El campo colombiano desaf¨ªa a Santos con una huelga general

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, encar¨® este lunes una de las pruebas m¨¢s duras de su mandato cuando varios gremios productores de alimentos en el pa¨ªs se sumaron a una huelga general que involucra a cafeteros, paneleros, paperos, arroceros y cacaoteros. Adem¨¢s, se les unieron camioneros y mineros.

Estos sectores ya han protestado por separado, pero ahora salen unidos para reclamar por lo que ellos consideran el incumplimiento por parte de este y anteriores Gobiernos de acuerdos para solucionar diversas crisis econ¨®micas que provocan altos costos de producci¨®n y de combustible, el contrabando de alimentos y tambi¨¦n el aumento de las importaciones.

La huelga general inicialmente no ha tenido un gran impacto en el pa¨ªs, ya que este lunes es festivo y a¨²n no se siente el impacto sobre los precios de los alimentos tras el cese de actividades. Los manifestantes han centrado sus acciones en salir pac¨ªficamente a protestar. Tal como hab¨ªa prometido el presidente Santos, la Polic¨ªa ha evitado que bloqueen las principales carreteras del pa¨ªs.

Seg¨²n datos de las autoridades, en las primeras 10 horas del paro nacional se produjeron seis intentos de bloqueos en v¨ªas principales y 17 concentraciones de manifestantes en 20 municipios. La Polic¨ªa transmiti¨® por los medios de comunicaci¨®n que actuar¨¢ con firmeza en el momento en que se produzcan hechos violentos. El Gobierno busca evitar que se repita lo que ocurri¨® en la protesta campesina de la regi¨®n del Catatumbo hace un mes, donde murieron cuatro personas y resultaron heridas m¨¢s de 50.

Las situaciones de mayor tensi¨®n se dieron en la v¨ªa entre Buga y Tulu¨¢, en el Valle del Cauca, donde unos 300 huelguistas lograron cortar una carretera y se enfrentaron con la Polic¨ªa. Esta v¨ªa comunica el centro con el sur del pa¨ªs. Tambi¨¦n se presentaron incidentes en el municipio de Segovia, Antioquia, en donde los enfrentamientos dejaron como saldo cinco agentes y un civil heridos. En la tarde de ayer hab¨ªa 22 detenidos.

Este paro fue convocado por varios sectores agrarios del pa¨ªs, entre ellos el llamado Dignidad Cafetera, que agremia a peque?os cafetaleros quebrados por la crisis del grano en el pa¨ªs y que en marzo lograron que el Gobierno les aumentara los subsidios para la producci¨®n. No obstante, al iniciar la jornada de protesta se han notado divisiones en este sector, ya que algunos de esos campesinos han decidido que apoyan esta nueva protesta pero que no participar¨¢n como lo anunciaron los cafetaleros de Huila, una de las provincias con mayores sembrados en el pa¨ªs.

A pesar de este anuncio, unos 60.000 cafeteros de Nari?o, Valle, Caldas, Quind¨ªo y Risaralda, regiones dependientes de la cosecha del grano, informaron de que participar¨ªan en las marchas. Sin embargo, la Polic¨ªa estim¨® que en la primera parte de la jornada los huelguistas sumaban 12.000 personas.

La Federaci¨®n Nacional de Cafeteros, que agremia a peque?os, medianos y grandes agricultores, expidi¨® un comunicado en el que condena esta protesta porque podr¨ªa dar al traste con los programas de alivio que vienen trabajando con el Gobierno Santos y que le ha significado a este gremio a la fecha unos 240 millones de euros en subsidios.

El ministro del Interior Fernando Carrillo estuvo en el sur del pa¨ªs, en el departamento de Cauca, con una gran poblaci¨®n ind¨ªgena y a la vez centro de operaciones del Bloque Occidental de la guerrilla de las FARC, y pidi¨® a los huelguistas que no es el momento para ¡°acudir a la violencia¡±. La polic¨ªa ha alertado que milicianos de las FARC estar¨ªan aprovechando las concentraciones para planear acciones.

Como lo han hecho en otras ocasiones, las FARC insistieron al inicio de una nueva ronda de negociaciones en La Habana, que apoyan el paro. ¡°Que no se criminalice el derecho a la protesta social¡±, dijo Iv¨¢n M¨¢rquez, jefe negociador de la guerrilla.

Por su parte, pol¨ªticos como el presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo, han se?alado en que estos paros le ¡°generan oportunidades o a los politiqueros oportunistas o a los violentos para que infiltren, muchas veces, protestas justificadas de ciertos sectores sociales y campesinos¡±.