Las m¨¢ximas autoridades religiosas egipcias bendicen el golpe

¡°Musulmanes y cristianos son una sola mano¡±, rezaba un p¨®ster que sosten¨ªan numerosos manifestantes en la Plaza Tahrir en la concentraci¨®n del pasado domingo. En el centro, una fotograf¨ªa de Abdel Fatah al Sisi, el ministro de Defensa, flanqueado por las dos m¨¢ximas autoridades religiosas del pa¨ªs: el patriarca de la iglesia ortodoxa copta, Tawadros II y el gran?im¨¢n de Al Azhar, Ahmed Tayyeb. Y es que ambos religiosos no s¨®lo han bendecido p¨²blicamente la asonada militar, sino que incluso aparecieron sentados al lado de Al Sisi mientras le¨ªa el comunicado de la destituci¨®n del presidente Mohamed Morsi.

Ya antes del triunfo de la revuelta contra Morsi, Tawadros II expres¨® p¨²blicamente su apoyo a la campa?a de recogida de firmas del grupo opositor Tamarrud. ¡°Es maravilloso ver c¨®mo el pueblo egipcio vuelve a recuperar la revoluci¨®n que les fue robada a trav¨¦s de su juventud¡±, dijo el patriarca, animando a los cristianos a participar en las manifestaciones. Su posici¨®n contrast¨® con la mantenida por su predecesor, Shenuda III, que inst¨® a los fieles a todo lo contrario durante la revoluci¨®n egipcia.

¡°Como minor¨ªa religiosa, los coptos a menudo creen necesario aliarse estrechamente con el Estado, pues es este el agente de orden en cualquier sociedad¡±, explica Jayson Casper, un investigador especializado en minor¨ªas de Arab West Foundation, un think tank de El Cairo. Tawadros II fue entronizado a principios del pasado noviembre, y la mayor¨ªa de analistas subrayaron la dificultad de su labor. Y no solo por ocupar el puesto del carism¨¢tico Shenuda III despu¨¦s de m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de papado, sino por hacerlo en un momento de zozobra para la comunidad cristiana, acechada por un creciente n¨²mero de ataques sectarios.

Durante el debate que precedi¨® a la elecci¨®n del nuevo patriarca, muchos coptos abogaron por que este tuviera una menor intervenci¨®n en pol¨ªtica. Sin embargo, muchos han ido cambiando de opini¨®n a medida que avanzaba la presidencia de Morsi. ¡°Las primeras se?ales de que [Tawadros II] ser¨ªa menos pol¨ªtico que su predecesor fueron desapareciendo a medida que los coptos sufr¨ªan bajo Morsi. Creo que la mayor¨ªa aprecian su posici¨®n clara, y estuvieron contentos de ver que est¨¢ al lado del gran im¨¢n de Al Azhar y el consejo militar¡±, comenta Casper.

Ahmed Tayyeb, la m¨¢xima autoridad del Islam en Egipto, no abraz¨® p¨²blicamente la causa de Tamarrud, pero s¨ª ech¨® un cable a los activistas anti-Morsi. Pocos d¨ªas antes de la gran movilizaci¨®n del 30 de junio, desminti¨® a los cl¨¦rigos que describ¨ªan a los opositores como ¡°infieles¡±, y asegur¨® que el Islam permite oponerse al gobernante y a participar en manifestaci¨®n. Su postura contrast¨® con la que ¨¦l mismo mantuvo durante la revuelta contra Mubarak, cuando se limit¨® a instar a todas las partes implicadas a no utilizar la violencia.

Ayer el gran?im¨¢n volvi¨® a intervenir en el debate pol¨ªtico para pedir a las autoridades una investigaci¨®n sobre la masacre de ayer, y les inst¨® a proceder a una transici¨®n r¨¢pida, que no supere los seis meses, y a liberar a los dirigentes de los Hermanos Musulmanes encarcelados.

La Universidad de Al Azhar es la instituci¨®n teol¨®gica m¨¢s importante no solo de Egipto, sino de todo el Islam sunnita. Fundada en el siglo XI, sus relaciones con el Estado han estado tradicionalmente marcadas por la ambig¨¹edad. Por esta raz¨®n, Gamal Abdel N¨¢ser, tras la revoluci¨®n de 1952, promovi¨® una serie de cambios legislativos destinados a minar la independencia de la instituci¨®n.

En concreto, desde 1961, el gran?im¨¢n ha sido nombrado a dedo por el presidente del pa¨ªs. El nombramiento de Tayyeb en 2010 fue controvertido, pues pertenec¨ªa al comit¨¦ pol¨ªtico del PND, el partido de Mubarak. Aunque el gran im¨¢n dimiti¨® de sus cargos, e incluso se dio de baja de la militancia del PND antes de su nombramiento, siempre fue visto como un cl¨¦rigo fiel al antiguo r¨¦gimen.

Tayyeb pertenece a una orden suf¨ª, una corriente espiritual del Islam con unas relaciones muy conflictivas con los movimientos islamistas, pues estos, sobre todo los m¨¢s radicales, les consideran unos herejes. ¡°Aunque en 2013 ya hab¨ªa establecido una relaci¨®n de coexistencia con la presidencia, a¨²n era visto por la Hermandad como un rival. Por lo que imagino que no le entristeci¨® la ca¨ªda de Morsi¡±, sostiene Nathan Brown, un catedr¨¢tico autor de varios ensayos sobre Al Azhar.

De hecho, hace un par de meses, estudiantes de Al Azhar simpatizantes de la cofrad¨ªa lideraron concentraciones pidiendo su renuncia. El ascenso al poder del islamismo pol¨ªtico supuso un aumento de la politizaci¨®n de profesores, cl¨¦rigos y estudiantes de la universidad, una tendencia que la asonada militar puede multiplicar. Por ejemplo, Abdel Rahman Barr, cl¨¦rigo y dirigente de la Hermandad, ha criticado duramente el gran im¨¢n por haber apoyado el golpe.