El candidato socialdem¨®crata derrotado por Merkel dimite de todos sus cargos

Peer Steinbr¨¹ck ha dejado este viernes todos sus cargos en el Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) y en el grupo parlamentario. Tras el fracaso de su candidatura al frente del primer partido de la oposici¨®n en las elecciones del domingo, Steinbr¨¹ck ha aprovechado una convenci¨®n del partido para anunciar "el final ordenado" de su carrera pol¨ªtica. ha puesto as¨ª as¨ª fin a una larga trayectoria en la que fue primer ministro de la regi¨®n de Renania del Norte-Westfalia y ejerci¨® como ministro de Hacienda durante la gran coalici¨®n (2005-2009) de la canciller democristiana Angela Merkel con el SPD. Ha sido vicepresidente del partido hasta su dimisi¨®n. Durante la pasada campa?a electoral ya rechaz¨® la posibilidad de participar como ministro en una nueva coalici¨®n con Merkel al mando. Ahora solo conservar¨¢ su esca?o en el Bundestag. Tiene 66 a?os.

Mientras, unos 200 delegados socialdem¨®cratas reunidos en Berl¨ªn votan esta anoche una propuesta de la Ejecutiva del partido para entablar contactos con la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) de Merkel. Si estos contactos dan fruto y se avanza hacia un acuerdo de coalici¨®n, la Ejecutiva del partido quiere consultar a sus 470.000 militantes si aceptan otra nueva gran coalici¨®n. La consulta a las bases ser¨¢ "vinculante" y tendr¨¢ lugar en las semanas previas al congreso federal que el SPD celebrar¨¢ en Leipzig a mediados de noviembre.

A¨²n no se han recontado los votos de los delegados, pero los expertos dan como muy probable que fuese aceptada la propuesta de la Ejecutiva.

Con ella, el presidente de los socialdem¨®cratas, Sigmar Gabriel, busca el respaldo de unas bases reacias a un nuevo pacto con Merkel. Seg¨²n una encuesta, el 65% de los militantes del SPD rechaza una gran coalici¨®n. La consulta es arriesgada, pero no hacerla podr¨ªa precipitar un cisma dentro de la centenaria formaci¨®n. El partido quiere exigir "un viraje en el rumbo pol¨ªtico" de Berl¨ªn a cambio de un posible trato con los democristianos. Entre las condiciones innegociables podr¨ªan plantear la introducci¨®n de un salario m¨ªnimo interprofesional o la subida del tramo m¨¢s alto del IRPF hasta el 49%.

Merkel, que gan¨® las elecciones del domingo con una abrumadora mayor¨ªa del 41,5%, anunci¨® ya el lunes su disposici¨®n al di¨¢logo con el SPD. Los socialdem¨®cratas quedaron segundos con el 26% de los votos. Los liberales del FDP sufrieron un batacazo que los dej¨® fuera del Parlamento y que obliga a Merkel a buscar una nueva coalici¨®n para gobernar durante los pr¨®ximos cuatro a?os.

El SPD rechaz¨® ya en campa?a un tripartito junto a Los Verdes y al partido La Izquierda (Die Linke). Producto de la boda entre los excomunistas del Este y la plataforma occidental formada alrededor de socialdem¨®crata disidente del SPD Oskar Lafontaine, el programa electoral de Die Linke complica cualquier pacto de gobierno. Aboga por una salida de la Alianza atl¨¢ntica y por el alineamiento en "un sistema de seguridad colectivo" junto a Rusia. El SPD ha gobernado junto a Die Linke en diversas regiones del Este alem¨¢n como Berl¨ªn, Brandeburgo o Mecklenburgo-Pomerania Occidental. Steinbr¨¹ck reconoci¨® en campa?a que pueden ser "socios fiables" en los l?nder, pero descart¨® su entrada inmediata en un Gobierno federal junto al SPD. Un d¨ªa, admiti¨®, "eso puede cambiar".

Las diferencias no son solo program¨¢ticas. La plataforma de izquierda que se fusion¨® en 2007 con los excomunistas es menos homog¨¦nea y carece de la experiencia administrativa de la parte oriental del partido. Adem¨¢s, su fundador es el disidente m¨¢s notorio de la historia reciente de la socialdemocracia alemana: Lafontaine pas¨® de superministro del canciller Gerhard Schr?der en 1998 a presidente del partido que capitalizar¨ªa el descontento con los recortes sociales aplicados por la coalici¨®n entre SPD y Verdes.

Las heridas abiertas entonces no se han cerrado del todo entre los dirigentes del SPD, pero las bases del partido est¨¢n empezando a perder el miedo a la posibilidad de hacer valer la mayor¨ªa parlamentaria de la izquierda en el Bundestag.