El SPD pone l¨ªneas rojas al pacto de gobierno con Merkel en Alemania
Los socialdem¨®cratas exigen instaurar un salario m¨ªnimo de 8,5 euros por hora, pero renuncian a reclamar a la canciller una subida de impuestos
De nada sirvieron las pancartas de las Juventudes Socialdem¨®cratas alertando contra ¡°el abrazo del oso¡± de Angela Merkel ante la sede del Partido Socialdem¨®crata (SPD). Dentro de la Willy Brandt Haus, sus dirigentes aprobaron ayer por una amplia mayor¨ªa la negociaci¨®n para formar Gobierno con la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel. Seg¨²n recoge un documento oficial, los socialdem¨®cratas exigir¨¢n la introducci¨®n de un salario m¨ªnimo interprofesional para toda Alemania, que quieren fijar en 8,5 euros por hora de trabajo. El SPD plantea asimismo que se ampl¨ªe la lucha contra el paro juvenil en toda Europa y pide el impulso de ¡°una estrategia de crecimiento sostenible¡± para la eurozona en crisis. De los 229 delegados que participaron en la convenci¨®n socialdem¨®crata, 31 votaron en contra de las negociaciones y 2 se abstuvieron. Si las negociaciones con la CDU llegan a buen puerto en las pr¨®ximas semanas, el SPD consultar¨¢ a las bases del partido antes de firmar el contrato de coalici¨®n.
Es un ¨¦xito para el presidente del partido, Sigmar Gabriel, que precis¨® cuatro semanas para convencer a los suyos de la conveniencia de pactar con Merkel. La izquierda de la formaci¨®n critic¨® ayer que el cat¨¢logo de l¨ªneas rojas para la negociaci¨®n con Merkel carezca de algunas de las promesas principales que presentaron a las elecciones del 22 de septiembre pasado. Por ejemplo, la subida de impuestos a los que m¨¢s ganan o la supresi¨®n de los subsidios a las familias que renuncien a enviar a sus hijos a la guarder¨ªa. El texto difundido por el SPD tambi¨¦n diluye la promesa de equiparar completamente los derechos de las uniones homosexuales con los matrimonios. Se queda en una vaga demanda de ¡°mejorar su situaci¨®n¡±.
El SPD y la CDU se han reunido en tres ocasiones para verificar sus posibilidades de negociaci¨®n, de modo que los 10 puntos recogidos en el documento acordado ayer ya han sido debatidos con los delegados de Merkel. Adem¨¢s de los ya citados, el documento final del SPD incluye la condici¨®n de introducir la doble nacionalidad para descendientes de inmigrantes. El primer partido del centroizquierda alem¨¢n quiere que aumente el gasto p¨²blico en infraestructuras y en educaci¨®n. Los ingresos subir¨¢n con un nuevo impuesto a las transacciones financieras. Tambi¨¦n quieren los socialdem¨®cratas fijar por ley una cuota femenina para los puestos directivos de las empresas.
Quieren frenar, asimismo, la subida de los alquileres en las grandes ciudades. El documento incluye una cr¨ªtica a las privatizaciones, que son ¡°el camino equivocado¡±. Termina con una concesi¨®n al ala izquierda del partido, en mitad de la crisis europea, en una comparativamente pr¨®spera Alemania: ¡°No aceptaremos recortes sociales¡±.
El partido consultar¨¢ a sus bases antes de formalizar un acuerdo de Gobierno con la CDU
La ejecutiva del SPD bas¨® en diez propuestas su recomendaci¨®n de negociar con Merkel. En la votaci¨®n celebrada a mediod¨ªa, solo uno de los 35 directivos del centenario partido alem¨¢n se opuso a la recomendaci¨®n. Aunque todo indica que el SPD reeditar¨¢ la gran coalici¨®n que Merkel presidi¨® entre 2005 y 2009, entre las bases del partido cunde el recelo. Gabriel ha convertido el proceso en una suerte de moci¨®n de confianza interna, que culminar¨¢ con la consulta a los 470.000 afiliados. Si los militantes rechazan en votaci¨®n el resultado de las negociaciones de gobierno con la CDU, la actual ejecutiva socialdem¨®crata se ver¨ªa en una situaci¨®n insostenible.
La amenaza parece conjurada. Gabriel consigui¨® que la l¨ªder del partido y primera ministra del crucial land de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, abogara ayer por unas negociaciones a las que se hab¨ªa opuesto enf¨¢ticamente despu¨¦s de los comicios. La memoria del p¨¦simo 23% que obtuvieron en 2009 tras la gran coalici¨®n inquieta a quienes, como Kraft, se cuentan entre los posibles candidatos para liderar el partido en 2017. Pero si el SPD renuncia a pactar con Merkel, esta convocar¨ªa nuevas elecciones que podr¨ªan saldarse con un castigo a¨²n m¨¢s duro que el magro 26% de hace cuatro semanas.
Se espera que el proceso concluya antes del congreso federal que el SPD celebrar¨¢ a mediados de noviembre en Leipzig, pero Gabriel advirti¨® ayer de que podr¨ªa demorarse a¨²n algunas semanas m¨¢s. Tanto Merkel como el l¨ªder socialdem¨®crata quieren tener el Gobierno listo antes de Navidad.
La canciller Merkel result¨® reelegida en las elecciones generales celebradas hace cuatro semanas. Pero los liberales, sus socios en la legislatura que termina, no lograron representaci¨®n parlamentaria. Su descalabro electoral tras cuatro a?os junto a Merkel ¡ªque arrancaron con un excelente 14,6% de votos¡ª puede leerse como otro aviso contra el pacto en ciernes.
Durante los pr¨®ximos cuatro a?os, la C¨¢mara solo alojar¨¢ a cuatro formaciones. Los Verdes y Die Linke (La Izquierda), que suman apenas el 20% de los esca?os, ser¨¢n la oposici¨®n m¨¢s d¨¦bil desde hace d¨¦cadas. Esta semana, Los Verdes anunciaron el fracaso de los tanteos con la CDU.
Los democristianos descartan de plano la posibilidad de negociar con el tercer grupo del nuevo Bundestag, Die Linke. Ma?ana se celebrar¨¢ el primer pleno parlamentario con los grupos constituidos tras las elecciones. Entre los diputados rasos se sentar¨¢ el candidato socialdem¨®crata Peer Steinbr¨¹ck, que dimiti¨® de todos sus cargos tras su fracaso. Las negociaciones oficiales entre el SPD y los democristianos comienzan este mi¨¦rcoles.
El principio del fin de la excepci¨®n alemana
Cada vez que se habla de la conveniencia o inconveniencia de que en un pa¨ªs exista un salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) o no, aparece un argumento de tintes lapidarios: Alemania no lo tiene y su sueldo medio est¨¢ entre los m¨¢s altos de la UE y el paro es muy bajo. El argumento desaparecer¨¢ si el SPD convence a Angela Merkel. Los partidarios de que no exista un SMI ver¨¢n como el ¨²nico gran pa¨ªs europeo que no lo tiene deja de serlo. En la UE tienen un SMI 21 de los 28 pa¨ªses que la integran ahora, aunque las diferencias entre ellos son enormes: en Luxemburgo el m¨ªnimo a pagar son 1.874 euros mensuales (calculado sobre 12 pagas anuales); en Bulgaria, 158,5.
La importancia del SMI no es solo el suelo que fija, sino su impacto sobre el resto de sueldos. Si un pa¨ªs fija un SMI alto, se presiona al alza sobre los salarios m¨¢s altos. Pero tambi¨¦n hay que tener cuidado. Los expertos partidarios de un SMI lo defienden para evitar abusos laborales. Sin embargo, advierten de que fijar un SMI alto puede dejar fuera del mercado laboral a la mano de obra menos cualificada. De ah¨ª que aconsejen fijarlo siempre por debajo de ¡°la situaci¨®n de equilibrio¡±.
El trauma hist¨®rico de la inflaci¨®n y la obsesi¨®n por la competitividad han llevado a Alemania a proscribir todo elemento que pueda presionar al alza sobre los sueldos (y al final sobre los precios). En su legislaci¨®n laboral, es f¨¢cil encontrar instrumentos que, precisamente, empujan en la direcci¨®n contraria: la prohibici¨®n de las cl¨¢usulas de salvaguarda del poder adquisitivo o los minijobs (empleos a tiempo parcial en los que se puede cobrar hasta 400 euros que presionan a la baja sobre los sueldos m¨¢s bajos y la mano de obra menos cualificada).
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