La reforma migratoria y el debate fiscal aguardan al Congreso tras las vacaciones
El debate sobre la reforma migratoria, el techo de la deuda o las cuentas para el pr¨®ximo a?o fiscal aguardan a los pol¨ªticos estadounidenses a la vuelta del verano
El Congreso comenz¨® el pasado viernes el receso de verano de cinco semanas con la reforma migratoria encallada en la C¨¢mara de Representantes y sin visos de acuerdo entre dem¨®cratas y republicanos para cerrar un presupuesto antes del comienzo del a?o fiscal, el 1 de octubre, que evite la par¨¢lisis del Gobierno -al no tener fondos para satisfacer nada m¨¢s que los servicios p¨²blicos esenciales- o para elevar el techo de deuda.
En estos primeros meses del nuevo curso pol¨ªtico, ha dado la sensaci¨®n, compartida incluso por el presidente de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, de que en el Congreso, en lugar de aprobar leyes, lo que se ha hecho ha sido entorpecer propuestas legislativas. Este bloqueo ha afectado a muchas de las iniciativas que el presidente Barack Obama anunci¨® en su aplaudido discurso sobre el estado de la Uni¨®n del pasado mes de febrero, algunas de las cuales, como el incremento del salario m¨ªnimo, ni siquiera se han comenzado a debatir en las c¨¢maras, y otras, como el llamamiento a un acuerdo para evitar la entrada en vigor del dr¨¢stico paquete de recorte del gasto p¨²blico, conocido como secuestro, ni siquiera fue atendido.
El ejemplo m¨¢s claro y, hasta ahora, m¨¢s amargo del bloqueo del Capitolio ha sido la muerte en el Senado de la propuesta de la ley para incrementar el control de armas, una de las prioridades de Obama en su segunda legislatura
El ejemplo m¨¢s claro y, hasta ahora, m¨¢s amargo del bloqueo del Capitolio ha sido la muerte en el Senado de la propuesta de la ley para incrementar el control de armas, una de las prioridades de Obama en su segunda legislatura y cuya defensa constituy¨® uno de los momentos m¨¢s emotivos del citado discurso sobre el estado de la Uni¨®n. La imposibilidad de los dem¨®cratas de atraer el apoyo suficiente de los miembros de la oposici¨®n a una propuesta bipartita para extender el control de antecedentes a las ventas comerciales de armas, hizo languidecer la norma en la c¨¢mara Alta.
Obama, no obstante, no est¨¢ dispuesto a que la obstrucci¨®n del Congreso anquilose su programa de su segundo mandato y ya ha anunciado que echar¨¢ mano de su privilegio presidencial, que le permite adoptar determinadas medidas sin contar con la aprobaci¨®n previa del Capitolio, para impulsar determinadas iniciativas como establecer nuevos l¨ªmites a las emisiones de di¨®xido de carbono o proveer de acceso a Internet de alta velocidad al 99% de los estudiantes estadounidenses.
Reforma migratoria
Mejor suerte ha corrido la ley sobre la reforma migratoria, un texto impulsado por un grupo bipartito de senadores y que ha contado con un amplio respaldo por parte de la Casa Blanca, asociaciones de inmigrantes, empresarios y grupos de derechos civiles, cuyo futuro ahora est¨¢ en manos de mayor¨ªa republicana de la C¨¢mara de Representantes. La legislaci¨®n allana el camino para la regularizaci¨®n de los alrededor de 11 millones de indocumentados que residen en EE UU. Aunque la norma parece haberse estancado en la c¨¢mara Baja, que no acepta el contenido actual del texto y aspira a reforzar las medidas de control y seguridad fronterizas, se espera que, finalmente, el presidente Barack Obama firme la ansiada ley antes de Acci¨®n de Gracias. Varias asociaciones de inmigrantes no piensan dejar que los legisladores olviden la importancia de aprobar esta ley y ya han planificado manifestaciones a lo largo del mes de agosto en los lugares de veraneo de varios congresistas.
La reforma migratoria no es, sin embargo, el principal tema pendiente para los miembros del Congreso. La sombra de la par¨¢lisis gubernamental, si no se llega a un acuerdo sobre los presupuestos, se ha cernido sobre el Capitolio esta ¨²ltima semana antes del receso estival y es muy probable que se extienda en estos d¨ªas de descanso. Ahora mismo, parece impensable que la incapacidad negociadora que han demostrado durante los primeros meses de 2013 vaya a desaparecer a la vuelta de las vacaciones.
La sombra de la par¨¢lisis
Si no se llega a un acuerdo antes del 1 de octubre para acabar con el secuestro y obtener fondos para financiar a las agencias federales para 2014, el Gobierno entrar¨¢ en par¨¢lisis, siendo incapaz de atender programas y servicios p¨²blicos, m¨¢s all¨¢ de los b¨¢sicos -Polic¨ªa, bomberos, servicio postal, Fuerzas Armadas...-, lo que provocar¨ªa cientos de p¨¦rdidas de empleos p¨²blicos y un serio estancamiento de una econom¨ªa que se est¨¢ empezando a recuperar. Pocas semanas despu¨¦s, el Departamento de Tesoro podr¨ªa enfrentarse al riesgo de declararse en suspensi¨®n de pagos, a no ser que el Congreso alcance un pacto para ampliar el techo de deuda p¨²blica en 16.700 billones de d¨®lares.
Si no se llega a un acuerdo antes del 1 de octubre para acabar con el secuestro y obtener fondos para financiar a las agencias federales para 2014, el Gobierno entrar¨¢ en par¨¢lisis, siendo incapaz de atender programas y servicios p¨²blicos, m¨¢s all¨¢ de los b¨¢sicos
La Casa Blanca aspira a obtener fondos para evitar la par¨¢lisis reemplazando los recortes impuestos por el secuestro gracias a la autorizaci¨®n de nuevos ingresos y recortes en el gasto a largo plazo de determinados programas sociales. La semana pasada, el presidente ofreci¨® a los republicanos un acuerdo que pasaba por reducir los impuestos a las empresas a cambio de aumentar la inversi¨®n en infraestructuras, en un intento por acercar posturas de cara a las intensas negociaciones sobre los presupuestos y la reducci¨®n del d¨¦ficit que se vaticinan para septiembre.
La oposici¨®n ya ha advertido de que no aceptar¨¢n ninguna inyecci¨®n de capital al Gobierno que incluya dotar de fondos los programas incluidos en la reforma sanitaria de Obama. Un trato que el presidente no est¨¢ dispuesto a tolerar y sobre el que este fin de semana han alertado varios gobernadores republicanos que han solicitado a sus colegas en el Capitolio que no favorezcan la par¨¢lisis de la Administraci¨®n federal como parte de su estrategia para bloquear la financiaci¨®n de la reforma sanitaria de Obama.
El presidente insiti¨® el pasado mi¨¦rcoles a los miembros del Partido Dem¨®crata en el Congreso de que no est¨¢ dispuesto a hacer pactos ef¨ªmeros que no sobrevivan a nuevas crisis. Una convicci¨®n que tambi¨¦n est¨¢ dispuesto a aplicar en la renegociaci¨®n del techo de la deuda. Los republicanos insisten en que no tolerar¨¢n un incremento en el endeudamiento del Gobierno si no se recortan importantes programas sociales, algo por lo que tampoco parece estar dispuesto a pasar la Casa Blanca. Con la intenci¨®n de poner a la opini¨®n p¨²blica de su parte, Obama ha iniciado una serie de viajes por todo el pa¨ªs para defender su pol¨ªtica econ¨®mica y la creaci¨®n de puestos de trabajo, pero la oposici¨®n ya ha dicho que lo que espera del presidente no son discursos sino acciones.
Seguridad vs privacidad
Al debate sobre la fiscalidad, se sumar¨¢ otro que no estaba previsto en la agenda de ning¨²n legislador, el del equilibrio entre la seguridad y la privacidad de los ciudadanos. Las filtraciones de los programas de vigilancia del Gobierno realizadas por Edward Snowden han dividido a la clase pol¨ªtica que ha empezado a cuestionarse la validez y la eficacia de unos programas demasiado secretos, que se desarrollaron tras los atentados del 11-S, pero de cuya utilidad se desconf¨ªa m¨¢s de 10 a?os despu¨¦s. En las ¨²ltimas semanas, los comit¨¦s de Inteligencia de ambas C¨¢maras han comenzado a establecer propuestas para garantizar un mayor control y transparencia sobre las pr¨¢cticas de la Administraci¨®n. Una iniciativa que la Casa Blanca avala en p¨²blico. El presidente se reuni¨® el jueves con un grupo escogido de senadores y congresistas de ambos partidos para explicarles los particulares de algunas de esas t¨¦cnicas en una reuni¨®n que la presidencia calific¨® de ¡°fruct¨ªfera¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Barack Obama
- Discurso Estado de la Uni¨®n
- Crisis fiscal EEUU
- Partido Republicano EE UU
- Crisis econ¨®mica
- Deuda p¨²blica
- Congreso EEUU
- Departamento Defensa EEUU
- Recesi¨®n econ¨®mica
- Casa Blanca
- Estados Unidos
- Partido Dem¨®crata EE UU
- Actos pol¨ªticos
- Coyuntura econ¨®mica
- Parlamento
- Norteam¨¦rica
- Gobierno
- Migraci¨®n
- Partidos pol¨ªticos
- Am¨¦rica
- Demograf¨ªa
- Administraci¨®n Estado
- Econom¨ªa
- Pol¨ªtica
- Sociedad