Ovadia Yosef, gran rabino sefardita y ¨¢rbitro de la pol¨ªtica israel¨ª
L¨ªder de una legi¨®n de fieles, fund¨® el Shas, partido bisagra de la historia reciente del pa¨ªs
Las vestiduras quedaron rasgadas y los llantos llenaron la ciudad. A Jerusal¨¦n, sagrada para los jud¨ªos, llegaron cientos de miles de fieles creyentes de todo Israel, a despedir a un rabino superlativo, una de las mayores fuentes de sabidur¨ªa en la halaj¨¢, compendio de leyes jud¨ªas, y un hacedor de reyes pol¨ªticos que, sobre todo, dio voz a los mizraj¨ªes, aquellos jud¨ªos procedentes del mundo ¨¢rabe y persa. Ovadia Yosef muri¨® ayer a los 93 a?os en Jerusal¨¦n. La ciudad a la que, seg¨²n dec¨ªa en sus sermones, su pueblo anhel¨® regresar durante miles de a?os, se paraliz¨® para despedirle. A su funeral acudieron mandatarios como el primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, quien le defini¨® como ¡°uno de los hombres m¨¢s sabios de su generaci¨®n¡±.
Cuando Yosef (Irak, 1920) se mud¨® con su familia a Jerusal¨¦n, ten¨ªa cuatro a?os e Israel a¨²n no estaba en los mapas. Como muchos otros jud¨ªos de Oriente Pr¨®ximo, sus familiares emigraron a aquella ciudad donde a¨²n se conservaba el muro del segundo templo, lugar sagrado entre lo m¨¢s sagrado. Estudi¨® en una yeshiva en el barrio jud¨ªo de la ciudad vieja y en 1936 comenz¨® ¨¦l mismo a impartir clases y a escribir sus interpretaciones de ley jud¨ªa, que quedar¨ªan recopiladas en los 10 tomos que conforman su obra magna, Responsa, Yabia Omer. En 1947 se mud¨® a El Cairo, donde presidi¨® la corte rab¨ªnica egipcia. Tras tres a?os regres¨® a Jerusal¨¦n, en esta ocasi¨®n ciudad fronteriza de un nuevo Estado creado para el pueblo jud¨ªo.
Creado Israel, en el contexto de sus primeros gobiernos y grandes guerras, Yosef trascendi¨® su persona para convertirse en un mito, irreprochable para sus seguidores, profundamente pol¨¦mico para los jud¨ªos seculares y, sobre todo, los vecinos ¨¢rabes. Curiosamente del mundo ¨¢rabe y de Ir¨¢n proced¨ªa la base que encumbrar¨ªa a Yosef, la de los sefard¨ªes, los jud¨ªos con ancestros espa?oles y portugueses, emigrados a Israel desde Irak, Marruecos o Siria. Durante d¨¦cadas se sintieron oprimidos y ninguneados por la ¨¦lite asquenaz¨ª, procedente de Europa.
En 1973 Yosef fue elegido gran rabino sefard¨ª de Israel, cargo que desempe?¨® durante el m¨¢ximo estipulado de 10 a?os. En los ochenta fund¨® un partido, Shas, acr¨®nimo en hebreo de Guardianes Sefard¨ªes de la Tor¨¢, que representar¨ªa a mizraj¨ªes y sefard¨ªes. Comenz¨® con cuatro legisladores en sus primeras elecciones, pero lleg¨® a un c¨¦nit de 17 de los 120 esca?os. En la historia reciente de Israel, su partido, del que ¨¦l mantuvo hasta su muerte el cargo de gu¨ªa espiritual, particip¨® en todos los Gobiernos excepto el de Ariel Sharon en 2003 y el actual de Benjam¨ªn Netanyahu.
A Netanyahu le dio Yosef su segunda victoria, en las elecciones de 2009 que en votos hab¨ªa ganado la centrista Tzipi Livni. Yosef, con sus filias y fobias, aupaba a primeros ministros y maldec¨ªa carreras y algunos creen que vidas enteras. De Ariel Sharon lleg¨® a decir que esperaba ¡°Dios le golpee y muera, que duerma y no se despierte¡±. Era 2005, cuando Sharon orden¨® la retirada unilateral de la franja de Gaza, a la que Yosef se opon¨ªa. Meses despu¨¦s entrar¨ªa un coma en el que a¨²n se halla.
Yosef hab¨ªa dicho en 1979 que era permisible seg¨²n la ley jud¨ªa que Israel entregara tierras ocupadas si aquello evitaba el derrame de sangre y abr¨ªa v¨ªas a la paz. Pero la segunda intifada le endureci¨®. En 2010 dijo en uno de sus sermones que Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, es ¡°malvado¡± y le rog¨® a dios que golpeara ¡°a los palestinos con una plaga, por ser malvados y odiar a Israel¡±. De los no jud¨ªos, a los que ¨¦l se refer¨ªa con el t¨¦rmino despectivo de goyim, dijo en un discurso tambi¨¦n de 2010: ¡°Los goyim nacieron solo para servirnos. Sin eso, no tienen lugar en el mundo, solo servir al pueblo de Israel¡±.
Eran ya sus ¨²ltimos a?os, y Yosef hab¨ªa perdido un pragmatismo que le hizo famoso, como cuando en 1973 permiti¨® a cientos de mujeres cuyos maridos estaban en paradero desconocido tras la guerra con Egipto y Siria que se casaran, aunque la tradici¨®n jud¨ªa estipulaba que para eso deb¨ªa mediar c¨¦dula de divorcio o muerte probada del esposo.
Su esposa, Margalit, muri¨® en 1994. Le sobreviven 10 hijos, entre ellos Isaac, que este mismo a?o fue elegido, como su padre, rabino jefe sefard¨ª. El ascenso de Ovadia Yosef pone de relieve la intrincada relaci¨®n entre religi¨®n y pol¨ªtica en Israel. ?l hablaba desde un p¨²lpito, y a las leyes religiosas jud¨ªas se remit¨ªa, pero en las urnas y los esca?os le secundaba una legi¨®n de creyentes, los mismos que ayer inundaron Jerusal¨¦n, llorando en sus esquinas y doloridos por la p¨¦rdida de su gu¨ªa espiritual. Su sentir lo expres¨® el legislador Arye Derim, de Shas: ¡°?C¨®mo girar¨¢ el mundo sin el Sol? ?C¨®mo girar¨¢ el mundo sin la Luna? ?Qu¨¦ ser¨¢ de nosotros? ?Qui¨¦n nos guiar¨¢?¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.