La cocina del Tea Party europeo

La sede del Frente Nacional (FN) est¨¢ en un moderno edificio gris y azul de tres pisos situado en una estrecha calle de chal¨¦s en Nanterre, en la periferia mestiza de Par¨ªs. El partido m¨¢s pujante y en boga de Francia se dirige desde un lugar de apariencia clandestina, acorde con su fama de hermetismo y extremismo. Desde el exterior no hay forma de saber lo que hay dentro. Ni una placa, ni un distintivo. Al entrar, solo se ve un peque?o jard¨ªn, un aparcamiento para cinco o seis plazas y una bandera francesa.

Bajo la bandera hay una espantosa estatua de hierro de metro y medio de alto de Juana de Arco, la hero¨ªna que resume las ra¨ªces del partido fundado en 1972 por el paracaidista fascista Jean Marie Le Pen: cat¨®lica, desgarrada y patriota. As¨ª es tambi¨¦n Marine Le Pen, hija menor del fundador y presidenta del partido desde el 16 de enero de 2011. Bautizada como Marion Anne Perrine Le Pen, nacida en 1968 en Neuilly sur Seine ¡ªentre Nanterre y Par¨ªs¡ª, madre de tres hijos y dos veces divorciada, esta mujer alta, de anchas espaldas, de ojos verdes y labios muy finos, ha heredado de su padre no solo el cargo y el empuje sino tambi¨¦n su oratoria: brutal, eficaz y punzante, punteada de una iron¨ªa feroz y naturalmente demag¨®gica.

Hoy ¡ªel viernes¡ª hay conferencia de prensa en la sede del FN, y Marine Le Pen despliega ante una quincena de periodistas todos los atributos que la han convertido, seg¨²n indican las encuestas, en la ¨²nica oposici¨®n fiable del cada vez m¨¢s impopular Gobierno socialista. Le Pen ¡ªvaqueros, tacones, chaqueta de fantas¨ªa, el pelo recogido con una pinza¡ª llega a la hora en punto a la sala de prensa, adornada con carteles y proclamas del FN y cubierta por una moqueta sucia y desgastada, con seis o siete miembros del comit¨¦ pol¨ªtico. Ninguno lleva corbata, salvo el escolta de la presidenta ¡ªotra herencia de su progenitor¡ª, un educado cabeza rapada que debe medir dos metros.

Ah¨ª est¨¢ Florian Philippot, la cara joven, desenfadada y amable del partido, que es el vicepresidente encargado de la estrategia pol¨ªtica, y Alain Vizier, el veterano jefe de prensa. Los dos r¨ªen con las chanzas de Le Pen, unas preparadas y otras improvisadas. El discurso le¨ªdo y en primera persona es un ataque frontal contra la pol¨ªtica econ¨®mica de Hollande. Las cifras de paro acaban de conocerse, y en septiembre hubo 60.000 nuevos desempleados. ¡°Estoy muy inquieta por la capacidad de Hollande para invertir la curva del desempleo antes de fin de a?o¡±, lanza poniendo hiel a la gran promesa del presidente. Y le exige tres medidas.

Una: cierre inmediato de las fronteras comerciales de Francia ¡°para luchar contra la competencia desleal de Alemania, que paga salarios imbatibles de 300 euros en un r¨¦gimen de neoesclavitud¡±. Dos: referendo para salir de la Uni¨®n Europea, ¡°que solo protege a los bancos y machaca a los ciudadanos¡±, y para abandonar el euro, ¡°esa aberraci¨®n econ¨®mica impulsada por los bancos¡±. Y tres: aprobaci¨®n de una ley para proteger el Made in France.

Momentos estelares de los Le Pen

? "La familia de Leonarda [la ni?a gitana expulsada del pa¨ªs] no tiene nada que hacer en Francia, as¨ª que hay que poner punto final a este asunto que ya

? "?Has comprado el coche con tu trabajo o lo has ganado en la loter¨ªa?". Pregunta a un franc¨¦s de origen magreb¨ª que grita el nombre del l¨ªder izquierdista Jean-Luc M¨¦lenchon al pasar a su lado en Pas-de-Calais, campa?a electoral de 2012.

? "Nosotros ya hab¨ªamos previsto que estas revoluciones, que al principio eran revoluciones sociales, iban a ser aprovechadas por fundamentalistas isl¨¢micos y que a la primavera ¨¢rabe le suceder¨ªa el invierno islamista". En enero de 2013 en un canal sirio af¨ªn a El Asad.

? "La escuela no tiene que dar clases de lengua y cultura extranjera. El rol de la escuela p¨²blica laica, p¨²blica y republicana es el de fabricar franceses". En 'Le Monde', en septiembre de 2012.

? "Lo que ha pasado no es el resultado de la locura de un hombre. ?Cu¨¢ntos Mohamed Merah habr¨¢ en los barcos, aviones que cada d¨ªa llegan a Francia llenos de inmigrantes? ?Cu¨¢ntos Mohamed Merah habr¨¢ entre los hijos de estos inmigrantes que no est¨¢n integrados? Mohamed Merah no es m¨¢s que la punta del iceberg". Discurso, en marzo de 2013 en Nantes, despu¨¦s de que el francoargelino matara a siete personas.

? "Ten¨¦is cierta preocupaci¨®n, parece, por unos cientos de gitanos que dan a la ciudad una presencia urticante y odor¨ªfera. No es m¨¢s que la peque?a punta del iceberg. A partir del 1 de enero de 2014, llegar¨¢n a Niza no menos de 50.000 gitanos, porque los 12 millones de roman¨ªes que viven en Rumania, Bulgaria y Hungr¨ªa podr¨¢n establecerse libremente en todos los pa¨ªses europeos". 4 de julio, en Niza.

? "La situaci¨®n me parece grave, no por el accidente de un individuo que, bajo los efectos de la locura pasajera, se ha puesto a masacrar a sus conciudadanos. Lo que me parece m¨¢s grave es la ingenuidad del Gobierno noruego, que no ha tomado la medida del peligro que representa la inmigraci¨®n masiva". En la p¨¢gina web del FN a finales de julio de 2011, sobre la matanza de Breivik en Utoya.

? "Doscientos millones de musulmanes a nuestras puertas, en el sur del Mediterr¨¢neo, es una amenaza muy seria. Son civiles sin armas, pero potencialmente igual de peligrosos que un arma". En una conferencia el 22 de septiembre de 2012 en La Baule.

? "Los sidosos al respirar el virus por todos sus poros ponen en peligro el equilibrio de la naci¨®n. El sidoso, hay que decirlo, es contagioso por su transpiraci¨®n, su saliva, su contacto. Es una especie de leproso". Declaraciones en una entrevista en televisi¨®n en 1987.

Luego dedica una puya al primer ministro Jean-Marc Ayrault (¡°ausente, buen soldadito europeo¡±), al titular de Econom¨ªa, Pierre Moscovici (¡°inexistente, trabajando en un empleo ficticio, y dedicado a preparar su aterrizaje en la Comisi¨®n Europea¡±), y al de Industria, Arnaud Montebourg (¡°cre¨ªmos en ¨¦l, pero solo le preocupa su carrera¡±), y exige a Hollande que reciba a los jefes de los partidos en el El¨ªseo ¡°para unir a la naci¨®n en torno a la recuperaci¨®n econ¨®mica y el empleo¡±. Y remata: ¡°Comprendo que despu¨¦s de enfrentarse a Leonarda ¡ªla joven gitana deportada a Kosovo¡ª es dif¨ªcil ponerse firme ante Angela Merkel, pero ha llegado el momento de parar a Alemania¡±.

Cuando acaba el repaso, Le Pen baja del estrado, se burla un poco de la familia de Leonarda Dibrani (¡°son como la familia Adams¡±), saluda a ¡°los amigos espa?oles¡±, bien alto para que lo oiga la prensa local, y nos invita a subir a su despacho, en la tercera planta. Se sienta y fija su mirada de hielo sobre el visitante.

¡ªSe dice que el Frente Nacional es ya una alternativa de poder. ?Es as¨ª?

¡ªViendo la incompetencia del Gobierno, no parece dif¨ªcil. Estamos intentando colocar a Francia otra vez en los ra¨ªles y tratando de proponer un camino diferente para Europa. La realidad es que, si seguimos as¨ª, no se salvar¨¢ nadie, salvo Alemania.

¡ªLos sondeos de las europeas le dan un 25%, y los de las municipales, un 24%. ?Cree que aguantar¨¢ as¨ª hasta la primavera?

¡ªLas elecciones son siempre imprevisibles, pero hay una corriente de fondo muy favorable al Frente Nacional y a sus soluciones. La derecha y la izquierda defienden la pol¨ªtica econ¨®mica europea porque beneficia a sus intereses y a los de la oligarqu¨ªa. Creo que en las municipales sacaremos un muy buen resultado, y en las europeas, entre 15 y 20 esca?os, multiplicando por seis o siete los tres que tenemos ahora.

¡ª?Qu¨¦ le parece que Manuel Valls, el ministro de Interior, copie sus ideas?

¡ªEs Sarkozy 2.0. El mismo software con los mismos bugs (agujeros de seguridad) en el disco duro. Habla mucho, ense?a los m¨²sculos, pero no puede hacer nada. Para evitar que vengan los gitanos de Ruman¨ªa y Bulgaria hay que prohibir su libre circulaci¨®n o salir de Schengen. Aqu¨ª les damos ayudas de 75 euros diarios, y eso es un aspirador enorme que no podemos permitir.

¡ª?Ha terminado la tarea de desdemonizaci¨®n del Frente Nacional?

¡ªSeg¨²n las ¨¦lites, no; pero, seg¨²n el pueblo, es evidente que s¨ª.

¡ªLa crisis da alas a la extrema derecha y a los partidos antisistema, como el de Beppe Grillo. ?Se parecen ustedes?

¡ªNosotros somos serios, llevamos 30 a?os en pol¨ªtica y hemos sido siempre un partido patriota y antisistema. Ellos son nuevos, son un movimiento humor¨ªstico. Nosotros somos un partido de Gobierno y tenemos una oferta pol¨ªtica coherente y completa. No creo que sea el caso de Grillo.

¡ª?Cree realmente factible salir del euro?

¡ªEs posible una salida organizada, pactada con los socios europeos. Es mucho mejor eso que una explosi¨®n, que ser¨ªa dram¨¢tica. Hay que preparar gradualmente la salida, depreciando el euro para dar ox¨ªgeno a las econom¨ªas nacionales. Y en unos meses, suprimirlo.

¡ª?Cree que el Frente Nacional llegar¨¢ a gobernar Francia alguna vez?

¡ªTenemos esa intenci¨®n, y creo que accederemos al poder en los pr¨®ximos a?os. Uno de cada cuatro franceses nos apoya, sea cual sea la elecci¨®n que se analice.

Ha pasado el cuarto de hora concedido. Mientras Marine Le Pen posa para las fotos, su jefe de prensa explica que ella es la art¨ªfice del cambio de imagen del partido, y que su secreto es que sabe escuchar a sus asesores y decidir la l¨ªnea. Adem¨¢s de su inteligente labor de legitimaci¨®n, Le Pen ha sabido cabalgar en la pol¨ªtica ultraliberal de la Uni¨®n Europea, la renuncia de la izquierda europea a sus valores solidarios, el creciente aliento populista del centro derecha, y el miedo de los franceses a perder su calidad de vida.

Las ideas xen¨®fobas y proteccionistas del Frente Nacional parecen seducir cada vez a m¨¢s ciudadanos desamparados ante una crisis que entra ya en su sexto a?o. Cada vez m¨¢s, sus ideas nacionalistas e identitarias impregnan los discursos de los dirigentes de la derecha, y ahora tambi¨¦n de los socialistas, como se ha visto en la reciente andanada antigitana de Manuel Valls, y en las proclamas proteccionistas y eurohostiles del titular de Industria, Arnaud Montebourg. Unos y otros copian y pegan programa y tesis de la ultraderecha, poniendo la inmigraci¨®n y la seguridad en el centro del debate pol¨ªtico.

¡°Buscamos socios.Y estamos seguros de que en Espa?a habr¨¢ gente del PP que piense igual¡±, dice el ¡®n¨²mero dos¡¯ del FN

¡°De repente, es como si el Frente Nacional no necesitara ganar las elecciones¡±, resume el soci¨®logo Eric Fassin, ¡°porque sus ideas son defendidas desde el poder y desde la oposici¨®n¡±. El viejo l¨ªder del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, sol¨ªa decir que los electores prefieren el original a la copia. Y eso est¨¢ pasando en Francia. Seg¨²n Fassin, el motivo fundamental del auge de la ultraderecha no obedece a m¨¦ritos del Frente Nacional, sino a ¡°la estrategia desastrosa de la derecha y la izquierda, que han pasado de decir en los a?os ochenta que Le Pen padre hac¨ªa las buenas preguntas a decir que Le Pen hija tiene las buenas respuestas¡±.

Especialista en extremismos y profesor en la Universidad Par¨ªs VIII, Fassin sostiene que la UMP y el PS ¡°se empe?an en hablar de inmigraci¨®n y seguridad como si ese fuera el tema que m¨¢s preocupa a los franceses, pero no es cierto. Las encuestas revelan que las grandes inquietudes son el paro, el poder adquisitivo y la salud, no la inmigraci¨®n. Pero la derecha prefiere hablar de lo que habla el Frente Nacional, y los socialistas renuncian a hablar de protecci¨®n social para hablar de lo que habla la derecha. Ese fue el mensaje de Hollande al salir en televisi¨®n para ofrecer unas migajas de solidaridad a Leonarda: la prioridad es la inmigraci¨®n¡±.

Y los ejemplos se suceden. ¡°Valls utiliza un lenguaje de extrema derecha al decir que los gitanos son distintos y luego impulsa una reforma de la pol¨ªtica de asilo. El l¨ªder de la UMP, J.F.Cop¨¦, saca a subasta la reforma de la ley de nacionalidad. Con enemigos as¨ª, Le Pen no necesita amigos¡±.

La raz¨®n del coqueteo con la ultraderecha del Gobierno de Fran?ois Hollande y de la oposici¨®n es que sus ideas econ¨®micas se parecen mucho, a?ade Fassin: ¡°Los dos defienden a Europa y a los mercados. Aunque los socialistas criticaron la austeridad, han acabado aplic¨¢ndola. Le Pen propone otra cosa, salir del euro y cerrar Europa, y dice que UMP y PS son lo mismo. Los socialistas se empe?an en darle la raz¨®n. En econom¨ªa, derecha e izquierda son casi id¨¦nticos. Y en inmigraci¨®n e identidad nacional, cada vez m¨¢s. El resultado es que los dos refuerzan al FN porque asumen sus posiciones culturales¡±.

En todo caso, Fassin considera que la derechizaci¨®n de la sociedad francesa no es real. ¡°Es la pol¨ªtica la que se ha lepenizado¡±. Respecto al auge de la ultraderecha en Europa, el esquema imita al franc¨¦s: ¡°La izquierda europea moderada sigue defendiendo la pol¨ªtica neoliberal europea, que es de derechas tanto en econom¨ªa como en inmigraci¨®n. La respuesta de Bruselas al drama de Lampedusa es reforzar el Frontex, la polic¨ªa de fronteras. Y la respuesta a la deportaci¨®n de Leonarda ha sido el silencio. Mensaje: desregulamos la libre circulaci¨®n de mercados y capitales, y a cambio restringimos la de pobres y trabajadores. El lazo entre la pol¨ªtica econ¨®mica y la de inmigraci¨®n es obvio: la amenaza no son los mercados ni los ricos; viene de fuera y son los pobres¡±.

Lo que parece indudable es que Marine Le Pen ha conseguido ya gran parte de su objetivo, convertirse en el centro de la pol¨ªtica nacional. Y, como sucede a veces en Francia, detr¨¢s del auge y la cuidadosa renovaci¨®n del partido hay una relaci¨®n de pareja. La presidenta del partido es desde 2009 la pareja del exprofesor de Derecho Constitucional Louis Aliot (Toulouse, 1969), vicepresidente del FN y director del club Ideas& Naci¨®n, creado en 2011, que hace las veces de think tank del partido.

La hija del fundador tom¨® el relevo de su padre aquel a?o, y en mayo de 2012 obtuvo el mejor resultado de la historia en el primer turno de las presidenciales, con el 17,9% de los votos. En apenas dos a?os y medio, Le Pen, Aliot y Philippot, tres lobos con piel de cordero, han transformado el Frente Nacional en una maquinaria cada vez m¨¢s s¨®lida. El partido ha cuadruplicado sus militantes, que han pasado de 14.000 a m¨¢s de 70.000, y ¡°ha montado una red nacional mucho m¨¢s extensa con j¨®venes formados en la l¨ªnea de Marine, con cursos organizados por la direcci¨®n¡±, seg¨²n cuenta Louis Aliot.

Su an¨¢lisis es que el Frente Nacional ¡°est¨¢ en el camino de convertirse en un gran partido, en un movimiento joven y moderno llamado a gestionar primero los organismos locales y luego Francia¡±. De origen valenciano y argelino, Aliot es el ide¨®logo de la refundaci¨®n o la normalizaci¨®n del Frente Nacional.

¡°Lo primero que quer¨ªamos erradicar era la imagen fascista¡±, explica el n¨²mero dos de Le Pen. ¡°Ten¨ªamos la r¨¦mora del antisemitismo, pero nos reunimos con las asociaciones de esa comunidad y les dejamos claro que reconocemos lo que pas¨® en la II Guerra Mundial y que no tenemos prejuicios hacia los jud¨ªos. Les explicamos que nos preocupa la islamizaci¨®n de Francia, la inmigraci¨®n que quiere imponer su fe y no respeta la Constituci¨®n; y la austeridad que impone la Europa ultraliberal y ha llevado a la quiebra a Grecia, Portugal y Espa?a¡±.

El ¨¦xito del lavado est¨¦tico de Aliot y Le Pen ha sido mezclar las viejas tesis xen¨®fobas y nacionalistas y los mensajes racistas y antieuropeos usando el lenguaje antisistema de la izquierda radical, como el Frente de Izquierdas de Jean-Luc Mel¨¦nchon, para dejar atr¨¢s ¡ªo al menos poner en un segundo plano¡ª su pasado filonazi.

¡°No somos extremistas y tampoco somos los herederos de Vichy, o al menos no tanto como Mitterrand, que recibi¨® su medalla del mariscal P¨¦tain¡±, se defiende Aliot. ¡°Es verdad que en la fundaci¨®n hubo colaboracionistas, gente que se equivoc¨®. Pero muchos franceses no quieren saber nada del pasado, y otros no lo conocieron y piensan en el futuro. Esa es nuestra estrategia. Somos la imagen de Francia. Somos franceses como los dem¨¢s, gente normal que trabaja y tiene hijos. Somos patriotas y euroesc¨¦pticos, y representamos al pueblo en su combate contra la oligarqu¨ªa pol¨ªtica y financiera que ha confiscado el pa¨ªs¡±.

El pr¨®ximo movimiento de Marine Le Pen es forjar una alianza europea de ¡°partidos patriotas y euroesc¨¦pticos¡±. El mi¨¦rcoles, la presidenta del FN viaj¨® a Estrasburgo e inici¨® los contactos con grupos de extrema derecha de Austria y Reino Unido. ¡°La crisis es consecuencia de la pol¨ªtica europea. Buscamos socios que compartan esa visi¨®n. Y estamos seguros de que en Espa?a habr¨¢ gente del Partido Popular que piense igual¡±, concluye Aliot.