El alcalde de Toronto se niega a dimitir tras admitir que consumi¨® ¡®crack¡¯
La polic¨ªa tiene un v¨ªdeo que muestra a Rob Ford consumiendo coca¨ªna, una m¨¢s de sus conductas err¨¢ticas desde que lleg¨® al poder
La localidad canadiense deToronto se ha convertido en el escenario de un bochornoso drama de adicciones y abusos que tiene a su alcalde, Rob Ford, como triste protagonista y que ha levantado las dudas sobre su capacidad para dirigir la cuarta capital m¨¢s poblada de norteam¨¦rica. Desde que lleg¨® al poder en 2010, Ford ha sido expulsado de un partido del equipo local de hockey por estar borracho y comportarse de manera agresiva, ha sido acusado de haberle metido mano a una concejal durante un evento p¨²blico y ha reconocido haberse paseado completamente ebrio con una botella de brandy frente a la Alcald¨ªa tras proferir ep¨ªtetos racistas al taxista que le hab¨ªa conducido hasta all¨ª. El martes pasado, tras meses neg¨¢ndolo, el regidor confes¨® que hab¨ªa fumado crack pero que no era un adicto y que iba a seguir en el cargo. Este lunes, reiter¨® que no pensaba dimitir.
¡°S¨ª, he fumado crack. Aproximadamente hace un a?o y probablemente en uno de esos momentos en los que estaba muy muy borracho¡±, asegur¨® Ford a los medios que lo esperaban a las puertas del Ayuntamiento. Los rumores de que el alcalde hab¨ªa consumido crack comenzaron en mayo de este a?o cuando el blog amarillista Gawker y el peri¨®dico The Toronto Star informaron de que hab¨ªan tenido acceso a un v¨ªdeo en el que se ve¨ªa al regidor fumar de una pipa de esa sustancia en compa?¨ªa de varios miembros de una red de narcotr¨¢fico. Ford neg¨® insistentemente esas afirmaciones, acusando a la prensa de querer hundir su mandato y su reputaci¨®n.
D¨ªas antes, la polic¨ªa de Toronto hab¨ªa anunciado que hab¨ªa recuperado una cinta con im¨¢genes que sustentaban las informaciones de Gawker y The Toronto Star y en las que aparec¨ªa el alcalde. El v¨ªdeo fue recuperado del disco duro de un ordenador durante el transcurso de la investigaci¨®n policial a Alexander Lisi, amigo y ch¨®fer ocasional de Ford, que est¨¢ acusado de narcotr¨¢fico. Los agentes detuvieron a Lisi cuando amenazaba al propietario del ordenador exigi¨¦ndole que le diera el v¨ªdeo. Las autoridades han difundido varios informes de la operaci¨®n contra el amigo de Ford, que incluyen datos sobre el propio alcalde pero que no son suficientes para sustentar una acusaci¨®n formal contra ¨¦l.
La ¨²ltima admisi¨®n de Ford, que hasta ahora s¨®lo hab¨ªa reconocido tener problemas con el alcohol -denunci¨® el robo de su coche al ser incapaz de recordar d¨®nde lo hab¨ªa aparcado por lo borracho que iba; ha sido detenido por conducir y enviar mensajes ebrio y ha declarado ¡°haber sido un est¨²pido¡± por haber acudido a un festival en 2012 completamente bebido-, ha impulsado al resto de los miembros de la Alcald¨ªa a presentar una moci¨®n para que cese como alcalde o abandone el puesto mientras resuelve sus adicciones. La votaci¨®n se realizar¨¢ el mi¨¦rcoles y contempla solicitar a la provincia de Ontario que apruebe una legislaci¨®n que permita cesar al alcalde. De acuerdo con la legislaci¨®n vigente, s¨®lo es viable promover el cese del responsable del gobierno local si ¨¦ste es condenado por un delito.
S¨ª, he fumado crack. Aproximadamente hace un a?o y probablemente en uno de esos momentos en los que estaba muy muy borracho¡± Rob Ford
¡°Adelante, que voten¡±, se?al¨® el lunes Ford, convencido de que la disposici¨®n tiene pocos visos de prosperar habida cuenta de que el gobierno provincial ya ha manifestado que no tiene intenci¨®n de inmiscuirse en los problemas municipales de Toronto. El intento de los miembros del consistorio de promover la salida del alcalde, se suma a las demandas de empresarios y medios de comunicaci¨®n que en los ¨²ltimos meses han demandado su cese preocupados por el efecto que los abusos del regidor puedan tener sobre la reputaci¨®n de Toronto y la industria del turismo que en 2011 gener¨® unos ingresos de 4.500 millones de d¨®lares.
El comportamiento err¨¢tico del alcalde ha sido puesto en evidencia una vez m¨¢s con un v¨ªdeo que se difundi¨® el jueves pasado y que muestra a Ford gritando de manera incoherente, gesticulando agresivamente? y profiriendo frases violentas del tipo: ¡°Necesito 10 putos minutos para asegurarme de que ¨¦l est¨¢ muerto¡± o "Cuando est¨¦ en el suelo le arrancar¨¦ su jodida garganta¡±.
La conducta del alcalde puede haber minado su autoridad moral dentro del gobierno municipal, pero no parece abochornar a los ciudadanos. La semana pasada, tras admitir que hab¨ªa fumado crack, su popularidad aument¨® en cinco puntos, situ¨¢ndola en el 44%. Ford gan¨® las elecciones por el mayor margen?(11% de diferencia) jam¨¢s alcanzado por un primer aspirante a la alcald¨ªa de Toronto. El regidor bas¨® su victoria en un mensaje populista que logr¨® movilizar a los votantes de los barrios marginales de las afueras y a las minor¨ªas de inmigrantes -pese a sus declaraciones racistas- prometiendo una reducci¨®n de los impuestos y un recorte de los gastos superfluos. Los problemas personales de Ford, no obstante, pueden afectar a las negociaciones sobre los presupuestos del a?o que viene y a su intenci¨®n de ejecutar su plan de tr¨¢fico global de la ciudad.
De acuerdo con la legislaci¨®n vigente, s¨®lo es viable promover el cese del responsable del gobierno local si ¨¦ste es condenado por un delito
Ford espera que sean los ciudadanos quienes le juzguen? en las elecciones municipales de octubre de 2014 para las que anunci¨® su candidatura instantes despu¨¦s de reconocer que hab¨ªa consumido crack. La semana pasada rebaj¨® el tono beligerante t¨ªpico de sus ¨²ltimas declaraciones y pidi¨® perd¨®n por su comportamiento al borde de las l¨¢grimas, pero el lunes, recuper¨® la inflexi¨®n desafiante para asegurar que ¨¦l no se iba a mover de su puesto. Durante el fin de semana se especul¨® con que podr¨ªa entrar en un programa de desintoxicaci¨®n ya que su abogado insinu¨® esa posibilidad y el domingo Ford cancel¨® una aparici¨®n en la radio junto a su hermano Doug, tambi¨¦n miembro de la alcald¨ªa de Toronto. Su intervenci¨®n del lunes, parece indicar que la rehabilitaci¨®n es una opci¨®n que no contempla a corto plazo.
La reputaci¨®n de Ford puede no haber afectado a su popularidad, pero s¨ª se ha contagiado a la localidad que dirige. Toronto est¨¢ dejando de ser c¨¦lebre por su car¨¢cter cosmopolita y ecol¨®gico para convertirse en la ciudad del alcalde que fuma crack.
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