirchner, y su esposa, inmersa desde muy temprano en los tejemanejes palaciegos, disfrutaron de un gobierno dulce: el crecimiento econ¨®mico era notable, catapultado, entre otros factores, por los altos precios de las materias primas exportadas, y por una acumulaci¨®n de fondos p¨²blicos y circulante que permitieron la creaci¨®n de empleo y la reducci¨®n de los ¨ªndice de pobreza. El PIB encaden¨® subidas hasta el 2011, activ¨® el consumo, las pymes prosperaron, salieron a los mercados internacionales, y Argentina parec¨ªa Jauja. La juventud peronista y los intelectuales afines tambi¨¦n recibieron cuantiosas ayudas estatales y la red clientelar del kirchnerismo se constituy¨® en una poderosa base electoral.
Pero el d¨¦cimo aniversario lleg¨® con plomo en las alas, pues a la placidez del mando durante la abundancia sigui¨® el aldabonazo del 2008, a?o en que el gobierno entr¨® en colisi¨®n con los empresarios agr¨ªcolas, y la presidenta Cristina Fern¨¢ndez demostr¨® escasa habilidad en la gesti¨®n de los conflictos, m¨¢s all¨¢ del ordeno y mando, y la conversi¨®n del adversario en enemigo. En un segundo frente, la onda expansiva de su confrontaci¨®n con el grupo Clar¨ªn, en el 2009, alcanz¨® al mundo de la justicia y todav¨ªa no ha concluido.
Casi todo son nubarrones y turbulencias en el corto plazo de una presidenta que arras¨® en las elecciones del 2011 y utiliza su mayor¨ªa parlamentaria para impedir que una oposici¨®n desunida y sin liderazgo malogre planes y ambiciones. No obstante, las victorias electorales afianzan poder y esca?os, pero no aportan ni m¨¢s talento, ni m¨¢s realismo a los cortesanos de Fern¨¢ndez, ni a los ministros de un gobierno enquistado en el gasto p¨²blico, que pas¨® en diez a?os del 23% al 43% del PIB, aplic¨® populistas controles de precios y no es capaz de controlar una inflaci¨®n superior al 20%.
En el flanco internacional, los controles cambiarios y el intervencionismo estatal en operaciones de envergadura dispararon la desconfianza en la seguridad jur¨ªdica de Argentina, y ahuyentaron a posibles inversores extranjeros. Multinacionales interesadas en sus potencialidades echaron el freno, escaldados por la nacionalizaci¨®n de los fondos de pensiones y de Aerol¨ªneas Argentinas en el 2008 y 2009, y por la expropiaci¨®n de Repsol YPF el a?o pasado. Enfriada la econom¨ªa, y sometido su presidencia a fuego graneado, la viuda del N¨¦stor Kirchner afronta el pr¨®ximo aniversario de la dinast¨ªa con m¨¢s apuros que fastos.
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