Obama desaf¨ªa a los republicanos y nombra a Rice asesora de seguridad
El presidente coloca a su embajadora en la ONU despu¨¦s de que los cables de Bengasi la exoneraran de responsabilidad
Susan Rice, la mujer a la que las cr¨ªticas del Partido Republicano por el caso Bengasi impidieron ser secretaria de Estado, estar¨¢ finalmente al lado de Barack Obama como consejera de Seguridad Nacional, cargo para el que hoy ha sido designada oficialmente. Desde esa posici¨®n, en la que sustituye a Tom Donilon y que no requiere confirmaci¨®n del Congreso, Rice ser¨¢ la persona con m¨¢s influencia sobre el presidente en el dise?o de la pol¨ªtica exterior.
Rice era la persona preferida por Obama para la secretar¨ªa de Estado, pero tuvo que renunciar a esa posibilidad tras verse en el epicentro de la tormenta desatada por la muerte el a?o pasado en el consulado norteamericano de Bengasi del embajador de Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens, y otros tres ciudadanos norteamericanos. Rice, en ese momento y hasta la fecha embajadora en la ONU, compareci¨® en televisi¨®n defendiendo la versi¨®n de que las muertes se hab¨ªan producido como consecuencia de una manifestaci¨®n de protesta que escal¨® hasta convertirse en un acto de violencia.
Posteriormente se supo, y la propia Rice admiti¨®, que, en realidad, lo ocurrido en Bengasi hab¨ªa sido un ataque terrorista deliberado y planificado, pero la funcionaria no pudo evitar convertirse en el s¨ªmbolo de una supuesta conspiraci¨®n pol¨ªtica para ocultar la negligencia de la Administraci¨®n y proteger al presidente. La entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, tuvo que comparecer ante el Congreso en el marco de una investigaci¨®n sobre esos hechos que todav¨ªa contin¨²a abierta.
De haber tenido que pasar por el Capitolio para conseguir la ratificaci¨®n, es pr¨¢cticamente seguro que Rice nunca hubiera obtenido su cargo, puesto que los republicanos siguen considerando el episodio de Bengasi como uno de los mayores esc¨¢ndalos de esta Administraci¨®n. Pero el puesto de consejero de Seguridad Nacional no est¨¢ considerado como parte del Gabinete sino como un asesor personal del presidente y no est¨¢ sometido, como casi todos los dem¨¢s, al visto bueno parlamentario.
Es, sin embargo, uno de los cargos m¨¢s importante de Washington, en la medida es que se trata de la persona con la que el presidente despacha constantemente sobre los asuntos de pol¨ªtica exterior. Su capacidad para influir en las decisiones de Obama y marcar el rumbo de la actuaci¨®n de EE UU ser¨¢, por tanto, enorme. El actual consejero, Donilon, ha sido, por ejemplo, capital en la reconducci¨®n de las prioridades internacionales hacia Asia. Donilon viaj¨® personalmente a Pek¨ªn para preparar el encuentro que al final de esta semana mantendr¨¢n en California Obama y el presidente chino, Xi Jinping.
Para sustituir a Rice en la ONU, un cargo tambi¨¦n de gran relevancia en la pol¨ªtica actual de EE UU, ha sido nombrada una reconocida autoridad en la defensa de los derechos humanos, Samantha Power, que ocupa ahora una posici¨®n relacionada con esa materia en el consejo de Seguridad Nacional. Power, cuyo nombramiento s¨ª tendr¨¢ que esperar a la confirmaci¨®n del Congreso, que no ser¨¢ f¨¢cil, gan¨® un premio Pulitzer por su libro A Problem From Hell, en el que sostiene la necesidad de responder contundentemente contra los genocidios.
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