Nicaragua y Costa Rica protagonizan un nuevo conflicto territorial
Ambos Gobiernos mantienen un enfrentamiento por la provincia costarricense de Guanacaste
Como si Nicaragua y Costa Rica no tuvieran sus propios problemas pol¨ªticos, el interminable conflicto entre ambos pa¨ªses ha vuelvo a arder por asuntos fronterizos y territoriales. No ser¨ªa noticia hablar de un enfrentamiento verbal entre los presidentes Daniel Ortega y Laura Chinchilla, pero un nuevo elemento provocado esta semana la discordia: los derechos que Managua cree tener sobre la provincia costarricense de Guanacaste, un territorio de 10.000 kil¨®metros cuadrados conocido sobre todo por las playas que atraen a miles de turistas cada a?o.
Las relaciones bilaterales eran normales en los ¨²ltimos tiempos, lo que en el caso de estos dos pa¨ªses significa que no eran muy buenas. Los d¨ªas van pasando sin que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) resuelva las demandas de Costa Rica y Nicaragua por una aparente invasi¨®n nicarag¨¹ense en la costa Caribe y por un supuesto da?o ambiental durante la construcci¨®n de una carretera fronteriza. Ambos Gobiernos esperan se?ales y se acusan mutuamente de incumplir las medidas preventivas. Pero mientras eso ocurre, no faltan elementos para hacer carburar los discursos y recordar aquella ocasi¨®n, en el a?o 2010, en que la presidenta Chinchilla llam¨® ¡°enemigo¡± a su vecino del norte.
Ahora Chinchilla se ha visto en la obligaci¨®n de responder de nuevo con severidad ante lo que consider¨® ¡°una ofensa¡± de Ortega contra Costa Rica, al decir que su pa¨ªs podr¨ªa considerar reclamar ante la CIJ a la provincia de Guanacaste como si fuera nicarag¨¹ense. ¡°Eso le permitir¨ªa a Nicaragua recuperar un inmenso territorio¡±, declar¨® el presidente del pa¨ªs, amparado ¨Cseg¨²n ¨¦l- en fundamentos hist¨®ricos previos al a?o 1824, cuando se anex¨® a Costa Rica la mayor parte de ese territorio, llamado entonces Partido de Nicoya, por voluntad propia.
Chinchilla, que atraviesa graves momentos de popularidad, llam¨® a su embajador en consulta y convoc¨® una reuni¨®n tras la cual respondi¨® con dureza. Ya lo ha hecho en otras ocasiones en estos tres a?os desde que su Gobierno dispar¨® las alertas en octubre del 2010 por la presencia de oficiales nicarag¨¹enses en una zona caribe?a que ambos se disputan como propia, llamada Calero en San Jos¨¦ y Harbor Head en Managua. ¡°?A Guanacaste no pasar¨¢n! (¡) Se equivoca ese comandante que dirige el r¨¦gimen de Managua y que enga?a a su pueblo. Se equivoca ese comandante que agravia a la patria de don Juanito Mora¡±, dijo al d¨ªa siguiente la gobernante en alusi¨®n a una de las figuras hist¨®ricas cargadas de mayor simbolismo patri¨®tico en Costa Rica.
Tambi¨¦n anunci¨® que notificar¨¢ la situaci¨®n a la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, recordando que Costa Rica carece de un ej¨¦rcito con qu¨¦ actuar ante Nicaragua y su ¡°talante expansionista¡±, como cit¨®. No es la primera vez que habla de esta manera, pero s¨ª la primera que lo hace para responder a lo que considera ¡°pretensiones absurdas¡± sobre la provincia donde habitan unos 300.000 pobladores, se alojan grandes industrias tur¨ªsticas y con un gran potencial energ¨¦tico. T¨¦cnicos costarricenses tambi¨¦n mencionan la ambici¨®n de Ortega por apropiarse de tierra que le permita ampliar su mar patrimonial y aprovechar zonas marinas de riqueza petrolera.
Para Ortega, los intereses nicarag¨¹enses son leg¨ªtimos y Costa Rica act¨²a solamente como un aliado de Colombia, su otro rival territorial al que gan¨® un juicio en la Corte de La Haya en el a?o 2012, en un proceso en que Costa Rica pidi¨® ser parte y le fue rechazado por los jueces.
En Managua, sin embargo, tampoco abunda la claridad. Por el contrario, los discursos improvisados y dispersos de Ortega no ayudan a comprender sus motivaciones. Este s¨¢bado, uno de sus asesores, Bayardo Arce, indic¨® que su presidente no pretende reclamar Guanacaste como se le entendi¨®, sino que hizo alusiones hipot¨¦ticas. Responde as¨ª tambi¨¦n a algunas cr¨ªticas internas de pol¨ªticos que respaldan las acciones de su gobierno en La Haya pero deploran los discursos de Ortega y opinan que su ¨²nico resultado es enfadar al pa¨ªs vecino, donde viven m¨¢s de 300.000 inmigrantes procedentes de Nicaragua.
Para Bayardo Arce, Chinchilla solamente est¨¢ ¡°buscando ox¨ªgeno¡± para mejorar su popularidad a ocho meses de dejar la silla presidencial. Ya ha ocurrido con anterioridad: tras presentar la demanda contra Nicaragua en La Haya, en octubre del 2010, siete de cada diez costarricenses la aplaudieron, seg¨²n una medici¨®n de la encuestadora Unimer en ese momento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.