Un asalto a mano armada al presidente del PT preocupa a los pol¨ªticos brasile?os
Rui Falc?o fue obligado a tumbarse en el suelo mientras le colocaban una pistola en la cabeza en un restaurante en Brasilia
Los pol¨ªticos en Brasil no est¨¢n acostumbrados, como los ciudadanos de a pie, a ser asaltados en sus casas, en la calle, en el coche, en el restaurante y hasta en un taxi. M¨¢s del 50% de los ciudadanos de S?o Paulo ya ha sido ya v¨ªctimas de alg¨²n delito. Los pol¨ªticos son m¨¢s preservados porque los asaltadores saben que la fuerza policial caer¨ªa m¨¢s fuerte contra ellos y porque suelen ir m¨¢s protegidos y vigilados.
De ah¨ª la sorpresa, el martes pasado, cuando el presidente del mayor partido de Brasil, el Partido de los Trabajadores (PT) que es la formaci¨®n pol¨ªtica del Gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff, el diputado, Rui Falc?o fue asaltado y obligado a tumbarse de bruces en el suelo mientras le colocaban una pistola en la cabeza en Brasilia.
Seg¨²n Ilimar Franco, columnista de pol¨ªtica del diario O Globo, el expresidente, Lula da Silva, qued¨® ¡°muy impresionado¡± con la noticia. Falc?o es uno de los pol¨ªticos m¨¢s conocidos, cuya fotograf¨ªa aperece siempre en los peri¨®dicos y m¨¢s estos d¨ªas que disputa su reelecci¨®n a la presidencia del PT, apoyado por Lula, contra otros cinco candidatos. En la elecci¨®n participar¨¢n, el pr¨®ximo d¨ªa 10 de noviembre, m¨¢s de 800.000 afiliados del partido.
El lugar del asalto fue uno de los restaurantes m¨¢s antiguos de Brasilia, el Figheira, frecuentado por pol¨ªticos y empresarios importantes. Los dos asaltantes armados llegaron conduciendo un coche de lujo importado. Esperaron a Falc?o, que iba acompa?ado de su colega de partido Francisco Rodrigues, a la salida del restaurante despu¨¦s de la cena.
Les obligaron a ambos a entrar en el restaurante y all¨ª a golpes les obligaron a tumbarse en el suelo, le colocaron a Falc?o una pistola en la cabeza y lo limpiaron de todo lo que llevaba encima: cartera, tarjetas de cr¨¦dito, dinero y tel¨¦fono m¨®vil. La polic¨ªa a¨²n no ha identificado a los asaltantes que huyeron en coche.
Poco acostumbrado a estos sustos y humillaciones, a los pol¨ªticos les ha saltado el alarma. En los dos o tres restaurantes m¨¢s famosos de Brasilia se suelen reunir ministros, diputados, empresarios y lobbyistas, y los asaltadores deb¨ªan ser gente experta, conocedores de la protecci¨®n que suele rodear a esos lugares y a sus clientes de lujo.
Ello ha replanteado el tema de la seguridad p¨²blica, cuya defensa no siempre es vista como una prioridad para los gobiernos, ni siquiera de los de la izquierda, a pesar de aparecer siempre en los primeros puestos de las preocupaciones de los ciudadanos.
Al caso no se le ha querido dar excesiva publicidad porque la gente que se conmociona con las v¨ªctimas, por ejemplo de balas perdidas, no se conmueven cuando el problema recae sobre un pol¨ªtico en un restaurante de lujo. El asalto a Falc?o pone en alerta a otros pol¨ªticos importantes que se ver¨¢n obligados a ir a¨²n m¨¢s protegidos a lugares p¨²blicos.
Un asalto que de tratarse de un ciudadano com¨²n ya no ocupar¨ªa lugar en un peri¨®dico local, podr¨ªa ahora servir, dicen los analistas, para que los privilegiados de cualquier categor¨ªa sientan el sobresalto del miedo a ser agredidos y? puedan interesarse con mayor ah¨ªnco de la seguridad de todos los ciudadanos sin distinci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.