Las tensiones ¨¦tnicas vuelven a estallar en T¨ªbet

Las tensiones ¨¦tnicas que subyacen en T¨ªbet han vuelto a estallar. Las fuerzas de seguridad abrieron fuego el domingo pasado contra un grupo de manifestantes e hirieron a m¨¢s de 60 personas en la regi¨®n del Himalaya, seg¨²n han informado este martes organizaciones de defensa de los derechos de los tibetanos. El incidente, en el condado de Biru ¡ªDriru en tibetano¡ª, se produjo durante una protesta para pedir la liberaci¨®n de un vecino que hab¨ªa sido detenido una semana antes durante unas protestas contra el intento de forzar a los tibetanos a izar banderas nacionales con motivo de la fiesta nacional china del 1 de octubre, seg¨²n ha se?alado la organizaci¨®n Free Tibet, con sede en Londres.

Cuando los tibetanos se concentraron ante un edificio gubernamental para pedir la liberaci¨®n del hombre, ¡°las fuerzas de seguridad comenzaron a golpearles, causando graves heridas, lanzaron gases lacrim¨®genos y dispararon de forma indiscriminada contra la multitud¡±, asegura la organizaci¨®n, que a?ade que dos de los 60 heridos se encuentran en condiciones cr¨ªticas. Free Tibet afirma que ¡°en los ¨²ltimos meses ha habido un incremento en la frecuencia y la gravedad de la violencia empleada por las fuerzas de seguridad¡±. Aunque la polic¨ªa act¨²a con dureza para impedir protestas en T¨ªbet, el uso de armas de fuego es raro.

International Campaign for Tibet (ICT), otra organizaci¨®n en apoyo de los tibetanos, con sede en Estados Unidos, dice que no est¨¢ claro si fueron disparos o gases lacrim¨®genos, pero tambi¨¦n ha se?alado, citando fuentes tibetanas, que 60 personas resultaron heridas. Un polic¨ªa del departamento de seguridad p¨²blica de Biru ha negado a la agencia France Presse que se produjera el incidente. ¡°No ha habido protesta, no ha habido ning¨²n herido¡±, ha dicho.

Una semana antes, funcionarios del Gobierno en la misma zona hab¨ªan exigido a los monasterios tibetanos y las familias que colocaran en el exterior de los edificios la bandera china durante las fiestas, seg¨²n ICT. Tras un enfrentamiento, las fuerzas de seguridad golpearon a los manifestantes y detuvieron a unas 40 personas, seg¨²n ICT y Free Tibet.

Los incidentes se producen despu¨¦s de las inmolaciones a lo bonzo de 120 personas ¡ªla mayor¨ªa de las cuales han muerto¡ª en T¨ªbet y otras provincias chinas con amplia presencia de esta etnia desde 2009 para protestar contra Pek¨ªn y el estallido de violencia en Lhasa en 2008. Las inmolaciones alcanzaron su pico en torno al proceso de cambio de l¨ªderes del Partido Comunista Chino (PCCh), ocurrido en noviembre pasado, pero han disminuido en los ¨²ltimos meses. Pek¨ªn acusa al Dalai Lama, l¨ªder espiritual de los tibetanos, de incitar los actos de protesta para impulsar su agenda separatista, pero en Nobel de la Paz, que vive en el exilio en India desde 1959, despu¨¦s de fracasar un levantamiento en T¨ªbet, ha dicho que ¨¦l no tiene poder para detener lo que considera actos de desesperaci¨®n.

Muchos tibetanos se quejan de los estrictos controles y las limitaciones que impone el Gobierno a sus pr¨¢cticas religiosas y la cultura local. Tambi¨¦n critican que las pol¨ªticas econ¨®micas de Pek¨ªn en la regi¨®n aut¨®noma han beneficiado principalmente a los inmigrantes chinos. El Gobierno central afirma que ha liberado a los tibetanos de la servidumbre y ha realizado grandes inversiones en T¨ªbet para impulsar la econom¨ªa y el nivel de vida de sus habitantes. Los periodistas extranjeros tienen vetado viajar a T¨ªbet, por lo que es muy dif¨ªcil verificar de forma independiente lo que ocurre en el territorio.

China asegura que T¨ªbet es parte de su territorio desde hace siglos. Los tibetanos defienden que fueron en buena medida independientes antes de la entrada de las tropas chinas en 1950 y se produjera lo que el Gobierno chino denomina la ¡°liberaci¨®n pac¨ªfica¡± de la regi¨®n.

Mientras tanto, en Xinjiang, otra zona del pa¨ªs con fuertes tensiones ¨¦tnicas, las autoridades han detenido a 139 personas entre finales de junio y finales de agosto por propagar ¡°el extremismo religioso¡±, seg¨²n ha publicado la prensa oficial. Xinjiang, regi¨®n del oeste de China y hogar de la minor¨ªa musulmana uigur, experimenta peri¨®dicamente estallidos de violencia, catalizados por el resentimiento que muchos de sus habitantes sienten contra los inmigrantes han (la etnia mayoritaria en China) y el Gobierno central, y las restricciones a su cultura y pr¨¢cticas religiosas.