La ¨²ltima baza del candidato Steinbr¨¹ck
El l¨ªder socialdem¨®crata se medir¨¢ con la canciller en el ¨²nico debate televisado de la campa?a El partido socialdem¨®crata descarta repetir una gran coalici¨®n
Este domingo, Peer Steinbr¨¹ck tendr¨¢ tres semanas y una oportunidad de oro para reducir la desventaja del Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD) respecto a la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel. El esfuerzo final de los socialdem¨®cratas vendr¨¢ del ¨²nico debate televisado entre Merkel y Steinbr¨¹ck. ?l parte con una ventaja de doble filo: su lengua r¨¢pida y su capacidad para el sarcasmo. La canciller puede contar con su inveterado talento para escurrirse de los ataques, su fraseo mon¨®tono y su perfil de tefl¨®n.
El SPD que lidera Steinbr¨¹ck desde hace algo menos de un a?o sigue muy lejos de los democristianos (CDU/CSU) en unos sondeos que apenas se mueven desde hace semanas. Los de Merkel superan por poco el 40% de intenci¨®n de voto. El SPD ronda el 26%. Steinbr¨¹ck ha desempolvado esta semana una bater¨ªa de propuestas socialdem¨®cratas para ¡°los primeros 100 d¨ªas de gobierno¡± bajo su batuta junto a Los Verdes como socios minoritarios. Lo mismo que descarta una nueva gran coalici¨®n, Steinbr¨¹ck ha dicho que con ¨¦l ¡°no habr¨¢ un tripartito¡± de izquierdas entre el SPD, Los Verdes y La Izquierda (Die Linke). Tambi¨¦n ha dado el no a un Gobierno de minor¨ªa junto a Los Verdes con el apoyo externo de Die Linke.
Merkel y Steinbr¨¹ck se conocen bien, porque trabajaron codo con codo entre el estallido de la crisis financiera en 2007 hasta 2009, el a?o del descalabro econ¨®mico alem¨¢n. El socialdem¨®crata era entonces ministro de Hacienda en la gran coalici¨®n que presidi¨® ella desde 2005 hasta que logr¨® formar el actual Gobierno de centroderecha con los liberales del FDP. Steinbr¨¹ck descarta un nuevo acuerdo con Merkel tras las elecciones del 22 de septiembre, as¨ª que los 90 minutos de debate ser¨¢n la ¨²ltima oportunidad de un candidato que, a sus 66 a?os, no tiene gran cosa que perder.
La CDU ronda el 40% en intenci¨®n de voto; el SPD no llega al 26%
Los socialdem¨®cratas ponen ¨¦nfasis en el aspecto social de su programa. Quedan esquinados en su campa?a dos viejos caballos de batalla: la construcci¨®n europea y la educaci¨®n. Prometen introducir por ley un salario m¨ªnimo interprofesional de 8,50 euros por hora, lo que supondr¨ªa aumentos de sueldo para m¨¢s de cinco millones de trabajadores alemanes. Los que ganan m¨¢s de 100.000 euros anuales (200.000 para los matrimonios) ver¨¢n aumentado el tipo impositivo hasta el 49%. El impuesto sobre las ganancias burs¨¢tiles y los dividendos aumentar¨¢ del 25% al 32%. Adem¨¢s, Steinbr¨¹ck quiere obligar por ley a que las mujeres ganen lo mismo que los hombres y suprimir los subsidios para los padres que renuncien a trabajar para cuidar a sus hijos. El dinero que se ahorre en esto se destinar¨¢ a guarder¨ªas y jardines de infancia.
El centroizquierda ha aparcado sus temas favoritos: la educaci¨®n y Europa
El jueves, Steinbr¨¹ck compareci¨® ante los medios internacionales con actitud segura y cara de creer en la victoria. Su encuentro con los reporteros ante la gran pared azul de la Conferencia Federal de Prensa capitalina tuvo su parte de tanteo antes del domingo. Dijo que se ha preparado bien para retar a Merkel, que de momento ha pasado de puntillas por encima de una campa?a con pocos temas o controversias. Steinbr¨¹ck volvi¨® a demostrar la escasa distancia que hay entre ¨¦l y su exjefa, esta vez respecto a Siria. Como ella, Steinbr¨¹ck se neg¨® a pronunciar un no rotundo a la posibilidad de una intervenci¨®n militar contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad, pero llam¨® a agotar todas las v¨ªas diplom¨¢ticas y al di¨¢logo con Rusia. Merkel anunciar¨ªa poco despu¨¦s que hab¨ªa mantenido una conversaci¨®n telef¨®nica con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, para tratar de acercar posturas respecto a Siria. No ser¨¢ este, por tanto, un asunto pol¨¦mico en el duelo entre ambos pol¨ªticos. Solo la posibilidad de un tercer rescate griego ha calentado algo la campa?a. Ahora le toca a Steinbr¨¹ck intentar calentar motores.
Los duelos televisados entre los dos principales candidatos atraen audiencias masivas. El primero tuvo lugar en 2002, entre el socialcristiano b¨¢varo Edmund Stoiber (CSU) y el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der (SPD), que venci¨® en el plat¨® y en las urnas. En Internet pueden encontrarse debates de hace d¨¦cadas, cuando los debates inclu¨ªan representantes de todos los partidos y se fumaba en directo. Pese a su m¨¢s bien exang¨¹e aptitud ret¨®rica, la canciller super¨® con ¨¦xito su primera pelea en 2005, cuando sali¨® casi airosa del debate con Schr?der, al que derrot¨® en las generales. En 2009 empat¨® a bostezos con el entonces ministro de Exteriores Frank-Walter Steinmeier (SPD). Seg¨²n una encuesta reciente, la mayor¨ªa de los alemanes cree que Merkel ganar¨¢ el debate de este domingo.
?Un examen para poder votar?
Casi un mill¨®n y medio de alemanes viven fuera del pa¨ªs y, seg¨²n las estad¨ªsticas europeas de Eurostat, Espa?a es el segundo lugar de destino despu¨¦s de Suiza. Los bajos impuestos del pa¨ªs alpino o el sol, las playas y la cocina peninsulares cautivan a cientos de miles que no vuelven a su pa¨ªs. Muchos de ellos, como la escritora de novelas policiacas Angela Stucke y el excorresponsal de la televisi¨®n p¨²blica ARD Wolf Hanke, quieren votar en las generales del 22 de septiembre. Pero, para enfado de ambos, una reciente reforma legal obliga a los que llevan m¨¢s de 25 a?os fuera a demostrar un conocimiento ¡°personal e inmediato de la situaci¨®n pol¨ªtica de la Rep¨²blica Federal¡±.
Por tel¨¦fono desde Andaluc¨ªa, Stucke se re¨ªa ayer de este ¡°examen para poder ejercer el derecho constitucional b¨¢sico¡± de votar. Ambos llevan m¨¢s de 25 a?os en Espa?a. A la vez que protestaba ante el presidente federal, Joachim Gauck, ella ha enviado ¡°con reservas¡± una solicitud para votar, ¡°que ahora estar¨¢ en manos de alg¨²n funcionario de Colonia¡±. El jubilado Hanke, en cambio, sali¨® esta semana en el telediario nocturno de la ARD asegurando que renunciar¨¢ a votar por primera vez en su vida, ¡°para no tomar parte en este disparate¡±.
Hasta ahora, los ciudadanos residentes en el extranjero que hubieran vivido ininterrumpidamente tres meses en Alemania despu¨¦s de cumplir 14 a?os ten¨ªan derecho a votar por correo en la circunscripci¨®n de su ¨²ltimo domicilio. Pero el Tribunal Constitucional consider¨® recientemente que as¨ª se discriminaba a los alemanes que nunca han vivido en el pa¨ªs de su pasaporte. La soluci¨®n legal hace que el derecho al voto de los que llevan fuera m¨¢s de 25 a?os dependa de la aprobaci¨®n de una solicitud. Stucke se pregunta ¡°qu¨¦ criterios se siguen¡± y ¡°qui¨¦n dar¨¢ ese visto bueno¡±. Dado que muchos expatriados mantienen alg¨²n tipo de empadronamiento en Alemania, es imposible saber cu¨¢ntos quedar¨¢n excluidos. Hanke cree que la ley ¡°disuadir¨¢ a muchos¡± de participar en los comicios de septiembre.
El polit¨®logo berlin¨¦s Nils Diederich argumenta, en cambio, que ¡°desde un punto de vista administrativo¡±, la reforma podr¨ªa tener sentido dado que ¡°solo deja fuera a los que no tienen relaci¨®n directa con la administraci¨®n p¨²blica¡± ni padecen o disfrutan sus decisiones. Los afectados, Stucke y Hanke, no est¨¢n de acuerdo.
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