La condena de Berlusconi amenaza al Gabinete de Letta

Durante los ¨²ltimos lustros, el centroizquierda italiano ha gritado a los cuatro vientos que Silvio Berlusconi era una verg¨¹enza para Italia. Ahora, un tribunal de Mil¨¢n le ha colmado de raz¨®n. El tres veces primer ministro abus¨® de su poder para, mediante mentiras de grueso calibre, librar de la acci¨®n de la justicia a una menor cuya detenci¨®n amenazaba con poner al descubierto el sistema de prostituci¨®n que, para su satisfacci¨®n sexual, el pol¨ªtico y magnate ten¨ªa instalado en su mansi¨®n de Arcore. Por tanto, la sentencia en primera instancia que condena a Berlusconi a siete a?os de prisi¨®n e inhabilitaci¨®n perpetua para ejercer cargo p¨²blico tendr¨ªa que ser, en buena l¨®gica, un leg¨ªtimo motivo de orgullo y satisfacci¨®n para el Partido Democr¨¢tico (PD). Sin embargo, sus dirigentes ¡ªincluido el primer ministro, Enrico Letta¡ª han preferido guardar un clamoroso silencio. ¡°Tomamos nota¡±, ha sido la ¨²nica reacci¨®n.

La raz¨®n est¨¢ clara: el Gobierno de coalici¨®n nacido hace apenas dos meses de un pacto antinatural entre el centroizquierda y el centroderecha depende ahora m¨¢s que nunca de los intereses personales del due?o del Pueblo de la Libertad (PDL). Pero lo que ya no est¨¢ tan claro es la contestaci¨®n a las siguientes preguntas: ?hasta qu¨¦ punto merece la pena el poder cuando se ejerce a costa de la verg¨¹enza de gobernar junto a un condenado por delitos tan graves? ?qu¨¦ puede aportar Berlusconi ¡ªadem¨¢s de un pu?ado de votos envenenados¡ª a un Gobierno que tiene ante s¨ª el dif¨ªcil reto de sacar a Italia de la crisis y de las pr¨¢cticas corruptas? ?con qu¨¦ legitimidad puede viajar Letta a la inminente cumbre europea siendo p¨²blico y notorio que guarda en el armario los restos putrefactos del berlusconismo?

La sentencia sobre el caso Ruby ¡ªdictada el lunes por tres magistradas de Mil¨¢n despu¨¦s de dos a?os y dos meses de instrucci¨®n y m¨¢s de 50 audiencias p¨²blicas¡ª es de una gravedad absoluta. Aunque las motivaciones no se conocen todav¨ªa, el hecho de que la condena sea a¨²n m¨¢s fuerte que la petici¨®n de la fiscal Ilda Boccassini deja claro que las magistradas han cre¨ªdo su minucioso relato, expuesto durante m¨¢s de seis horas el pasado 13 de mayo. La valiente fiscal, que durante a?os ha tenido que soportar los insultos personales, las descalificaciones profesionales y hasta el acoso callejero del entorno de Berlusconi, dej¨® claro durante su intervenci¨®n que la noche del 27 al 28 de mayo de 2010, cuando el entonces primer ministro llam¨® personalmente desde Par¨ªs a la comisar¨ªa central de Mil¨¢n para que pusieran en libertad a Karima el Marough, no solo abus¨® de su poder, sino que lo hizo apoy¨¢ndose en mentiras clamorosas. Dijo que la muchacha, tambi¨¦n conocida como Ruby Robacorazones, era sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak y que, si no era puesta enseguida en libertad, se podr¨ªa originar un grave incidente diplom¨¢tico... En aquella noche ¡ªque Il Cavaliere quiso borrar del calendario y qued¨® en cambio grabada a fuego para los restos¡ª se funden simb¨®licamente todos los rasgos de su forma de gobernar: la mentira patol¨®gica, la subordinaci¨®n de los intereses p¨²blicos a los privados o la elecci¨®n de sus colaboradores en funci¨®n de su sumisi¨®n y no de su capacidad. Aquella noche, Berlusconi logr¨® que Ruby fuera confiada a Nicole Minetti, pieza destacada de su har¨¦n, elevada al rango de consejera regional de Lombard¨ªa por el PDL, quien tras salvarla de las garras de la polic¨ªa la conf¨ªo a los cuidados de una prostituta brasile?a...

Todas las j¨®venes amigas de Berlusconi ¡ªaquellas que participaban en el mundialmente famoso bunga bunga y amenizaban disfraz¨¢ndose de Obama o Ronaldinho las cenas elegantes de Papi¡ª han ido prestando testimonio durante el proceso y casi todas ellas, adem¨¢s de alg¨²n destacado miembro del actual Gobierno, como el viceministro de Exteriores Bruno Archi, tendr¨¢n que responder ahora ante la fiscal¨ªa por un presunto delito de falso testimonio. Berlusconi, que como los viejos dictadores gusta de tener todo atado y bien atado, ha seguido pagando religiosamente a todas sus cortesanas. ?l sostiene que para resarcirlas del da?o irreparable de un proceso tan medi¨¢tico urdido por ¡°los jueces comunistas¡±. Las magistradas se malician, en cambio, que ese dinero podr¨ªa estar destinado a asegurarse declaraciones favorables¡­

La cuesti¨®n es que, de nuevo, el futuro de Italia vuelve a estar en manos de Berlusconi. Actor consumado, despu¨¦s de dejar caer a Mario Monti y protagonizar una campa?a feroz que resucit¨® a su moribundo partido, en los ¨²ltimos meses ha jugado el papel de pacificador, de hombre de Estado, un estadista obediente a los continuos reclamos del presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, en favor de la estabilidad. Su deseo apenas disimulado era obtener por las buenas un salvoconducto bajo cuerda ¡ªla promesa de una amnist¨ªa, de una ley a medida¡ª para escapar de la acci¨®n de la justicia sin tener que recurrir a las malas: dejar caer al Gobierno, buscar de nuevo el apoyo de las urnas... Dos condenas consecutivas, Mediaset y Ruby, lo han colocado al borde del precipicio. A ¨¦l y a un centroizquierda que se ha quedado mudo de susto o verg¨¹enza.