El terror galvaniza a un pa¨ªs en crisis
El asalto deja en segundo plano los juicios a gobernantes y la desigualdad social
El Westgate se hab¨ªa convertido en un s¨ªmbolo del boom econ¨®mico que est¨¢ atrayendo a numerosos inversores a ?frica y del que Nairobi es uno de los mayores exponentes. Durante los ¨²ltimos a?os, Kenia ha crecido por encima del 5% y lleva camino de convertirse en un pa¨ªs de renta media. Sin embargo, como en el resto del continente, los beneficios de ese desarrollo no se est¨¢n repartiendo de forma equitativa. El atentado, que se ha producido adem¨¢s en un momento pol¨ªtico delicado, pone de relieve factores de tensi¨®n.
¡°Kenia est¨¢ desplazando a Sud¨¢frica como centro de negocios internacional de la regi¨®n¡±, se?ala Cedric Barnes, responsable del International Crisis Group para el Cuerno de ?frica. Ese crecimiento acelerado en varios pa¨ªses africanos ha aumentado las desigualdades. Tanto en Mal¨ª, como en Nigeria, como en Kenia, los islamistas violentos explotan ese caldo de cultivo para reclutar a sus militantes. En Kenia, adem¨¢s, confluye la desigualdad social con que los musulmanes (un 12% de sus 44 millones de habitantes) se sienten marginados, sobre todo en la costa y en el noreste del pa¨ªs. Adem¨¢s, cuenta con una nutrida comunidad somal¨ª aut¨®ctona y medio mill¨®n de refugiados de esa nacionalidad. ¡°Hay pruebas de que algunas mezquitas se han radicalizado¡±, apunta Barnes.
El atentado ha desatado un sentimiento de unidad nacional y numerosas muestras de solidaridad. No obstante, seg¨²n se vaya superando el choque inicial y el duelo en el que se ha sumido la naci¨®n, algunos se preguntar¨¢n por qu¨¦ los terroristas perdonaron la vida a aquellos que pudieron probar que eran musulmanes. De momento, los l¨ªderes religiosos de todas las confesiones han convocado un acto ecum¨¦nico el pr¨®ximo martes.
Tanto el presidente Uhuru Kenyatta, como el vicepresidente William Ruto, quieren aprovechar el atentado para intentar que la Corte Penal Internacional (CPI) archive la causa por cr¨ªmenes contra la humanidad abierta contra ambos por la violencia que sacudi¨® el pa¨ªs tras las elecciones de 2007. De ah¨ª que Kenyatta insistiera en su papel en la lucha internacional contra el terrorismo durante su discurso del martes.
¡°La comunidad internacional tiene que decidir si va a dejarles que se dediquen a gobernar el pa¨ªs, o les va a distraer con el juicio¡±, manifiesta Eric Shimoli, jefe de redacci¨®n del peri¨®dico Daily Nation. En un pa¨ªs en el que los partidos tienen una base tribal, los fieles seguidores de ambos apoyan el sobreseimiento de la causa, sobre todo porque ambos pol¨ªticos alcanzaron un acuerdo y lanzaron un proceso de reconciliaci¨®n nacional.
¡°Al principio, todo el mundo apoy¨® la imputaci¨®n del tribunal, pero ahora hay una sensaci¨®n de que el proceso se est¨¢ alargando demasiado¡±, asegura Shimoli. En su opini¨®n, ¡°la CPI ha enviado el mensaje de que nadie escapa de la justicia y puede que sin ¨¦l la reconciliaci¨®n entre Kenyatta y Ruto no se hubiera producido¡±.
Observadores occidentales sospechan, sin embargo, que ambos hicieron las paces precisamente para evitar el tribunal internacional. En cualquier caso, las v¨ªctimas, sus familiares y las organizaciones de derechos humanos quieren que se haga justicia. Los 1.300 muertos, 5.000 heridos y medio mill¨®n de desplazados que provoc¨® la violencia (y que en su mayor¨ªa no han podido regresara a sus hogares) esperan una reparaci¨®n.
Ruto se encontraba en La Haya cuando se produjo el atentado y la CPI aplaz¨® su juicio para que pudiera unirse al Gabinete durante la crisis. Sin embargo, el tribunal ha rechazado la solicitud de Kenyatta para retrasar a enero de 2014 su comparecencia, en principio prevista para el pr¨®ximo 12 de noviembre.
Otro temor expresado estos d¨ªas ha sido el efecto del atentado sobre el turismo. A pesar de la imagen de safaris y playas que se asocia con Kenia, el pa¨ªs apenas recibe 1,5 millones de visitantes anuales. A¨²n as¨ª, se trata de la segunda fuente de divisas despu¨¦s de la agricultura, que proporciona una cuarta parte del PIB, emplea al 18% de la poblaci¨®n y constituye la mitad de las exportaciones (principalmente, t¨¦, caf¨¦ y flores cortadas). ¡°Nos encontramos en la temporada alta y seguro que afecta, pero nos recuperaremos¡±, concluye Shimoli.
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