?Para qu¨¦ una consulta?

Para aprovechar la ocasi¨®n e irse antes de que amaine la tormenta perfecta, los que quieren hacerla enseguida, en 2014.

Para salvar la cara, los que la han prometido.

Para terminar de una vez y aclarar hacia d¨®nde vamos, los que ya est¨¢n hartos.

Para apretarle las tuercas a Mariano Rajoy, los que quieren el pacto fiscal y tambi¨¦n los que quieren una Espa?a federal, confederal o incluso dual como la vieja Austria-Hungr¨ªa. (Por eso hubo tantos no independentistas en la Via Catalana y por eso hay todav¨ªa mucho margen para ampliar la movilizaci¨®n entre los que ni lo son ni fueron a la manifestaci¨®n de la Diada).

Para muchos j¨®venes que no votaron la Constituci¨®n y quieren implicarse en la modelaci¨®n del futuro, porque no ven razones para no hacerla, sin m¨¢s, y luego que salga el sol por Antequera.

Para todo dem¨®crata, porque la democracia es gobernar con el consentimiento de los gobernados y no es sostenible para un Gobierno que un 80 por ciento de los ciudadanos de una de sus regiones geogr¨¢ficas exija que se le pregunte por el futuro de sus relaciones con el resto y otro 50 y pico por ciento diga en las encuestas que quiere largarse.

Todos estos conforman el 80 por ciento de los catalanes que est¨¢n a favor de la consulta. Solo los primeros, los indepes apresurados, la exigen para 2014. Es el catat¨®nico Gobierno central el que luego hace el resto de la faena y va echando a los otros grupos en brazos de los primeros.

Cuanto menos y peor reaccione Rajoy mayor ser¨¢ el n¨²mero de los partidarios de la consulta y de que sea en 2014. Y tambi¨¦n aumentar¨¢, naturalmente, el n¨²mero de los partidarios de la independencia.