Par¨ªs y Berl¨ªn recomponen relaciones
El eje germano-franc¨¦s revive por la b¨²squeda de estabilidad de Merkel a tres meses de los comicios La UE rebaja las ambiciones, pero por fin da pasos concretos a corto plazo
Resulta sencillo caricaturizar Europa como una ingobernable colmena de la que sobresalen un pesimismo furibundo, un abrumador liderazgo de Alemania, una Francia en declive, un proyecto, en fin, que hace agua, lastrado por la inacci¨®n y por las ideas equivocadas. Parte de lo que significa ser europeo consiste en sentirse permanentemente defraudado, inevitablemente cr¨ªtico. Pero algo est¨¢ cambiando: la ¨²ltima cumbre constata que la Uni¨®n sigue avanzando, aunque sea con lentitud y timidez. De la austeridad a ultranza se ha pasado a las reformas con una p¨¢tina social, con medidas por fin de corto plazo para luchar contra el paro juvenil y la falta de cr¨¦dito. La uni¨®n bancaria se retrasa y pierde ambici¨®n, pero ese tren no se detiene. Y en las alturas, los eur¨®cratas se?alan otra novedad: hay progresos entre Alemania y Francia para recomponer relaciones. ¡°Par¨ªs y Berl¨ªn vuelven a acercarse, a hacer esfuerzos por entenderse tras unos meses muy dif¨ªciles¡±, resume una alta fuente europea.
La raz¨®n de esos cambios es simple: la canciller Merkel quiere un verano tranquilo. Sin declaraciones altisonantes. Sin cr¨ªticas del Sur al exceso de tijera. A ser posible, sin jaleo en los mercados. ¡°Merkel disfruta de alt¨ªsimos ¨ªndices de popularidad. Y todos los l¨ªderes, empezando por Fran?ois Hollande, quieren pon¨¦rselo f¨¢cil porque saben que deber¨¢n volver a lidiar con ella tras las elecciones¡±, sostiene un diplom¨¢tico.
La estrategia de Merkel es doble. En lo econ¨®mico, un giro ret¨®rico ¡ªde la austeridad a las reformas¡ª con algo de dinero fresco; ah¨ª ha encontrado apoyo en Hollande, necesitado de mostrar alg¨²n est¨ªmulo tras un a?o de continuos fracasos. Y en lo relativo a la UE, la canciller ha mostrado una aproximaci¨®n pragm¨¢tica, electoralista: acordar lo m¨ªnimo posible y retrasar una y otra vez las decisiones peliagudas. Una vez m¨¢s, el arte del aplazamiento alem¨¢n en todo lo que no le gusta.
Sus constantes objeciones, al menos, no han descarrilado la uni¨®n bancaria. Tambi¨¦n en eso cuenta con Hollande: ¡°Somos conscientes de la importancia de las elecciones alemanas; eso no ha impedido ir lejos en uni¨®n bancaria¡±. A cambio de ese apoyo, Francia ha convertido en agua de borrajas las recomendaciones de la Comisi¨®n, tras un rifirrafe del que sale ganadora. Par¨ªs reformar¨¢ las pensiones. Pero a su ritmo.
La uni¨®n bancaria es, probablemente, el paso m¨¢s decisivo para retocar el edificio europeo. Ah¨ª es donde es m¨¢s evidente que el eje Par¨ªs-Berl¨ªn vuelve a funcionar. Y no todo son ventajas por ese flanco: ¡°Es preocupante ese nuevo inter¨¦s franco-alem¨¢n por rebajar la ambici¨®n de la uni¨®n bancaria. Los alemanes quieren rebajar ese proyecto para que no les cueste dinero, y porque en el fondo no quieren que nadie meta las narices en sus bancos. Los franceses est¨¢n preocupados por su gran banca. De ah¨ª que todo se retrase, que el plan sea cada vez m¨¢s modesto¡±, advierte Charles Wyplosz, del Graduate Institute.
Europa vive en un interregno peligroso. La emergencia de la crisis existencial se ha desvanecido. A tres meses escasos de las elecciones alemanas, la tentaci¨®n es dejarlo todo para despu¨¦s. Pero al menos la Uni¨®n no se detiene y ese amago de Merkhollande es una excelente noticia: ¡°Es m¨¢s f¨¢cil forjar alianzas Norte-Sur cuando Berl¨ªn se entiende con Par¨ªs; hay un nuevo clima en la UE fundamental para afrontar futuros problemas¡±, dice una alta fuente europea. O no tan futuros: Ken Rogoff, de Harvard, advierte del estado de negaci¨®n en las grandes capitales y afirma que cualquier estrategia realista para salir de la crisis ¡°pasa por quitas masivas de deuda en los pa¨ªses perif¨¦ricos, y pronto; el negacionismo actual no puede seguir indefinidamente¡±. ¡°Merkel est¨¢ siendo lenta en reconocer que hay que reestructurar deudas y recapitalizar la gran banca. Es l¨®gico: Alemania va a tener que correr con gran parte de los gastos y las elecciones se acercan. Veremos si con Francia a bordo eso es m¨¢s sencillo¡±.
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