Miles de polic¨ªas bloquean el Congreso de M¨¦xico ante las protestas de los maestros
Los manifestantes marcharon durante cuatro horas para protestar contra la Reforma Educativa del Gobierno
Los alrededores de la C¨¢mara de Diputados de M¨¦xico, donde durante la noche se debat¨ªa la aprobaci¨®n de la ?Ley del Servicio Profesional Docente,?parecen el escenario de un pa¨ªs en guerra. Las vallas met¨¢licas de tres metros de altura cercan completamente el edificio, custodiado por tanquetas, furgones policiales y cientos de agentes armados. El motivo: miles de miembros de la Central Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (CNTE, uno de los grandes sindicatos de maestros) avanzaron la tarde del domingo desde el Monumento de la Revoluci¨®n hacia el Congreso acusando al Gobierno de Enrique Pe?a Nieto de pretender privatizar la ense?anza con su reforma educativa. En el transcurso de la marcha toparon con unos 6.000 agentes pertenecientes a distintos cuerpos policiales y regresaron a sus campamentos en el Z¨®calo (en pleno centro de la ciudad). Sin embargo un grupo de cien encapuchados ajeno al sindicato se enfrent¨® contra los polic¨ªas lanzando piedras y c¨®cteles molotov. Hubo 16 detenidos y varios heridos seg¨²n fuentes de la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica.
No nos oponemos a ser evaluados. Pero esa prueba no puede ser est¨¢ndar: debe tener en cuenta que en M¨¦xico hay poblaciones ind¨ªgenas y lugares con pobreza extrema". Claudio Mendoza, dirigente de la CNTE
¡°Pocas veces he visto tanta polic¨ªa en M¨¦xico¡±, reconoce uno de los agentes de las inmediaciones de la C¨¢mara de Diputados. El despliegue que rodea el lugar impidi¨® que el transito transcurriera con normalidad durante buena parte de la tarde. Incluso la estaci¨®n del metro aleda?a ¨CCandelaria- fue cerrada.
Seg¨²n los presentes, los maestros de la CNTE impidieron en todo momento que los integrantes del contingente de encapuchados se infiltraran en sus filas. Aparte de los supuestos "anarquistas" (como se definieron muchos de ellos), marcharon numerosas organizaciones, entre ellas el movimiento estudiantil ¡®Yo Soy 132¡¯, que protagoniz¨® las protestas ante la C¨¢mara de Diputados durante la ceremonia de toma de posesi¨®n de Pe?a Nieto, el 1 de diciembre del 2012. Aquel d¨ªa acab¨® con una aut¨¦ntica batalla campal, con gases lacrim¨®genos incluidos, que cost¨® 20 heridos y 90 detenidos. ¡°Hoy est¨¢bamos preparados para que lo mismo¡±, comenta un granadero. ¡°Afortunadamente no ha pasado nada, pero nos han ordenado quedarnos aqu¨ª vigilando hasta ma?ana¡±.
Rub¨¦n N¨²?ez, uno de los dirigentes de la CNTE, asegur¨® que unos 50.000 manifestantes participaron en la marcha y que siguen llegando m¨¢s a la capital mexicana. Las movilizaciones de las ¨²ltimas dos semanas han trastornado la circulaci¨®n de la capital e incluso han obligado a Pe?a Nieto a cambiar la fecha y el lugar del informe de su primer a?o de mandato. Las protestas han llegado al Congreso, al Senado, a la casa presidencial, al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de M¨¦xico, a la Bolsa Mexicana de Valores y a las sedes de las principales televisiones mexicanas.
El Gobierno les acusa de negarse a aceptar la ley general del servicio profesional docente, una norma que les obliga a someterse a una evaluaci¨®n para conservar su trabajo.?Sin embargo, los maestros consultados aseguran que no se oponen a ser examinados: ¡°Tanto el Gobierno como la prensa manipuladora va a repetir la misma mentira mil veces¡±, explica Claudio Mendoza, dirigente de la CNTE y profesor en Pinotepa Nacional, un pueblo a 15 kil¨®metros de la costa de Oaxaca (al sur del pa¨ªs). ¡°Nosotros no nos oponemos a ser evaluados en un examen. Lo ¨²nico que decimos es que esta prueba no puede ser est¨¢ndar en un pa¨ªs como M¨¦xico, en el que hay poblaciones ind¨ªgenas que se rigen por la ley de usos y costumbres. En el que hay Estados como Oaxaca, donde se hablan decenas de lenguas aut¨®ctonas y donde hay poblados en situaci¨®n de extrema pobreza. Esto no quiere decir que el examen de un profesor de Oaxaca tenga que ser m¨¢s f¨¢cil que el de uno de Monterey, solo quiere decir que ese examen no puede ser el mismo. Tiene que tener en cuenta la diferencia econ¨®mica, social, ling¨¹¨ªstica y cultural¡±.
Desde hace 15 d¨ªas, los maestros y los legisladores se han reunido seis veces sin resultados. Aseguran que la suya es una lucha pac¨ªfica: ¡°Esos supuestos anarquistas son infiltrados de la derecha que pretenden perjudicarnos, la polic¨ªa sabe perfectamente que somos pac¨ªficos¡±, explica Mendoza. Tambi¨¦n quieren desligarse de la fama del otro gran sindicato de docentes de M¨¦xico, el SNTE, cuya ex l¨ªder, la todopoderosa Elba Esther Gordillo, fue encarcelada por corrupci¨®n. ¡°La gente debe saber que no somos lo mismo¡±, puntualiza.
La afluencia de los maestros hacia la capital mexicana sigue aumentando desde que el pasado abril instalaran un campamento base en el Z¨®calo (la plaza principal del Distrito Federal). Hoy el espacio de la plaza ha sido rebosado y las calles adyacentes son el escenario de nuevas acampadas que albergan a m¨¢s de 50.000 personas procedentes de varios estados como Oaxaca, Guerrero, Michoac¨¢n o Chiapas. A primera vista, el aspecto del lugar se asemeja al que se vivi¨® en Madrid, la capital espa?ola, durante los primeros meses de la movilizaci¨®n del 15M. Pero bajo los toldos azules se percibe una diferencia significativa. Aqu¨ª no existe el ambiente festivo y politizado que protagonizaron los j¨®venes espa?oles. Son rostros curtidos de cansancio y desesperaci¨®n, la mayor¨ªa ind¨ªgenas, que lejos de dar explicaciones pol¨ªticas e ideol¨®gicas optan por autodefinirse: ¡°Somos los pobres de M¨¦xico¡±, expresa una mujer. ¡°Y no nos vamos a mover de aqu¨ª porque no tenemos nada que perder¡±.
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