Rousseff cede ante las demandas de la calle
La presidenta convocar¨¢ una consulta sobre las reformas pol¨ªtica. El Congreso revoca una ley de impunidad para la corrupci¨®n
Brasil vive estos d¨ªas un ritmo vertiginoso. No s¨®lo los peri¨®dicos de papel, sino los titulares de Internet pierden vigencia en cuesti¨®n de horas. Pero todos apuntan en el mismo sentido: el Estado cede ante la presi¨®n de la calle. Y la presidenta, Dilma Rousseff, ha vuelto a marcar la agenda pol¨ªtica. La calle ped¨ªa mejoras en los servicios p¨²blicos, en la educaci¨®n, en la sanidad, ante la corrupci¨®n. Y Rousseff ofreci¨® el lunes todo eso y algo m¨¢s: cinco grandes pactos envueltos en un gran proceso de transformaci¨®n de la Constituci¨®n. Gran sorpresa. Pero la oposici¨®n, parte del poder judicial y los grandes medios de Brasil se le echaron encima alegando que era imposible e innecesario convocar una Asamblea constituyente que solo se encargara de dise?ar la reforma pol¨ªtica, porque una vez que se convoca esa Asamblea tiene plenos poderes para cambiar la Constituci¨®n de arriba a abajo. Adem¨¢s, la potestad de convocarla depende exclusivamente del Congreso, no de la presidencia.
Rousseff escuch¨® y rectific¨® sobre la marcha. En vez de impulsar la Asamblea constituyente, promover¨¢ un plebiscito donde el pueblo votase directamente las medidas de la reforma pol¨ªtica. Y lo har¨¢ antes de octubre. Para que esas medidas entren en vigor a partir de las presidenciales de octubre de 2014 tienen que haber sido aprobadas un a?o antes.
Ahora ¡ªsi es que tiene alg¨²n valor la palabra ahora en este contexto pol¨ªtico vertiginoso¡ª el debate gira en torno a los pros y los contras de un refer¨¦ndum espec¨ªfico y cerrado o de un plebiscito amplio y abierto. El refer¨¦ndum demandar¨ªa de la poblaci¨®n un s¨ª o un no a una reforma pol¨ªtica que ya habr¨ªa sido analizada, debatida y aprobada en el Congreso. En cambio, el plebiscito plantear¨ªa directamente al pueblo una serie de preguntas concretas sobre la reforma pol¨ªtica. Algunos diputados creen que la reforma es algo demasiado complejo como para que sea sometida a una votaci¨®n directa. Sin embargo, el Gobierno es partidario de la reforma, de que el pueblo participe de la forma m¨¢s directa posible.
Y en medio de ese frenes¨ª, la calle sigue apunt¨¢ndose victorias. En la noche del martes se produjo un resultado en la C¨¢mara de Diputados de Brasil que habr¨ªa sido impensable sin las protestas que comenzaron el 6 de junio. La propuesta que en las manifestaciones se asociaba con la impunidad ante la corrupci¨®n; el proyecto que limitaba los poderes de investigaci¨®n del Ministerio P¨²blico; la famosa PEC-37 (Propuesta de Enmienda Constitucional 37); la misma que en junio de 2011 consigui¨® el respaldo de 207 diputados; la que fue aprobada seis meses despu¨¦s por la Comisi¨®n de Constituci¨®n y Justicia y en noviembre de 2012 por la comisi¨®n especial que la analiz¨®; la norma que s¨®lo esperaba el aldabonazo de una C¨¢mara controlada en un 80% por el Partido de los Trabajadores y sus aliados¡ Esa propuesta fue rechazada anoche por 430 votos en contra, 9 a favor y 2 abstenciones.
El proyecto pretend¨ªa limitar la capacidad de investigaci¨®n de los fiscales y potenciar las atribuciones de la polic¨ªa. Los detractores de la propuesta afirmaban que, si se hubiera aprobado esa ley, en el futuro jam¨¢s se habr¨ªa avanzado en las investigaci¨®n de casos como el mensal?o, un esc¨¢ndalo de sobornos parlamentarios y financiaci¨®n ilegal de campa?as ocurrido durante el primer mandato de Luiz In¨¢cio Lula da Silva.
Con cada voto en contra, la zona de la C¨¢mara habilitada para invitados, tomada por activistas, estallaba en ovaciones hacia el diputado que rechazaba el proyecto. Fue otro golazo de la calle. Despu¨¦s de casi tres semanas de movilizaciones, el aire fresco de las protestas irrumpi¨® en el Congreso. El presidente de la C¨¢mara, el conservador Henrique Eduardo Alves, se dirigi¨® as¨ª a los diputados: ¡°Tengo el deber y la sensibilidad de decirle a esta casa que todo Brasil acompa?a la votaci¨®n de esta materia esta noche en el plenario. Y por eso, tengo el deber y la sensibilidad de declarar, perdonen la osad¨ªa, que ser¨ªa un gesto importante derrotar esa PEC por unanimidad¡±.
Tras rechazar la propuesta de enmienda constitucional, la C¨¢mara abord¨® a la una de la madrugada una propuesta que la presidenta Dilma Rousseff impuls¨® en mayo y trajo a colaci¨®n el pasado viernes a ra¨ªz de las protestas. El proyecto original consist¨ªa en destinar el 100% de los recursos que el Estado obtiene del petr¨®leo al sector de la educaci¨®n. Finalmente, la C¨¢mara decidi¨® destinar el 75% a educaci¨®n y el 25% a sanidad. Ahora, la propuesta deber¨¢ ser refrendada tambi¨¦n en el Senado.
En ese contexto, el mi¨¦rcoles al mediod¨ªa lleg¨® la noticia de que el Tribunal Supremo decret¨® por ocho votos a uno la prisi¨®n inmediata del diputado conservador Natan Donadon, que fue condenado en 2010 a 13 a?os, cuatro meses y 10 d¨ªas de prisi¨®n por delitos de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos. Ser¨¢ el primer diputado en ejercicio en ingresar directamente en prisi¨®n desde que se promulg¨® la Constituci¨®n de 1988. Puede que la sentencia del Supremo no tenga nada que ver con las protestas de las ¨²ltimas semanas. O puede que s¨ª. Lo que es seguro es que la condena ser¨¢ muy bienvenida entre los miles de manifestantes.
La calle sigue ganando puntos. Desde que se inici¨® el 6 de junio la primera manifestaci¨®n en S?o Paulo, primero se derog¨® la subida de los 20 c¨¦ntimos, despu¨¦s el gobernador de S?o Paulo, Geraldo Alckmin, suspendi¨® por un a?o la subida del 6% prevista para el 1 de julio en los peajes de las autopistas; despu¨¦s, la presidenta anunci¨® su propuesta de cinco pactos nacionales. Y al d¨ªa siguiente, la C¨¢mara rechaz¨® la ley que m¨¢s se asociaba con la impunidad y la corrupci¨®n. La clase pol¨ªtica entendi¨® que no se trataba s¨®lo de 20 c¨¦ntimos.
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