Las dos Coreas acuerdan celebrar una cumbre esta semana para limar tensiones

Tras varias semanas de tensi¨®n en marzo y abril sin precedentes en los ¨²ltimos a?os, seguidas de un periodo de tranquilidad, las dos Coreas han decidido acercar posiciones. Representantes de los Gobiernos de Pyongyang y Se¨²l van a celebrar estos mi¨¦rcoles y jueves un encuentro de alto nivel en la capital surcoreana, con objeto de edificar la confianza mutua. As¨ª lo acordaron en la madrugada del lunes, tras 18 horas de reuni¨®n preparatoria en el puesto fronterizo de Panmunjom, en la zona desmilitarizada que separa los dos pa¨ªses. Ser¨¢ el primer intercambio de alto nivel desde 2007.

La cumbre se centrar¨¢ en el restablecimiento de las relaciones comerciales -incluido el parque industrial de Kaesong, que el Norte clausur¨® en abril en el momento ¨¢lgido de las tensiones-, la reuni¨®n de las familias separadas desde la guerra de Corea (1950-1953) y la puesta en marcha de nuevo de los viajes de ciudadanos surcoreanos al complejo tur¨ªstico del monte Kumgang, tambi¨¦n en el Norte, seg¨²n ha informado la agencia oficial norcoreana KCNA. Las visitas a Kumgang fueron suspendidas despu¨¦s de que un soldado del Norte matara de un disparo a un turista del Sur en 2008.

Los representantes de ambos Gobiernos tambi¨¦n discutir¨¢n la situaci¨®n de las declaraciones conjuntas efectuadas en el pasado, entre ellas, la de la cumbre hist¨®rica celebrada entre los l¨ªderes de los dos pa¨ªses en 2000. La agenda no incluye sin embargo, seg¨²n algunas informaciones, el punto clave de la crisis: el programa de armas nucleares de Pyongyang. Seg¨²n los expertos, Corea del Norte quiere que esta cuesti¨®n sea tratada de forma bilateral con Washington o en el marco de negociaciones internacionales, que se encuentran paralizadas.

Chun Hae-sung, jefe de la delegaci¨®n surcoreana en la reuni¨®n intercoreana que se celebr¨® en Panmunjom, ha dicho este lunes que las dos partes mantienen a¨²n diferencias acerca del rango de los representantes y los asuntos de la agenda de la pr¨®xima cumbre, que ha sido calificada de gubernamental.

La reuni¨®n del domingo se produjo tras un cambio de actitud de Corea del Norte. De un d¨ªa para otro, abandon¨® su ret¨®rica b¨¦lica, que incluy¨® la amenaza de ataques nucleares, y propuso retomar el di¨¢logo. El Sur respondi¨® r¨¢pidamente con la oferta de un encuentro de nivel ministerial en Se¨²l, a lo que Pyongyang replic¨® con la demanda de conversaciones de rango m¨¢s bajo primero, que finalmente tuvieron lugar el domingo. Una se?al adicional de la disminuci¨®n de las tensiones ha sido la reapertura el viernes pasado del tel¨¦fono rojo de comunicaci¨®n entre los dos pa¨ªses, que fue interrumpido en marzo.

El paso hacia el di¨¢logo ha sido bienvenido, entre otros por Jap¨®n. Pero algunos expertos son esc¨¦pticos sobre las intenciones del r¨¦gimen de Kim Jong-un, el joven e inexperto l¨ªder norcoreano, que lleg¨® al poder tras la muerte de su padre en diciembre de 2011. Seg¨²n dicen, la oferta de conversaciones tiene el sello t¨ªpico del Norte: invitar al Sur a arreglar y pagar por problemas generados por Pyongyang. Kaesong ¨Cdonde trabajan 53.000 norcoreanos en 123 empresas del Sur- y Kumgang son fuente importante de divisas, y cada d¨ªa que pasan cerrados asustan un duro golpe a la precaria econom¨ªa del Norte, muy castigada por las sanciones impuestas por la comunidad internacional en respuesta a sus programas de armamento nuclear y de misiles.

Algunos analistas pol¨ªticos tambi¨¦n han resaltado el momento en el que han acordado reiniciar el di¨¢logo: justo cuando el presidente chino, Xi Jinping, ha celebrado una importante cumbre con su hom¨®logo estadounidense, Barack Obama, en California, en la cual los l¨ªderes de las dos grandes potencias trataron el s¨¢bado pasado la situaci¨®n en la pen¨ªnsula coreana y acordaron trabajar por su desnuclearizaci¨®n.

La convocatoria para el encuentro el mi¨¦rcoles y el jueves es una victoria pol¨ªtica para la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, que accedi¨® al cargo en febrero pasado con la promesa de mejorar las relaciones con Pyongyang. Park ha mantenido desde entonces una posici¨®n en la que ha combinado la dureza ¨Ccon la promesa de responder de forma en¨¦rgica a cualquier ataque del Norte- y la oferta de conversaciones. Pero ha insistido que cualquier di¨¢logo de peso solo podr¨¢ tener lugar si Pyongyang muestra un compromiso tangible de estar dispuesto a abandonar sus ambiciones de armas at¨®micas; algo dif¨ªcil, ya que considera su poder disuasorio nuclear como el garante de la continuidad del r¨¦gimen y, por tanto, no negociable.