La Constituci¨®n fija que el vicepresidente sea el sustituto en caso de enfermedad

Amado Boudou no es ni de lejos el hombre m¨¢s influyente del Gobierno argentino. No es tampoco el m¨¢s respetado entre sus compa?eros de Gabinete, ni el que mayor acceso directo tiene con la presidenta. Al contrario que la mayor¨ªa del Ejecutivo, Boudou no proviene del peronismo. Pero es la persona a la que Cristina Fern¨¢ndez eligi¨® como vicepresidente del Gobierno en 2011. Y la Constituci¨®n de Argentina establece que el vicepresidente ha de asumir el mando del Gobierno en caso de enfermedad, ausencia o muerte. Si Fern¨¢ndez abandona por completo su actividad presidencial durante un mes, Boudou ser¨¢ el presidente en funciones.

¡°?l es la persona que cuando empez¨® la crisis global vino a decirme que el mundo hab¨ªa cambiado y que me propuso medidas a tomar. Amado es un hombre leal y que no te teme a las corporaciones¡±, declar¨® Fern¨¢ndez en su d¨ªa. En aquel octubre de 2011, Boudou contaba con un gran capital pol¨ªtico. En los m¨ªtines tocaba la guitarra y cantaba mientras explicaba las medidas del ministerio de Econom¨ªa, del que era titular. Conectaba con la juventud y se hablaba entonces de ¨¦l como un posible sucesor de Fern¨¢ndez. Pero nada m¨¢s estrenar el cargo en 2012 fue denunciado por tr¨¢fico de influencias y enriquecimiento il¨ªcito.

Boudou parec¨ªa estar en la cuerda floja. Casi se daba por hecho que la presidenta le soltar¨ªa la mano. Pero el vicepresidente ofreci¨® el 5 de abril una conferencia de prensa donde atac¨® al fiscal general y al juez y al fiscal que lo investigaban. El fiscal general dimiti¨® y el juez y el fiscal que lo investigaban fueron apartados del caso. Cristina Fern¨¢ndez salv¨® a Boudou. Pero el vicepresidente sali¨® desgastado de aquella batalla. Y la investigaci¨®n judicial contin¨²a su curso. Hoy nadie habla de Amado Boudou como un posible sucesor de Cristina Fern¨¢ndez.