M¨¦dicos Sin Fronteras se retira de Somalia por problemas de seguridad
La organizaci¨®n humanitaria declara que ya no dispone de las garant¨ªas m¨ªnimas para mantener la ayuda en el pa¨ªs, en conflicto desde 1991
La organizaci¨®n humanitaria M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este mi¨¦rcoles que se ha visto forzada a cancelar todos sus programas en Somalia, debido a la violencia extrema a la que su personal se expone constantemente en este pa¨ªs, en el que ha prestado asistencia durante 22 a?os. Seg¨²n un comunicado difundido este mi¨¦rcoles, los equipos de MSF ya no disponen de "las garant¨ªas m¨ªnimas de seguridad para mantener los programas de ayuda" en Somalia, que se encuentra inmersa en una guerra civil desde 1991.
En Somalia, MSF se ha encontrado constantemente en un contexto de brutalidad, en el que, en total, 16 de sus trabajadores han sido asesinados. Adem¨¢s, se han producido decenas de ataques contra su personal, ambulancias e instalaciones sanitarias. La violencia ha empeorado en los ¨²ltimos a?os. La decisi¨®n de retirarse se debe a "la tolerancia y el apoyo otorgados por grupos armados y l¨ªderes civiles a los ataques contra los equipos de MSF", afirma la organizaci¨®n.
El presidente de M¨¦dicos Sin Fronteras Espa?a, Jos¨¦ Antonio Bastos, explica que dos acontecimientos recientes han motivado la decisi¨®n: el secuestro de las cooperantes espa?olas en octubre de 2011 en Kenia, retenidas en Somalia y liberadas el pasado julio tras 21 meses de cautiverio, y el asesinato premeditado y a sangre fr¨ªa de dos trabajadores del MSF en la capital, Mogadiscio. El autor s¨ª fue identificado, juzgado por las autoridades somal¨ªes y condenado a 30 a?os de c¨¢rcel, pero fue puesto en libertad despu¨¦s de cumplir tan solo tres meses de prisi¨®n.
Seg¨²n el comunicado divulgado por MSF, "la capacidad y la voluntad de respetar unas m¨ªnimas garant¨ªas negociadas de seguridad para los pacientes y el personal, siempre fr¨¢gil en zonas de conflicto, ya no existen en Somalia". Bastos cuenta que en cualquier pa¨ªs en guerra la organizaci¨®n negocia con los grupos armados, pero no puede imponer sus condiciones, as¨ª que siempre habr¨¢ riesgos. ¡°No esperamos garant¨ªas completas, sino la disponibilidad de apoyarnos¡±, dice Bastos.
En algunos casos, los mismos actores con los que la ONG ha negociado las condiciones que permit¨ªan el desarrollo de sus actividades han estado directamente implicados en los abusos, apoyando y tolerando los diversos casos de asesinatos, secuestros y agresiones a sus trabajadores.
¡°La organizaci¨®n se ha visto muchas veces obligada a tomar decisiones dif¨ªciles y se ha acostumbrado a hacer diversas concesiones y trabajar contra sus principios¡±, se?ala Bastos, destacando la decisi¨®n excepcional de emplear escoltas armados para poder trabajar en Somalia. Las escoltas est¨¢n formadas por guardas de seguridad contratados en la primera mitad de la d¨¦cada de los noventa. La adopci¨®n de esa medida, dice, ¡°destruye la imagen pac¨ªfica y neutra de MSF, y provoca reacciones m¨¢s violentas de los grupos armados¡±.
Bastos explica que la situaci¨®n ha empeorado mucho desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, que dio inicio a la confrontaci¨®n global contra el terrorismo. En la guerra de Afganist¨¢n el Ej¨¦rcito estadounidense pas¨® a utilizar la ayuda humanitaria como una ¡°herramienta de guerra¡±. ¡°Los militares se desplazaban en veh¨ªculos de color blanco, como los de las organizaciones humanitarias, y repart¨ªan alimentos y medicinas a cambio de informaci¨®n¡±. A ra¨ªz de esa pr¨¢ctica de ¡°manipulaci¨®n de la ayuda humanitaria¡± para ejecutar operaciones militares, los grupos armados locales implicados en conflictos en pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo y ?frica pasaron a desconfiar de toda iniciativa relacionada con Occidente. Los cooperantes se tornaron sospechosos y su acceso a las zonas de conflicto fue bloqueado.
El presidente internacional de la ONG, Unni Karunakara, ha se?alado en una teleconferencia que "los cientos de miles de ciudadanos somal¨ªes" ser¨¢n los que en ¨²ltima instancia pagar¨¢n el precio m¨¢s alto y ha lamentado el "incalculable" n¨²mero de personas que quedar¨¢ desatendido.
La organizaci¨®n ha expresado su compromiso con la poblaci¨®n somal¨ª. Est¨¢ dispuesta a volver a prestar atenci¨®n m¨¦dica en el pa¨ªs si todos los actores demuestran con hechos "que tienen la voluntad y la capacidad de facilitar la prestaci¨®n de la ayuda humanitaria", as¨ª como de "respetar la seguridad de los trabajadores humanitarios".
La renegociaci¨®n, en todo caso, no va a ser inmediata. ¡°Necesitamos tiempo para reflexionar y discutir internamente, y luego empezar a dialogar con las autoridades civiles somal¨ªes¡±, dice Bastos.
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