Brasil se levanta en protesta contra el aumento de los precios del transporte

Brasil, poco acostumbrado a protestar en la calle, esta vez se ha levantado en las principales ciudades del pa¨ªs contra el aumento de los pasajes del transporte p¨²blico. En S?o Paulo, este martes por la noche, por tercer d¨ªa consecutivo, los manifestantes se enfrentaron contra la polic¨ªa y quemaron dos autobuses.

En R¨ªo de Janeiro, donde han sido detenidas 32 personas, hubo otro enfrentamiento de la poblaci¨®n con las fuerzas del orden. Para el jueves est¨¢ anunciado un nuevo encuentro de protesta en Cinelandia, en el centro de la ciudad.

Las autoridades de las localidades donde crece la protesta han condenado las acciones violentas contra el patrimonio p¨²blico. En S?o Paulo, uno de los puntos m¨¢s candentes de la protesta, las manifestaciones encontraron al gobernador del estado y al alcalde de la ciudad en Par¨ªs, defendiendo la candidatura de la mayor ciudad de Brasil para organizar la Exposici¨®n Universal de 2020. Geraldo Alckmin y Fernando Haddad han sido duros con los manifestantes y con los actos de vandalismo.

Las manifestaciones han llegado en un momento de crisis de la econom¨ªa con la inflaci¨®n alta, la bolsa cayendo (ayer perdi¨® un 3%) y el d¨®lar rozando los 2,20 reales. La presidenta Dilma Rousseff, que lleg¨® ayer de su viaje a Portugal, se ha mostrado preocupada por las manifestaciones, pero tambi¨¦n por los problemas de la econom¨ªa, que le han costado por primera vez una p¨¦rdida de ocho puntos en su, hasta ahora, alta popularidad. Anoche Rousseff convoc¨® al Palacio de la Presidencia al ministro de Econom¨ªa, Guido M¨¢ntega, y al de Justicia, Jos¨¦ Eduardo Cardozo.

En la ciudad de Natal, los estudiantes, con sus manifestaciones, obligaron a las autoridades a rebajar las tarifas aumentadas de los transportes. Y en Florianopolis la paralizaci¨®n de los autobuses p¨²blicos fue del 100%. Cerca de medio mill¨®n de ciudadanos se qued¨® sin transporte colectivo.

Los precios de los transportes p¨²blicos en Brasil son muy altos en relaci¨®n al sueldo base de los trabajadores, m¨¢xime cuando no existen abonos para los que los usan de forma regular. El billete sencillo en S?o Paulo, que permite un m¨¢ximo de cuatro trayectos en tres horas (en la mayor ciudad de Sudam¨¦rica, con un tr¨¢fico proverbialmente infernal, muchos viajes tardan m¨¢s que eso) cuesta 3,20 reales (1,12 euros). Para aquellos que tienen que hacer un viaje de ida y otro de vuelta seis d¨ªas a la semana, el gasto en transporte puede superar los 200 reales al mes, cuando el salario m¨ªnimo es de 678 reales (238 euros).

Sin embargo, la clase media, poco acostumbrada en este pa¨ªs a las manifestaciones de protesta en las calles, est¨¢ aplaudiendo a las autoridades, que han pedido mano dura a la polic¨ªa contra las movilizaciones, que est¨¢n paralizando el tr¨¢fico en ciudades ya de por si supercongestionadas.

Las manifestaciones est¨¢n creando una alarma especial. Ni siquiera frente a los grandes esc¨¢ndalos de corrupci¨®n pol¨ªtica la gente sali¨® nunca a la calle. Una vez m¨¢s, tambi¨¦n aqu¨ª se hace realidad la famosa frase atribuida a Bill Clinton: "Es la econom¨ªa, est¨²pido".