¡°A la CIDH le preocupa la reacci¨®n de los Gobiernos a las protestas sociales¡±
La Comisi¨®n debatir¨¢ esta semana asuntos como el espionaje de EE UU, Guant¨¢namo, el uso militar de 'drones' en la regi¨®n o consecuencias del proceso de paz en Colombia
La Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) comienza este lunes su 149 periodo de audiencias, una maratoniana semana en la que se van a revisar las violaciones de los derechos humanos en la regi¨®n. Los casos que se van a tratar son una fotograf¨ªa de la situaci¨®n de las libertades p¨²blicas en el continente americano. Adem¨¢s de asuntos tristemente habituales como los ataques a la libertad de prensa, la situaci¨®n de los derechos de las mujeres o el limbo ilegal del centro de detenci¨®n que Estados Unidos tiene en Guant¨¢namo, hay asuntos nuevos que se incorporan a la agenda de la CIDH, como el control de las comunicaciones, al hilo del esc¨¢ndalo del espionaje masivo e indiscriminado del Gobierno estadounidense desvelado por Edward Snowden, el uso de los drones para fines militares, no s¨®lo por EE UU sino por otros pa¨ªses de la regi¨®n, como Colombia o M¨¦xico, o los problemas derivados de la miner¨ªa.
EE UU tiene un debate que atora el cumplimiento de sus compromisos internacionales, pero no se puede poner siempre la excusa de que se trata de un pa¨ªs federal para no acatarlos"
¡°Se trata de asuntos que antes ni siquiera eran dilemas. Son nuevos fen¨®menos y din¨¢micas que a trav¨¦s de su discusi¨®n en las audiencias pueden llevar a la construcci¨®n de nuevos est¨¢ndares, tal vez de nuevos instrumentos y convenciones y cuando se construye una convenci¨®n es porque ya se ha asumido que eso forma parte de la agenda, que se trata de un problema, que es una prioridad¡±, explica a EL PA?S desde su despacho en la sede de la CIDH en Washington, su secretario ejecutivo, el mexicano Emilio ?lvarez Icaza. Es viernes por la noche, pero el traj¨ªn en los pasillos de la CIDH es el mismo que un lunes a mediod¨ªa.
?lvarez Icaza se muestra satisfecho ante el nuevo per¨ªodo de audiencias de la CIDH. ¡°Es el a?o que m¨¢s audiencias ha otorgado la comisi¨®n [52 de las 217 solicitadas], lo que manda un mensaje importante sobre la confianza de los usuarios en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) y sobre que esta Comisi¨®n es activa y din¨¢mica y responde al mandato de defensa de los derechos humanos¡±.
Guant¨¢namo, enquistado
El primer asunto que se va a tratar en el nuevo per¨ªodo de sesiones es el de la situaci¨®n de los derechos humanos en la base de Guant¨¢namo. Es la quinta audiencia sobre el centro de detenci¨®n que desarrolla la CIDH, el primer organismo internacional en condenar la violaci¨®n del sistema de libertades por parte de EE UU a quien ya se han impuesto varias medidas cautelares que no se han observado. ¡°Nos preocupa en particular lo que ha sucedido con la huelga de hambre y con la alimentaci¨®n forzada de los presos¡±, se?ala ?lvarez Icaza. La CIDH ha pedido al Gobierno estadounidense una visita ¡°irrestricta y sin condiciones¡± a la base cubana, pero a¨²n no han obtenido respuesta. El renovado esfuerzo por parte de la Administraci¨®n Obama para cerrar la prisi¨®n ha levantado levemente las esperanzas de la Comisi¨®n.
La audiencia sobre la vigilancia de las comunicaciones nos va a permitir conocer y empezar a explorar los l¨ªmites que pone la evoluci¨®n digital y tecnol¨®gica al ejercicio de la libertad de expresi¨®n"
¡°Para nosotros la designaci¨®n de [Clifford] Sloan como enviado especial a Guant¨¢namo es una buena se?al. En la reuni¨®n que sostuvimos con ¨¦l qued¨® claro que hay una convergencia de objetivos y ¨¦ste es la clausura del centro de detenciones¡±, se?ala ?lvarez Icaza. El secretario ejecutivo, sin embargo, es consciente de que la voluntad de la Casa Blanca no es suficiente para acabar con la prisi¨®n de la base naval y que es necesaria la autorizaci¨®n del Congreso y del poder judicial, pero, sin embargo, es exigente. ¡°EE UU tiene un debate que atora el cumplimiento de sus compromisos internacionales, pero no se puede poner siempre la excusa de que se trata de un pa¨ªs federal para no acatarlos. Otros Estados federales como M¨¦xico, Argentina o Brasil, no se han escudado en ello, una se?al que refleja su voluntad de cumplimiento¡±.
EE UU tambi¨¦n va a ser el protagonista de dos audiencias que entroncan con preocupaciones de gran actualidad, las comunicaciones en Internet y la reforma migratoria. ¡°La audiencia sobre la vigilancia de las comunicaciones nos va a permitir conocer y empezar a explorar los l¨ªmites que pone la evoluci¨®n digital y tecnol¨®gica al ejercicio de la libertad de expresi¨®n¡±, se?ala ?lvarez Icaza. La vista sobre los derechos de los inmigrantes en EE UU ha sido propuesta por el mayor sindicato de este pa¨ªs, AFL-CIO, una circunstancia que para ?lvarez Icaza ¡°env¨ªa un mensaje del importante debate que la reforma migratoria ha suscitado entre los trabajadores y sus familias¡±.
Viraje en Colombia
El pa¨ªs objeto de mayores audiencias, con cinco, es Colombia. ¡°Esto indica los importantes esfuerzos de la acci¨®n del nuevo Gobierno¡±, afirma el secretario Ejecutivo para quien el hecho de que Colombia no se haya incluido en su cap¨ªtulo IV, una suerte de lista negra en la que aparecen los pa¨ªses que perpetran m¨¢s violaciones contra los derechos humanos, es un ¡°reflejo del cambio de narrativa por parte del Ejecutivo de Juan Manuel Santos respecto del anterior¡±. ?lvarez Icaza destaca la aprobaci¨®n de la Ley de V¨ªctimas y otros mecanismos de defensa que han reducido el riesgo y la criminalizaci¨®n de los defensores de los derechos humanos.
La CIDH tambi¨¦n est¨¢ muy pendiente del proceso de paz con la guerrilla de las FARC. ¡°Sabemos de la importancia estructural que ha jugado el conflicto armado interno en Colombia como fuente principal de la violaci¨®n de derechos¡±, se?ala ?lvarez Icaza, quien advierte sobre el peligro del proceso de justicia transicional que adoptado el presidente Santos para juzgar los cr¨ªmenes de guerra de las FARC y el Ej¨¦rcito. ¡°Colombia debe encontrar la f¨®rmula para que sus mecanismos de justicia no generen condiciones de impunidad¡±, sostiene. En relaci¨®n con este proceso, el viernes la CIDH tratar¨¢ las denuncias de violaciones de libertades cometidas por los paramilitares y la situaci¨®n de los derechos de los pueblos ind¨ªgenas en el contexto de las conversaci¨®n de paz.
La denuncia de Venezuela y la apertura en Cuba
Este es el primer per¨ªodo de audiencias desde que entrara en vigor la denuncia a la Convenci¨®n Americana de Derechos Humanos formulada por Venezuela. Parad¨®jicamente, su Gobierno ha solicitado que se trate uno de los casos que se debatir¨¢n a lo largo de esta semana. ¡°Esta denuncia no afecta a la CIDH, sino a los venezolanos que ahora no podr¨¢n acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos¡±, se lamenta ?lvarez Icaza.
Con su denuncia, es ahora la CIDH la ¨²ltima instancia para conocer las denuncias sobre la violaci¨®n de las libertades en Venezuela y una audiencia puede tener m¨¢s impacto que una sentencia¡±
La decisi¨®n de Venezuela, sin embargo, no impide que la CIDH siga cumpliendo all¨ª su mandato como supervisor del cumplimiento de los derechos humanos, ya que ¨²nicamente perder¨ªa esa prerrogativa si ese pa¨ªs abandonara la OEA, algo que el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro no se plantea. ¡°Detr¨¢s de todo esto hay dos iron¨ªas fuertes. La primera es que Venezuela ha manifestado su desacuerdo con la CIDH, pero, con su denuncia, es ahora la CIDH la ¨²ltima instancia para conocer las denuncias sobre la violaci¨®n de las libertades en Venezuela y una audiencia puede tener m¨¢s impacto que una sentencia¡±, advierte ?lvarez Icaza. ¡°El Gobierno venezolano ha denunciado a EE UU por no firmar el Pacto de San Jos¨¦, pero con esta decisi¨®n se ha colocado del lado de ellos al situarse dentro del conjunto de Estados que no reconocen a la Corte¡±.
Cuba tambi¨¦n tiene presencia en el periodo de audiencias, con dos sesiones sobre los derechos de los activistas y sobre la situaci¨®n de las Damas de Blanco. ?lvarez Icaza defiende el papel de la CIDH en medio del nuevo tiempo de apertura abierto t¨ªmidamente por el r¨¦gimen de la isla. ¡°Con Cuba hay una relaci¨®n especial porque no responde a nuestras comunicaciones, no viene a nuestras audiencias pero s¨ª sabemos que las atienden y tienen incidencia¡± se?ala. ¡°En nuestros m¨¢s de 50 a?os de existencia, hemos podido observar que los informes o los casos que presentamos y que los pa¨ªses eventualmente no atienden luego se convierten en piedras angulares de sus procesos de transici¨®n y de fortalecimiento de sus instituciones democr¨¢ticas¡±, indica.
Las protestas sociales en la regi¨®n
Entre las novedades de la nueva agenda se incluyen fen¨®menos alarmantes como la migraci¨®n de haitianos en las Am¨¦ricas -¡±Nos llegan informes de que cerca de 50.000 haitiano llegan anualmente a Brasil a trav¨¦s de Per¨²¡±, se?ala ?lvarez Icaza-, o el de los derechos del colectivo homosexual y el de los reproductivos. Sin embargo, entre las 52 audiencias, ninguna incluye la extensi¨®n de las protestas ciudadanas en la regi¨®n, un asunto, que, sin embargo s¨ª inquieta a la CIDH.
La protesta es un derecho, pero la represi¨®n es un delito y hay que trabajar por generar un contexto que garantice la protesta y que esa protesta no derive en hechos de violencia"
¡°Hay una preocupaci¨®n sobre c¨®mo se responde ante estas protestas¡±, reconoce ?lvarez Icaza. ¡°La protesta es un derecho, pero la represi¨®n es un delito y hay que trabajar por generar un contexto que garantice la protesta y que esa protesta no derive en hechos de violencia, porque eso va a provocar una intervenci¨®n fuerte por parte de la autoridad¡±, indica. ¡°La CIDH ha venido haciendo una serie de llamados de atenci¨®n en este ¨²ltimo a?o y hemos pedido informaci¨®n a pa¨ªses de Centroam¨¦rica, M¨¦xico, Brasil o Colombia.
?lvarez Icaza, sin embargo, observa un trasfondo positivo detr¨¢s de este tipo de manifestaciones. ¡°Si la gente sale a la calle y la protesta otorga a las instituciones un espacio para responder a sus reclamaciones, creo que eso es un signo de vitalidad de nuestras democracias¡±, se?ala. ¡°Se trata de un fen¨®meno que va m¨¢s all¨¢ de la regi¨®n, lo hemos visto en Europa y en los pa¨ªses ¨¢rabes. La diferencia est¨¢ en la g¨¦nesis, en c¨®mo participa la gente, c¨®mo se comunica la gente, como construye los mensajes. Ah¨ª s¨ª hay un cambio y es una circunstancia que nos plantea dilemas sobre c¨®mo pensar eso en c¨®digo de derechos humanos, y esa es la parte sobre la que debemos reflexionar¡±.
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