Fidel Castro estaba ¡°lejos de imaginar¡± que vivir¨ªa tanto

¡°La especie humana reafirma con frustrante fuerza que existe desde hace aproximadamente 230.000 a?os¡±. Con esta idea comienza Las verdades objetivas y los sue?os, el m¨¢s reciente ensayo de Fidel Castro, publicado a tres p¨¢ginas por el diario oficial Granma en su edici¨®n de este mi¨¦rcoles. Lo que sigue es un secuencia de im¨¢genes de todas las eras -desde el hallazgo del homo sapiens idaltu en Etiop¨ªa hasta la muerte de Hugo Ch¨¢vez; desde la inteligencia de los griegos antiguos hasta el desaire de los rusos en medio de la Guerra Fr¨ªa-, ordenadas desde la sorpresa por la propia existencia, en un inventario con fecha del martes 13 de agosto, el d¨ªa de que Castro celebr¨® su cumplea?os n¨²mero 87.

¡°Estaba lejos de imaginar que mi vida se prolongar¨ªa otros siete a?os m¨¢s¡±, admite Castro, quien, seg¨²n propio relato, decidi¨® renunciar a la presidencia de Cuba tras enfermar de gravedad el 26 de julio de 2006. ¡°Apenas comprend¨ª que ser¨ªa definitivo, no vacil¨¦ un segundo en proclamar el d¨ªa 31 que cesaba en mis cargos como presidente de los consejos de Estado y de Ministros¡±. En los p¨¢rrafos anteriores, el l¨ªder cubano enumera las haza?as de otras figuras de la pol¨ªtica mundial del siglo XX que a este punto no sobrevivieron: Richard Nixon, John F. Kennedy y su saga, Nikita Jruschov, Leonid Brezhnev, Hugo Ch¨¢vez.

¡°Hoy guardo un especial recuerdo del mejor amigo que tuve en mis a?os de pol¨ªtico activo ¡ªquien muy humilde y pobre se fragu¨® en el Ej¨¦rcito Bolivariano de Venezuela¡ª, Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas¡±, escribe Fidel sobre el presidente venezolano, fallecido el 5 de marzo en Caracas, casi dos a?os despu¨¦s de haber sido diagnosticado en una cl¨ªnica de La Habana de un c¨¢ncer ¡°en la zona p¨¦lvica¡±. ¡°De Hugo Ch¨¢vez faltaron muchas preguntas por responder, desde el momento m¨¢s importante de su existencia, cuando tom¨® posesi¨®n de su cargo como presidente de la Rep¨²blica de Venezuela. No existe una sola pregunta que responder en los m¨¢s brillantes momentos de su vida¡±, afirma Castro, sin revelar tampoco las respuestas sobre la naturaleza de la enfermedad que consumi¨® a Ch¨¢vez y que solo ¨¦l y un pu?ado de dirigentes del Gobierno de Cuba y Venezuela conocen hasta ahora. ¡°Hombre de acci¨®n e ideas, lo sorprendi¨® un tipo de enfermedad sumamente agresiva que le hizo sufrir bastante, pero enfrent¨® con gran dignidad y con profundo dolor para familiares y amigos cercanos que tanto am¨®¡±.

El texto de Fidel Castro planea tambi¨¦n sobre las circunstancias de la Guerra Fr¨ªa en las que fueron trasladados a Cuba algunos de los misiles rusos hallados como contrabando en las bodegas del buque norcoreano Chong Chon Gang cuando, a mediados de julio, la nave intentaba cruzar el canal de Panam¨¢. Pero sin aterrizar en una noticia de esta semana: la visita a Panam¨¢ de una delegaci¨®n del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, encargada de verificar si el env¨ªo de ¨¦stas armas desde su pa¨ªs hacia a Corea del Norte viol¨® el embargo mundial de armamento impuesto en 2006 contra Pyongyang en respuesta a su programa de desarrollo nuclear. ¡°El compa?ero Kim II Sung, un veterano e intachable combatiente, nos envi¨® 100.000 fusiles AK y su correspondiente parque sin cobrar un centavo¡±, es lo ¨²nico que recuerda Fidel en su ensayo acerca del apoyo que recibi¨® su r¨¦gimen de parte de Corea del Norte en la d¨¦cada de los 80, casi 20 a?os despu¨¦s de que Nikita Jruschov pactara con John F. Kennedy la retirada de los proyectiles nucleares de Cuba. ¡°Muy pr¨®ximo ya a terminar este relato, que coincide con el 13 de agosto, 87 aniversario de su autor, ruego se me excuse de cualquier imprecisi¨®n. No he tenido tiempo de consultar documentos¡±, se disculpa Castro en su ensayo de esta semana, despu¨¦s de cuatro meses en los que Granma no hab¨ªa publicado ning¨²n otro texto bajo su firma.