Los que huyen de la pesadilla mexicana
Los habitantes de Buenavista, un pueblo de las zonas m¨¢s violentas de M¨¦xico parten hacia EE UU para salvar su vida
Los de Buenavista, a 500 kil¨®metros al oeste de la capital de M¨¦xico, presumen que nacieron en ¡°la capital mundial del lim¨®n¡±. Sus campos est¨¢n entre los principales productores del pa¨ªs. Pero los siete pueblos y 45.000 habitantes del municipio est¨¢n en Tierra Caliente, Michoac¨¢n, uno de los epicentros de la violencia del narcotr¨¢fico. El cartel que domina la zona controla los caminos, amenaza a los pobladores y asesina sin pesta?ear. Y muchos huyen. ¡°Se ha ido demasiada gente¡±, explica una vecina. El destino es El Norte: Estados Unidos. No buscan el sue?o americano: huyen de la pesadilla mexicana.
¡°Hay muchos que llegan huyendo. Solamente esta semana he sabido de cuatro personas. Es gente, adem¨¢s, que no se quiere quedar, porque ellos tienen su vida all¨¢, quieren volver¡±, cuenta H¨¦ctor Sandoval, presidente de la asociaci¨®n Unidos por Aguililla de Redwood City (California). Mientras tanto, los que siguen en Buenavista y acceden a hablar piden que no aparezca su nombre para no pasar ning¨²n riesgo. ¡°S¨ª, es verdad, cada vez se van m¨¢s¡±, explica una vecina. El ayuntamiento de Buenavista les da una carta para que pidan asilo.
En solo un mes, casi 200 personas pidieron asilo pol¨ªtico en San Diego, California. El Gobierno de EE UU no detalla el origen de los solicitantes, pero una investigaci¨®n de AP descubri¨® que al menos 44 son de Buenavista. La mayor¨ªa, mujeres y ni?os. Entre julio y agosto, EE UU recibi¨® 11 peticiones de asilo de mexicanos al d¨ªa, seg¨²n datos del Departamento de Seguridad Nacional.
Las peticiones de asilo de mexicanos han aumentado un 400% en seis a?os. El Gobierno de EE UU registr¨® 9.206 en 2012, cuatro veces m¨¢s que en 2006, al inicio de la ofensiva contra el narcotr¨¢fico emprendida por el expresidente Felipe Calder¨®n. La oficina de servicios para la ciudadan¨ªa e inmigraci¨®n norteamericana (USCIS, en ingl¨¦s) calcula que para este a?o la cifra se duplicar¨¢.
Y el camino no es nada f¨¢cil. El 90% de las solicitudes de mexicanos son rechazadas. Hay que probar que se sufre de persecuci¨®n ante un juez y muchos de los que esperan la decisi¨®n permanecen en centros de detenci¨®n hasta que se cumpla el plazo: seis meses. Algunos (sobre todo mujeres y ni?os) son puestos en libertad antes de que pase el tiempo, pero otros prefieren regresar y esperar en Tijuana, a unos kil¨®metros de San Diego. Una trabajadora de la Casa Madre Asunta explic¨® a la cadena local S¨ªntesis en agosto que el problema de estos inmigrantes es ¡°a¨²n peor de lo que vivimos en la frontera hace unos 10 a?os¡±.
Otra se?ora relata entre l¨¢grimas: ¡°Donde vivimos hay mucho peligro. No hay trabajo. Un se?or estaba sentado con sus tres criaturas y dec¨ªa: 'Por favor no me mate, no enfrente de mis criaturas'. Se los mataron ah¨ª y le dijeron '?verdad que no sufrieron?'¡±.
El aumento de los refugiados coincide con unas semanas particularmente violentas en julio, cuando en solo unos d¨ªas los enfrentamientos causaron casi una treintena de muertes, entre ellos un vicealmirante de la Marina mexicana. Y los muertos se acumulan un d¨ªa s¨ª y al otro tambi¨¦n. El s¨¢bado pasado mataron a cinco, hace un mes a un diputado local de la regi¨®n en Morelia. Esta semana, en menos de 24 horas, dos funcionarios de sendos pueblos michoacanos fueron asesinados.
La aparici¨®n de grupos de autodefensa desde febrero de este a?o en la zona ha desencadenado una lucha a¨²n m¨¢s encarnizada entre los habitantes de un pueblo y otro. Muchos ya hablan con lenguaje de guerra. ¡°Estamos levantados en armas en contra de un cartel¡±, comenta otra mujer a este diario.
Y mientras tanto, sus paisanos los miran desde El Norte. Justo en las semanas m¨¢s sangrientas de julio, un grupo de personas se manifestaron frente al consulado de San Jos¨¦ (California). Entregaron ah¨ª cartas dirigidas al presidente de EE UU, Barack Obama y al mexicano Enrique Pe?a Nieto.
La violencia adem¨¢s ha aniquilado la exang¨¹e actividad econ¨®mica que permanec¨ªa en la ciudad. La cosecha del lim¨®n de este a?o se perdi¨®. Los productores denunciaron en mayo que los bloqueos del cartel de narcotr¨¢fico que opera en la zona hicieron que se perdieran 130.000 toneladas. Como si quisieran quitarles hasta el t¨ªtulo de la capital mundial del lim¨®n.
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