La Comisi¨®n avisa a Italia de que una nueva crisis implicar¨¢ riesgos para el euro
Dur?o Barroso: ¡°Las decisiones en Roma tienen consecuencias sobre toda la UE¡±
?Qu¨¦ demonios es una genuina recuperaci¨®n econ¨®mica? En Bruselas, y en Madrid, hay quien sostiene que un trimestre de crecimiento suave sin creaci¨®n de empleo, tras a?o y medio en recesi¨®n y con el paro en m¨¢ximos, equivale a salir del t¨²nel. T¨¦cnicamente es as¨ª. Y esa es tambi¨¦n la tesis del presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, que sin embargo tiene serias dudas acerca de si la reactivaci¨®n est¨¢ aqu¨ª para quedarse por razones que no son estrictamente econ¨®micas; al cabo, tampoco esta crisis es estrictamente econ¨®mica. El miedo, esta vez, viene de Italia. ¡°Viene una recuperaci¨®n, aunque sea suave. Eso s¨ª: hay riesgos, y son pol¨ªticos¡±, ha asegurado Barroso, que en un encuentro con varios medios europeos telegrafi¨® un mensaje dirigido hacia Roma: alert¨® a los pol¨ªticos italianos, y a Silvio Berlusconi en particular, de que las decisiones que tomen en los pr¨®ximos d¨ªas ¡°tendr¨¢n consecuencias para la estabilidad de Italia, pero tambi¨¦n para la del euro y la Uni¨®n Europea¡±.
Bruselas respir¨® con alivio tras la votaci¨®n en Italia, que salva la primera bola de partido. Pero solo la primera: en la capital europea nadie duda de que habr¨¢ m¨¢s. Barroso ha conversado con Enrico Letta (primer ministro italiano), Giorgio Napolitano (presidente) y Berlusconi (a quien probablemente no hace falta presentar) para despu¨¦s lanzar esa clara advertencia, con la que viene a pedir tranquilidad para no acabar de un plumazo con el par¨¦ntesis del que disfruta, de momento, la eurozona. En medio de un mar de dudas sobre la banca y sobre el ¨¦xito de los rescates en Grecia y Portugal (y, en menor medida, en Irlanda y Espa?a), el crecimiento vuelve a asomar t¨ªmidamente y Bruselas no quiere distracciones. ¡°Especialmente en los grandes pa¨ªses¡±, avis¨® Barroso.
Ese es el deseo, y esta la realidad: la segunda mitad de 2013 se caracteriza por las turbulencias pol¨ªticas. Y lo que viene es m¨¢s de lo mismo. Portugal ya tuvo l¨ªo con la coalici¨®n de Gobierno en verano y est¨¢ en pleno debate ¡ªcrispado¡ª sobre un segundo rescate, con una ciudadan¨ªa cada vez m¨¢s suspicaz con los recortes y un Constitucional convertido en una suerte de oposici¨®n de facto a la troika. En Grecia hay tensi¨®n por los radicales de Aurora Dorada, adem¨¢s de disfunciones entre Bruselas, el FMI y el BCE por un rescate que ah¨ª tampoco termina de cuajar. La Comisi¨®n ha rebajado el tono con Espa?a pese a la incertidumbre relacionada con el proyecto soberanista catal¨¢n y los casos de corrupci¨®n que alcanzan los aleda?os de la jefatura de Estado y la presidencia del Gobierno, con la vista puesta en el cierre del rescate y una econom¨ªa que mejora t¨ªmidamente pero que puede torcerse. Todo eso podr¨ªa provocar contratiempos en los mercados, pero nada parecido a lo que se vio durante 2011 y 2012, con dudas existenciales sobre el mism¨ªsimo euro. Nada parecido salvo si la crisis italiana empeora: el riesgo, ahora, es la indescifrable pol¨ªtica italiana.
As¨ª lo ve Barroso, que considera ¡°esencial¡± cierta vuelta a la normalidad m¨¢s all¨¢ de los Alpes. ¡°La crisis pol¨ªtica tiene serios efectos sobre la confianza que Italia estaba en camino de recuperar. No hay m¨¢s que ver las primas de riesgo. Por eso es imprescindible un esfuerzo de estabilidad, esencial para la propia Italia pero tambi¨¦n para el euro y para la UE, por el tama?o de la econom¨ªa italiana¡±, advirti¨®. ¡°Si un pa¨ªs grande entra en crisis podr¨ªamos volver a tener problemas¡±, dijo.
Riesgos pol¨ªticos, en fin, para esta etapa de la crisis en Europa, que apunta ciertos indicios optimistas pero que en general da una de cal y otra de arena, sin atisbo de mejor¨ªa en la banca ni en el paro. Y con un hilo musical en los pasillos de Bruselas, Fr¨¢ncfort y Berl¨ªn que hace pensar en pocos cambios, a la espera del nuevo Gobierno en Alemania y con las instituciones de la Uni¨®n pr¨¢cticamente haciendo las maletas por las elecciones europeas de primavera. ¡°En pol¨ªtica econ¨®mica sigue mandando ese modelo alem¨¢n de lo fiscal es lo primero, aunque la periferia da muestras de que se est¨¢ ajustando (a un coste social muy elevado). Y la austeridad sigue ah¨ª; en general progresa muy poco a poco ese cambio de ¨¦nfasis que se basa en ajustar los recortes al ciclo, con m¨¢s tiempo para cumplir los objetivos fiscales en los pa¨ªses que hacen reformas¡±, cerr¨® Mujatba Rahman, director del think tank Eurasia.
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