Lo que hoy votar¨ªan los manifestantes en Brasil

R¨ªos de informaciones y una multitud de an¨¢lisis llevan una semana hablando de lo que se imaginan que los manifestantes de las calles de Brasil tienen en sus cabezas: si son o no dem¨®cratas, si son de izquierdas o de derechas, si rechazan o no el sistema y los partidos, si votar¨ªan o no en una elecciones y mil conjeturas m¨¢s.

Aunque el resultado, por ejemplo Datafolha, ha sido titulado por su lado m¨¢s period¨ªstico ¡ªlas preferencias electorales de los manifestantes en caso de que las presidenciales, previstas para octubre de 2014, se adelanten debido a las protestas¡ª existen datos m¨¢s importantes a¨²n.

El primero y m¨¢s revelador y esperanzador es que el 87% apoyan la democracia y ¨²nicamente un 3% la dictadura. Otro sondeo refleja que solo un 27% se abstendr¨ªa de votar. El 63% acudir¨ªa a las urnas.

Hay m¨¢s. La edad media de los manifestantes oscila entre 21 y 35 a?os (el 65% de los que participan en las protestas), una generaci¨®n que no vivi¨® la dictadura y que representa el futuro del pa¨ªs.

De ellos, el 78% ha estudiado. El 72% no milita en ning¨²n partido. A pesar de ello, la mayor¨ªa ir¨ªa a votar. Un mensaje claro contra los pesimistas que los hab¨ªan tachado de antisistema y anti-instituciones, que aceptan el sistema aunque desean despojarlo del anacronismo y la corrupci¨®n. Y, sobre todo, de su divorcio con la calle.

Que se trata de una masa m¨¢s progresista que conservadora lo revela un dato importante: la gran mayor¨ªa est¨¢ en contra de la vuelta de la pena de muerte, de que los civiles porten armas y defienden que la sociedad acepte los derechos de los diferentes, empezando por los homosexuales. El 50% dice que el motivo por el que ha salido a la calle es ¡°la corrupci¨®n pol¨ªtica¡±.

Lo que quiz¨¢s es m¨¢s dif¨ªcil de analizar es lo referente a los candidatos que, de haber elecciones, votar¨ªan hoy en unas presidenciales. El candidato favorito de los manifestantes, con un 30% de los votos, es el actual presidente del Supremo, el magistrado negro Joaquim Barbosa, que se convirti¨® en un h¨¦roe nacional por su postura intransigente como juez instructor del mensal?o, el caso de corrupci¨®n que conden¨® a la c¨¢rcel a ilustres l¨ªderes pol¨ªticos, banqueros y empresarios.

Le sigue en las preferencias de los manifestantes la ecologista Marina Silva y hasta el tercer lugar aparece Dilma Rousseff, que se presentar¨ªa a una posible reelecci¨®n, con un 10%. Los otros l¨ªderes tradicionales como Aecio Neves y Eduardo Campos se quedan en el furg¨®n de cola con un 3% y un 1% respectivamente.

Si la elecci¨®n del juez Barbosa podr¨ªa indicar una voluntad de elegir a alguien fuera del sistema pol¨ªtico. Marina Silva, por su parte, acaba de crear un nuevo partido llamado La Red. Fue fundadora del Partido de los Trabajadores al que despu¨¦s abandon¨® y hasta ministra en el primer Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva, adem¨¢s de senadora.

Lo que rechazan los manifestantes son los partidos y l¨ªderes pol¨ªticos que se hab¨ªan alejado de las exigencias de los ciudadanos y dan la impresi¨®n de actuar m¨¢s a favor de sus partidos y de su propia reelecci¨®n que de las necesidades reales de la gente. Rechazan el concepto de la l¨®gica del ¡°poder por el poder¡±.

Curiosamente, en las redes sociales se recuerda que Brasil, nunca en su historia, hab¨ªa discutido de pol¨ªtica ¡ªm¨¢s incluso que de f¨²tbol¡ª como en la semana que reci¨¦n ha pasado.

Del exterior llegan cada d¨ªa manifestaciones de apoyo y elogios al movimiento brasile?o. Hay quien lo ve como una esperanza de primavera para toda Am¨¦rica Latina y la sesuda publicaci¨®n alemana Der Spiegel ha llegado a comparar las manifestaciones en Brasil con las protestas en Leipzig d¨ªas antes de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn.

Un elogio emblem¨¢tico y significativo.