Francia prefiere a Merkel

El 84% de los franceses, siempre tan descontentos con lo suyo, tienen una opini¨®n positiva de Alemania. Seis de cada diez creen que Francia deber¨ªa adoptar el modelo alem¨¢n, y envidian su salud financiera, su potencia exportadora y su tasa de desempleo. Adem¨¢s, seg¨²n revela una encuesta publicada el viernes por el diario Le Figaro, el 56% de los franceses afirman que, de ser alemanes, querr¨ªan que Angela Merkel gane las elecciones. Un n¨²mero parecido piensa que la reelecci¨®n de la canciller ser¨ªa ¡°buena para Francia¡±, y un 64% dice tener buena opini¨®n de Merkel. Mientras tanto, en el El¨ªseo nadie hace pron¨®sticos ni desvela deseos. Seg¨²n explica Romain Nadal, asesor diplom¨¢tico del socialista Fran?ois Hollande, ¡°sea quien sea el ganador, Francia trabajar¨¢ con el l¨ªder que elijan los alemanes para fortalecer el proyecto europeo. El eje franco-alem¨¢n seguir¨¢ funcionando¡±.

Los porcentajes de la encuesta parecen coherentes con el deprimido estado de ¨¢nimo franc¨¦s, visible en el bajo ¨ªndice de popularidad de Fran?ois Hollande ¡ªsigue en torno al 30%¡ª y en el desencanto que genera la clase pol¨ªtica. Pero los resultados sorprenden porque hace solo a?o y medio que los electores dieron la mayor¨ªa a los socialistas en las presidenciales y las legislativas, y porque la resistencia a las reformas de inspiraci¨®n alemana, con su austeridad a ultranza, sus recortes de derechos, sus mini-trabajos y sus mini-sueldos, sigue siendo alt¨ªsima a este lado del Rin.

Lo cierto es que pocos franceses dudan que Merkel volver¨¢ a imponerse en las urnas por tercera vez consecutiva, aunque un 25% asegura que preferir¨ªa un triunfo del candidato socialdem¨®crata Peer Steinbr¨¹ck, que es desde luego mucho menos conocido en Francia que la canciller. En tiempos de Nicolas Sarkozy, los Gui?oles de Canal Plus sol¨ªan representar a Sarkozy como secretario de Merkel y a esta como la verdadera presidenta de la Rep¨²blica francesa; su mu?eco arengaba a las masas diciendo: ¡°?Franceses, ten¨¦is que trabajar m¨¢s!¡±.

Liquidada la era Merkozy, muchos parecen haber olvidado la deplorable gesti¨®n de la crisis de la zona euro y los da?os infligidos al proyecto europeo por la arrolladora pareja conservadora. Despu¨¦s de que Merkel ninguneara a Hollande durante la campa?a francesa, al negarse a reunirse con ¨¦l y pedir el voto para Sarkozy, el presidente socialista devolvi¨® ¡ªsolo en parte¡ª la afrenta a la canciller cuando recibi¨® a su rival en el El¨ªseo. Pero eso fue en abril, y desde entonces el apoyo de Hollande a los socialdem¨®cratas ha brillado por su ausencia.

Aunque el presidente ha resumido su relaci¨®n con Merkel con la f¨®rmula ¡°tensi¨®n amistosa¡±, nadie niega en Par¨ªs que una gran coalici¨®n entre la CDU y el SPD ayudar¨ªa a que Alemania apruebe un salario m¨ªnimo, lo que estimular¨ªa el consumo interno y a su vez favorecer¨ªa a las exportaciones francesas y reducir¨ªa la brecha de los costes laborales entre los dos pa¨ªses. Pero el El¨ªseo prefiere la cautela. Seg¨²n afirma Romain Nadal, ¡°la relaci¨®n bilateral est¨¢ por encima de partidismos, y el entendimiento con Berl¨ªn seguir¨¢ siendo bueno y fluido sea cual sea la mayor¨ªa que salga de las urnas. El m¨¦todo de trabajo com¨²n est¨¢ establecido y tenemos lazos directos que nos han permitido llegar a acuerdos y superar discrepancias cuando aparecen¡±.

El El¨ªseo adelanta que, ¡°desde el lunes, Hollande relanzar¨¢ el eje franco-alem¨¢n para dinamizar el crecimiento, mejorar el paro juvenil y avanzar en el proyecto pol¨ªtico europeo¡±. El motor de esta nueva fase es el miedo de los partidos tradicionales al previsto avance de la ultraderecha en los comicios europeos y municipales de 2014.