Un punto kilom¨¦trico maldito en el extrarradio de la Ciudad de M¨¦xico
Las viviendas destruidas por la colisi¨®n de un cami¨®n de gas en Ecatepec se inundan tras desbordarse un riachuelo
Hace dos meses el pueblo de San Pedro Xalostoc sufri¨® por el fuego. Un cami¨®n que llevaba gas se accident¨® y cay¨® sobre una hilera de casas de all¨ª que estaban pegadas a la carretera. Murieron 27 personas. Sin tiempo a recuperarse, y con una ayuda oficial por ahora exigua, acaban de padecer otro problema: ahora, por el agua. En medio de las labores de reconstrucci¨®n de sus casas y de sus vidas, un muro de contenci¨®n ha cedido y un riachuelo se ha desbordado anegando el vecindario.
Este s¨¢bado el pueblo trabajaba para rehacerse de este nuevo contratiempo. Las calles eran un barrizal con grandes charcos de agua estancada. Hab¨ªa casas que todav¨ªa no hab¨ªan logrado achicar toda el agua del suelo. Algunos muebles segu¨ªan fuera de las viviendas, y se pod¨ªan ver c¨²mulos de basura arremolinada por la corriente.
Mar¨ªa Victoria Cort¨¦s, una vecina del lugar, perdi¨® a cuatro familiares a los que se les cay¨® el techo de su vivienda encima por culpa del accidente del cami¨®n. Con la ruptura del dique ha revivido la tragedia. "Gente herida, quemada, sin techo y con el agua inundando su casa. Nos tuvimos que poner todos a sacar agua con cubetas. Hicimos lo que pudimos", cuenta Cort¨¦s.
"Gente herida, quemada, sin techo y con agua inundando su casa", dice una vecina como resumen de la desgracia
San Pedro Xalostoc es un pueblo peque?o del Estado de M¨¦xico, que rodea a la capital. Est¨¢ situado a orillas de una autopista del extrarradio del DF. Esa proximidad al tr¨¢fico pesado fue una condena para sus vecinos el pasado 7 de mayo. Ese d¨ªa, sobre las 5.15 de la madrugada, se despertaron con una gran ola de fuego que arras¨® sus viviendas. Minutos antes de que amaneciera, un veh¨ªculo cargado de gas perdi¨® el control y se fue contra el pueblo. El transporte iba por la carretera Pachuca-M¨¦xico DF, por el carril de la derecha, y cuando intent¨® cambiar de carril peg¨® un volantazo de vuelta que hizo que uno de sus tanques de gas saliese volando hacia las viviendas del margen.
El conductor declar¨® despu¨¦s que una furgoneta de transporte p¨²blico se le hab¨ªa metido en medio. Los investigadores de la fiscal¨ªa que lleva el caso lo achacan a un exceso de velocidad y creen que el conductor, Juan Omar D¨ªaz, se qued¨® dormido. Actualmente D¨ªaz est¨¢ encarcelado a la espera de juicio.
Despu¨¦s del accidente, los pol¨ªticos visitaron la zona, los reporteros contaron las historias de las v¨ªctimas y unos y otros se marcharon para siempre. All¨ª se quedaron decenas de familias rotas, sin vivienda y con la esperanza de que pronto llegasen las indemnizaciones que prometieron desde el Gobierno del Estado de M¨¦xico y desde las empresas propietarias del cami¨®n y del gas. Algunas familias han cobrado una parte de las ayudas y han comenzado a levantar las viviendas destruidas, pero esta inundaci¨®n viene a dificultar a¨²n m¨¢s una tarea de por s¨ª complicada.
El suceso fat¨ªdico de San Pedro Xalostoc abri¨® por entonces un debate sobre la necesidad de que se regulase de un modo m¨¢s estricto la entrada a las ciudades de camiones de carga con mercanc¨ªas peligrosas. La pol¨¦mica, sin embargo, se ha ido desvaneciendo con el tiempo sin cambios normativos al respecto, y las v¨ªctimas de aquel desastre, mientras van llegando poco a poco las ayudas oficiales, siguen luchando contra los elementos -esta vez, el agua- y contra su propia carencia de recursos.
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