Representantes de los talibanes est¨¢n instalados en Doha desde 2012

El Gobierno afgano y los talibanes han anunciado hoy que el pr¨®ximo jueves d¨ªa 20 van a iniciar conversaciones de paz en Doha, la capital de Qatar. Despu¨¦s de casi dos a?os de gestiones diplom¨¢ticas secretas, Estados Unidos ha conseguido, con la ayuda de la diplomacia qatar¨ª, el primer paso significativo hacia un alto el fuego entre ambos antagonistas. La intervenci¨®n de las tropas norteamericanas en Afganist¨¢n en 2001, a ra¨ªz de los atentados del 11-S, desaloj¨® del poder a ese grupo islamista radical, que se transform¨® en un movimiento insurgente empe?ado en echar a los soldados extranjeros de su pa¨ªs.

¡°El Alto Consejo de Paz de Afganist¨¢n viajar¨¢ a Qatar para entablar conversaciones de paz con los talibanes¡±, anunci¨® el presidente afgano, Hamid Karzai, durante una ceremonia en la que la coalici¨®n internacional ha escenificado el traspaso de la seguridad a las fuerzas afganas.

Poco despu¨¦s, los talibanes inauguraban formalmente su oficina en Doha, desde la que esperan alcanzar una soluci¨®n pol¨ªtica a un conflicto que ya dura 12 a?os.

¡°Queremos mantener buenas relaciones con todos los pa¨ªses del mundo, en particular con nuestros vecinos. Pero el Emirato Isl¨¢mico, como se autodenomina el movimiento talib¨¢n, considera que la independencia del pa¨ªs de la ocupaci¨®n actual es una obligaci¨®n nacional y religiosa¡±, ha declarado su representante, Mohamed Naeem, durante una conferencia de prensa transmitida en directo por la cadena Al Jazeera. En lugar de la bandera afgana, Naeem ten¨ªa a su lado la bandera blanca con letras negras de la guerrilla.

Varios miembros de los talibanes llegaron a Qatar a principios del a?o pasado, despu¨¦s de que el grupo anunciara su disposici¨®n a abrir una oficina pol¨ªtica. El gesto, que EEUU negoci¨® en secreto desde 2011, se consider¨® un primer paso hacia eventuales negociaciones inter afganas y el fin de la guerra. Sin embargo, Karzai se opon¨ªa hasta recientemente a que los contactos se llevaran a cabo fuera del pa¨ªs y los insurgentes, adem¨¢s de exigir que Washington liberara a varios de sus colegas presos en Guant¨¢namo, se mostraban divididos ante el plan. Todav¨ªa a finales de abril amenazaron con una nueva campa?a de atentados suicidas contra las bases militares extranjeras y el Gobierno afgano, como parte de su ofensiva de primavera.

Deseoso de elevar su estatura diplom¨¢tica, el Gobierno qatar¨ª ha corrido con los gastos de instalaci¨®n de los talibanes y sus familias, con los que algunos residentes en Doha se han cruzado ocasionalmente en alg¨²n centro comercial durante los ¨²ltimos meses. Al menos uno de los representantes ha tenido un hijo en este tiempo y su inscripci¨®n en el registro de la Embajada parece haber sido el ¨²nico contacto con los funcionarios de su pa¨ªs.