La justicia china ratifica la cadena perpetua al exdirigente Bo Xilai
Un tribunal rechaza la apelaci¨®n y cierra as¨ª el mayor esc¨¢ndalo pol¨ªtico en China en d¨¦cadas
Punto final. Un tribunal ha rechazado este viernes la apelaci¨®n del exl¨ªder chino Bo Xilai y ha confirmado la condena a cadena perpetua que recibi¨® el mes pasado por soborno, malversaci¨®n y abuso de poder. Queda cerrado as¨ª el mayor esc¨¢ndalo pol¨ªtico que ha vivido el pa¨ªs en d¨¦cadas y que provoc¨® fuertes tensiones internas durante los meses que precedieron al congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), en noviembre pasado, en el que fue renovada la c¨²pula dirigente.
¡°El Tribunal Superior de (la provincia nororiental de) Shandong ha rechazado la apelaci¨®n y ha ratificado el veredicto de cadena perpetua dictado en primera instancia en el caso de Bo Xilai por soborno, malversaci¨®n y abuso de poder¡±, ha asegurado la agencia oficial Xinhua. La decisi¨®n ha sido anunciada en una breve audiencia celebrada esta ma?ana, apenas una hora despu¨¦s de que un convoy en el que se cree que iba Bo Xilai llegara al tribunal, en Jinan (capital de Shandong).
¡°Este tribunal ha verificado los hechos y las pruebas del tribunal de primera instancia. Las razones para apelar presentadas por Bo Xilai y las opiniones de su abogado no est¨¢n basadas en los hechos ni tienen base legal, y no son sostenibles¡±, ha se?alado despu¨¦s en rueda de prensa en Jinan Hou Jianjun, portavoz del tribunal, informa Reuters. Hou ha a?adido que ¡°el fallo es definitivo¡±. Bo present¨® 11 motivos para apelar, incluido que sus confesiones, mientras era investigado, fueron realizadas ¡°bajo presi¨®n¡±, por lo que son ¡°pruebas ilegales que deben ser ignoradas¡±. La televisi¨®n estatal CCTV ha mostrado al expol¨ªtico esposado en la sala.
Bo no puede realizar m¨¢s apelaciones formales, aunque podr¨ªa hacer una ¡°petici¨®n¡± al Tribunal Supremo, que ser¨ªa con toda seguridad rechazada. Ahora, ser¨¢ devuelto a la prisi¨®n de Qincheng, al norte de Pek¨ªn, donde son encarcelados los presos pol¨ªticos, y probablemente no vuelva a ser visto en p¨²blico, aunque podr¨ªa lograr la libertad condicional por razones m¨¦dicas alg¨²n d¨ªa.
Bo Xilai, de 64 a?os, exsecretario del PCCh en la municipalidad de Chongqing ¨Cla m¨¢s poblada del pa¨ªs- y exmiembro del Politbur¨® ¨Corganismo integrado por 25 personas-, era uno de los pol¨ªticos estrella de China hasta su ca¨ªda a principios de 2012. Gozaba de gran aprecio entre algunos sectores de la poblaci¨®n y del partido, gracias a sus pol¨ªticas neomao¨ªstas y populistas y las campa?as que llev¨® a cabo contra la corrupci¨®n y el crimen organizado.
El mes pasado, fue encontrado culpable de aceptar 20,4 millones de yuanes (2,43 millones de euros) en sobornos, malversar cinco millones de yuanes (594.700 euros) y abusar de su poder en relaci¨®n con el asesinato de Neil Heywood, un hombre de negocios brit¨¢nico, antiguo amigo de la familia, por parte de su esposa, Gu Kailai. Los fiscales aseguraron que intent¨® encubrir el crimen. Gu fue condenada en agosto de 2012 a pena de muerte con dos a?os de suspensi¨®n de sentencia, lo que en la pr¨¢ctica significa cadena perpetua.
Los partidarios de Bo aseguran que ha sido v¨ªctima de una purga pol¨ªtica. Dicen que sus rivales aprovecharon el asesinato de Heywood por su mujer para quit¨¢rselo de encima. Su ambici¨®n abierta, su af¨¢n de protagonismo y su defensa de una mayor intervenci¨®n del Estado en la econom¨ªa generaron la oposici¨®n de otros altos dirigentes, que tem¨ªan que provocara una divisi¨®n en el partido. Su campa?a contra la corrupci¨®n y el crimen organizado en Chongqing fue tambi¨¦n muy criticada por emplear la tortura y saltarse la ley. Estos abusos, sin embargo, fueron ignorados durante su juicio.
Se daba por seguro que el Tribunal Superior de Shandong confirmar¨ªa la sentencia a cadena perpetua, ya que en China los jueces est¨¢n controlados por el PCCh y, seg¨²n los analistas pol¨ªticos, el destino de Bo hab¨ªa sido decidido de antemano por la c¨²pula dirigente, tras intensas negociaciones entre la ¨¦lite del partido, donde se cree que hay sectores que le apoyan.
El presidente Xi Jinping probablemente ha querido cerrar el caso antes de un importante pleno del PCCh que tendr¨¢ lugar el mes que viene, en el que pretende impulsar ambiciosas reformas econ¨®micas. Dejar atr¨¢s el caso Bo Xilai es clave para contar con el apoyo de los 200 miembros del Comit¨¦ Central.
El partido ha presentado el caso como un ejemplo de su determinaci¨®n de luchar contra la corrupci¨®n, que, seg¨²n ha reconocido el propio Xi Jinping amenaza la supervivencia del PCCh.
En su juicio, el pasado agosto, Bo mont¨® una encendida defensa, calific¨® los testimonios de su esposa contra ¨¦l como las acciones de una mujer con problemas mentales y rechaz¨® todos los cargos. Tan solo admiti¨® que hab¨ªa tomado algunas decisiones err¨®neas que hab¨ªan avergonzado a su pa¨ªs, en referencia a la fuga de su jefe de polic¨ªa en Chongqing, Wang Lijun, quien en febrero de 2012 huy¨® al consulado de Estados Unidos en Chengdu (capital de la provincia de Sichuan) porque tem¨ªa ser asesinado por los agentes de Bo despu¨¦s de haber comunicado a este que ten¨ªa pruebas de que su mujer hab¨ªa envenado a Heywood. Wang fue sentenciado a 15 a?os de c¨¢rcel por ocultar inicialmente el asesinato del brit¨¢nico y otros cr¨ªmenes.
El juicio a Bo revel¨® detalles jugosos de la vida de excesos de su familia y la recepci¨®n de sobornos, incluido un chal¨¦ en el sur de Francia. La vista tuvo un nivel de transparencia sin precedentes en China, en lo que los expertos consideran un intento del partido de trasladar una imagen de imparcialidad. Las transcripciones del juicio fueron difundidas a trav¨¦s de la cuenta en Weibo (servicio de mensajes cortos similar a Twitter) del tribunal, aunque, seg¨²n la prensa de Hong Kong, fueron previamente editadas y censuradas. Los periodistas extranjeros no fueron admitidos en la sala.
Con la ratificaci¨®n de la condena, se cierra el proceso judicial de mayor trascendencia pol¨ªtica que ha vivido China desde la ca¨ªda de la esposa de Mao Zedong -Jiang Qing- y su ¡®Banda de los cuatro¡¯ al final de la Revoluci¨®n Cultural (1966-1976).
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