Chile entierra el legado de Pinochet
Los partidos pol¨ªticos acuerdan reformar el sistema electoral heredado de la dictadura para hacerlo m¨¢s justo y competitivo ante las demandas sociales
La crisis de legitimidad que sufren las instituciones democr¨¢ticas chilenas ¡ªdesde los partidos hasta el Parlamento y el Poder Judicial¡ª ha logrado estremecer a la clase pol¨ªtica del pa¨ªs sudamericano: por primera vez desde el fin de la dictadura en 1990, los dirigentes de la mayor¨ªa de las tendencias han mostrado su voluntad de reformar el sistema electoral binominal, la ¨²ltima gran herencia de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
El presidente, el conservador Sebasti¨¢n Pi?era, se?al¨® el jueves en cadena nacional televisada que el sistema electoral actual ¡°ya cumpli¨® su ciclo¡± y anunci¨® el env¨ªo de una reforma al Parlamento. La f¨®rmula del Ejecutivo, que ha llegado formalmente este lunes al Congreso para su discusi¨®n, busca mantener una l¨®gica de sistema mayoritario, pero con mayores grados de proporcionalidad y competencia que el binominal. ¡°El objetivo es facilitar la formaci¨®n de coaliciones pol¨ªticas amplias y estables¡±, explic¨® el jefe de Estado.
El sistema vigente ¡ªestampado en la Constituci¨®n de Pinochet de 1980¡ª tiende a la estabilidad pol¨ªtica y al empate entre la Alianza de derecha y la Concertaci¨®n de centroizquierda, las dos principales coaliciones que han gobernado Chile hace 23 a?os. Contempla 120 diputados, dos por cada uno de los 60 distritos del pa¨ªs, y 38 senadores para las 17 circunscripciones. Este modelo fue gan¨¢ndose el rencor de la ciudadan¨ªa, cuya m¨¢xima expresi¨®n de malestar fue el movimiento estudiantil de 2011, por no favorecer la competencia ni la representatividad de las fuerzas minoritarias.
Entre otras materias, el proyecto de Pi?era propone mantener el actual n¨²mero de diputados a nivel nacional y disminuir la cantidad de distritos de 60 a 30. Respecto a la C¨¢mara alta, matiza el sistema binominal y propone una redistribuci¨®n de las circunscripciones en cuatro regiones de Chile para aumentar la competencia: Santiago, Valpara¨ªso, Maule y Biob¨ªo, las que tienen mayor poblaci¨®n.
En estos veinte a?os, la derecha se hab¨ªa resistido a la modificaci¨®n del sistema electoral, sobre todo por la negativa de uno de los partidos que se ha visto m¨¢s favorecido por el actual r¨¦gimen: la Uni¨®n Dem¨®crata Independiente (UDI), el grupo m¨¢s grande del pa¨ªs. El Gobierno de Pi?era, sin embargo, se vio en la obligaci¨®n de actuar sobre la base de hechos consumados. El lunes 8, el propio partido del presidente, Renovaci¨®n Nacional (RN), anunci¨® un acuerdo in¨¦dito con la oposici¨®n para cambiar el binominal. La noticia sorprendi¨® a La Moneda, a sus socios de la UDI y al candidato presidencial del sector, el exministro Pablo Longueira.
Este segundo modelo contempla un modelo proporcional para elegir a los diputados, que pasan de 120 a 150, y mantener el binominal en la C¨¢mara alta, aunque aumentando el n¨²mero de senadores de 38 a 48.
La discusi¨®n de ambas iniciativas correr¨¢ en forma paralela en el Congreso y, aunque parece clara su aprobaci¨®n, el nuevo sistema que se acuerde en el Parlamento chileno no alcanzar¨¢ a regir para las elecciones parlamentarias y presidenciales del pr¨®ximo 17 de noviembre.
El fin del binominal simboliza el fin de una era en Chile que comenz¨® con el restablecimiento de la democracia en 1990. Desde entonces y hasta la fecha todos los parlamentarios fueron electos bajo este sistema electoral que posibilit¨® la convivencia de los dos principales bloques despu¨¦s de 17 a?os de dictadura. El modelo, sin embargo, comenz¨® a dar muestras de su agon¨ªa en 2011, con las protestas estudiantiles. Los j¨®venes reclamaban una educaci¨®n p¨²blica gratuita y de calidad, pero pronto estas demandas derivaron en peticiones de mayor participaci¨®n ciudadana y representatividad.
En esos meses, una encuesta del Centro de Estudios P¨²blicos (CEP) consult¨® sobre la confianza de los chilenos en su Congreso. La respuesta fue categ¨®rica: apenas un 13% dijo aprobar y legitimar la labor de los legisladores. Fue la segunda instituci¨®n peor evaluada del pa¨ªs junto con los tribunales y solo super¨® en respaldo a los partidos pol¨ªticos, que obtuvieron un 7%. La distancia entre la sociedad y sus representantes no se ha acortado en estos 24 meses.
La reforma del binominal se produce en plena campa?a presidencial chilena, donde la expresidenta Michelle Bachelet cuenta con amplia ventaja. En las primarias de la oposici¨®n, que se llevaron a cabo el 30 de junio, la exdirectora de ONU Mujeres se enfrent¨® a otros tres candidatos del sector y obtuvo un 73% de las preferencias. La m¨¦dico socialista regres¨® a Chile con la aspiraci¨®n de llevar a cabo un conjunto de reformas ¡ªentre ellas la del sistema electoral¡ª que marquen un nuevo ciclo en lo pol¨ªtico, social y econ¨®mico.
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