Obama, decidido a lanzar el ataque tras presentar las pruebas contra Siria
La Administraci¨®n asegura que tiene evidencias del uso de armas qu¨ªmicas por el Gobierno de Damasco, frente a quienes dudan de la fiabilidad de los indicios
El Gobierno de Estados Unidos asegura disponer de m¨²ltiples pruebas ¨Cfotos, v¨ªdeos, conversaciones de funcionarios del r¨¦gimen, im¨¢genes de sat¨¦lite, declaraciones de testigos presenciales, informes m¨¦dicos y de organizaciones no gubernamentales, datos de servicios de espionaje-, algunas de las cuales no pueden ser expuestas al p¨²blico por razones de seguridad, que ¡°demuestran con alta confianza que el Gobierno sirio perpetr¨® el ataque contra elementos de la oposici¨®n en las afueras de Damasco el 21 de agosto¡±.
El secretario de Estado, John Kerry, encargado de hacer p¨²blicas esas pruebas ¡°para que cada uno pueda juzgar por s¨ª mismo¡±, afirm¨® que se trata de un material lo suficientemente concluyente como para obligar a la comunidad internacional a dar una respuesta firme, no solo con el objetivo de que dejar claro al r¨¦gimen sirio que ese comportamiento es intolerable, sino tambi¨¦n para que otros pa¨ªses ¨Cmencion¨® a Ir¨¢n, Corea del Norte y el grupo Hezbol¨¢- sepan que el uso de armamento de destrucci¨®n masiva no quedar¨¢ impune.
El presidente Barack Obama, que este viernes volvi¨® a reunirse con sus principales asesores militares para ultimar los detalles de la intervenci¨®n contra Siria, anticip¨® en unas declaraciones a la prensa que, aunque a¨²n no ha tomado una decisi¨®n, ¡°en ning¨²n caso habr¨¢ tropas sobre el terreno¡±. ¡°Ser¨ªa un acto limitado, reducido a la respuesta que se quiere dar¡±, dijo. Pero insisti¨® en que el ataque realizado por el Ej¨¦rcito sirio ¡°es un desaf¨ªo al mundo y el mundo tiene la obligaci¨®n de responder¡±. La orden de actuar se tomar¨¢, en todo caso, en Washington sin esperar necesariamente al informe que presenten los inspectores de Naciones Unidas, que no pueden aportar, seg¨²n dijo Kerry, ¡°nada que no sepamos ya¡±. Obama declar¨® que hubiera preferido una actuaci¨®n con mayor respaldo internacional, pero que ¡°el Consejo de Seguridad de la ONU se ha mostrado impotente para reaccionar¡±.
¡°Sabemos desde d¨®nde fueron lanzados los cohetes y a qu¨¦ hora, sabemos d¨®nde impactaron y cu¨¢ndo, sabemos que los cohetes proced¨ªan desde ¨¢reas controladas por el r¨¦gimen y fueron dirigidos ¨²nicamente contra vecindarios controlados por la oposici¨®n¡±, declar¨® el secretario de Estado. La Casa Blanca facilit¨® despu¨¦s un mapa en el que se detallan con su nombre esos lugares.
Kerry insisti¨® en que estas pruebas han sido minuciosamente analizadas por los servicios de inteligencias hasta tener la seguridad de que no existe posibilidad de error. ¡°Se ha hecho as¨ª¡±, dijo, ¡°conscientes de la experiencia de Irak¡±. ¡°No repetiremos ese momento¡±, garantiz¨®.
Las pruebas fueron entregadas el jueves al Congreso, que parece haber quedado razonablemente convencido, puesto que no se han vuelto a escuchar despu¨¦s quejas al respecto. Obama no someter¨¢, sin embargo, su decisi¨®n sobre el ataque a la votaci¨®n en ambas c¨¢maras.
La informaci¨®n de la que dispone EE UU le ha permitido calcular que en el bombardeo de la pasada semana murieron 1.429 personas, entre ellas 426 ni?os. Ninguno de ellos sufrieron cortes o ampuntaciones. Todos presentaban, seg¨²n los testimonios recogidos sobre el terreno, quemaduras y otros ¡°s¨ªntomas claros de haber sido sometidos a gases venenosos, incluido gas sar¨ªn¡±.
Tres d¨ªas antes del ataque, seg¨²n los datos del Gobierno norteamericano, personal del r¨¦gimen sirio especializado en armas qu¨ªmicas estuvo en las ¨¢reas que ser¨ªan atacadas para hacer los preparativos necesarios. La inteligencia de EE UU sabe, igualmente, que se impartieron instrucciones a las unidades implicadas en el ataque para que tomaran las precauciones correspondientes, incluido el uso de m¨¢scaras antigas.
Posteriormente, seg¨²n los datos suministrados en Washington, un alto funcionario del r¨¦gimen sirio confirm¨® el ataque, analiz¨® su impacto y confes¨® su temor de que fuera descubierto. EE UU dispone de una grabaci¨®n de esa conversaci¨®n, as¨ª como de otra en la que se da la orden de poner fin al ataque.
En las 24 horas posteriores al bombardeo los sat¨¦lites de EE UU detectaron actividad de cohetes y misiles sobre la misma zona atacada cuatro veces superior a la de los diez d¨ªas anteriores. Los ataque sobre esos vecindarios continuaron intensivamente hasta la ma?ana del 26 de agosto, con el prop¨®sito, seg¨²n Kerry, de borrar los restos de las armas qu¨ªmicas.
A todas estas pruebas se suma el hecho, admitido por el propio r¨¦gimen, de que ¡°Siria dispone¡±, seg¨²n los datos facilitados por la Casa Blanca, ¡°de un gran arsenal de agentes qu¨ªmicos, incluyendo mostaza, sar¨ªn y VX, y que posee miles de municiones que pueden ser usadas para transportar esos agentes qu¨ªmicos¡±, medios con los que no cuentan los rebeldes.
¡°En todo esto¡±, a?adi¨® el secretario de Estado, ¡°la comunidad de inteligencia de EE UU tiene alta confianza, alta confianza, es de sentido com¨²n, son pruebas, son hechos¡±. ¡°Por tanto, la pregunta ya no es qu¨¦ sabemos. La pregunta ahora es qu¨¦ es lo que mundo, colectivamente, va a hacer al respecto¡±. El Parlamento brit¨¢nico rechaz¨® el jueves en una votaci¨®n participar en ninguna acci¨®n militar conjunta. Francia, por su parte, sigue mostr¨¢ndose partidaria de castigar al r¨¦gimen de Asad, a¨²n sin el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por lo que respecta a EE UU, Kerry afirm¨® que ¡°tomar¨¢ sus propias decisiones, de acuerdo a su propio tiempo y a sus propios intereses¡±. ¡°Despu¨¦s de una d¨¦cada de conflicto¡±, admiti¨®, ¡°el pueblo norteamericano est¨¢ cansado de guerra. Cr¨¦anme, yo tambi¨¦n lo estoy. Pero el cansancio no nos puede impedir asumir nuestras responsabilidades. Solo por anhelar la paz no la conseguiremos, y la historia nos juzgar¨¢ muy severamente si cerramos los ojos ante un dictador sin escr¨²pulos que usa armas de destrucci¨®n masiva pese a todas las advertencias¡±.
El secretario de Estado prometi¨® que ¡°cualquiera acci¨®n que se decida¡± para intervenir militarmente en Siria ¡°ser¨¢ limitada y dise?ada para asegurarnos de que el uso flagrante y brutal de armas qu¨ªmicas es adecuadamente contestado¡±. En ¨²ltima instancia, concluy¨®, la soluci¨®n de la guerra civil que se libra en Siria desde hace m¨¢s de dos a?os ¡°tendr¨¢ que ser pol¨ªtica, tendr¨¢ que ocurrir en la mesa de negociaciones¡±.
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